Escuela de Formación Laboral de Viedma muestra su producción

Marcelo Ochoa

Unos cien estudiantes desarrollan sus tareas en la escuela El Dique.

VIEDMA (AV).- La Escuela de Formación Laboral El Dique desarrolló ayer con éxito su undécima muestra anual que permite dar a conocer los productos que elaboran los alumnos en ese establecimiento ubicado a unos nueve kilómetros del centro de la ciudad. La actividad se llevó a cabo durante la mañana y la tarde en las instalaciones de la seccional de la Unter, donde se expusieron para la venta las artesanías, trabajos en madera, cerámica, tela, telar y elaboraciones gastronómicas, que realizan los jóvenes que asisten a la institución. Según informó la secretaria de la escuela, Patricia Bustello, cada día, a uno u otro turno viajan hasta ese establecimiento unos cien estudiantes, de los cuales algunos cursan sus estudios secundarios en colegios de esta capital y a contraturno llevan adelante los talleres específicos que se dictan en El Dique. Otro número importante lo integran alumnos que concluyeron estudios en escuelas especiales de la provincia y que para continuar sus capacitaciones asisten a tomar esos talleres en la institución ubicada en la zona rural. La Escuela El Dique nació en 1987 como unidad laboral dependiente de la escuela especial 7 y funcionaba en ese edificio. Después se trasladó a la escuela de las 1016 Viviendas, hasta que en 1995 se instaló en su actual edificio, previa una primera reforma. En el 2007 se reinauguraron nuevas ampliaciones. Bustello destacó que cuando se realizan las muestras anuales “es el día en que los chicos se sienten protagonistas”. En los talleres, actualmente, se dictan de cocina, panadería, artesanías y souvenirs, adaptación laboral, carpintería y tapicería. También hay de huerta y confección en tela. El de adaptación laboral, es la transición del alumno que sale de la escuela especial, vinculándolo con lo laboral. Luego de ese taller se determina en qué lugar podría incluirse en relación con el grado de evolución, sus gustos e intereses. Los asistentes conforman un grupo heterogéneo, con chicos con discapacidad, con alto riesgo social, con fracaso escolar, o que a contraturno van a algún taller a El Dique mientras cursan sus estudios secundarios. “La idea es contener, acompañar a los adolescentes en una etapa que es conflictiva para todos”, manifestaron los docentes de la institución. Referentes de la escuela explicaron que los talleres son de autogestión, por lo que se necesita vender los productos.