Alemania, en una encrucijada ambiental
El efecto fukushima impulsó a varios estados europeos a abandonar la energía nuclear. Alemania lanzó una dura política antiatómica, aunque parece haber caído en una contradicción: para compensar la pérdida de energía que provocó el cierre de las plantas de fusión, comenzó una acelerada carrera de construcción de centrales térmicas a carbón, una de las generaciones más contaminantes del mundo. según el último dato, Un 45% de su producción se basa en el negro mineral. En la foto, la última planta construida en la localidad de Hamm.
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