Desaparecieron equipos de la cárcel de Senillosa

NEUQUÉN (AN).- Pasaron a disponibilidad al comisario encargado de la cárcel de Senillosa y a un sargento tras comprobarse en una investigación interna el faltante de teléfonos fijos, CPUs, monitores y una heladera de enfermería, cuyo monto aún resta definir.

La jefatura intentó mantener bajo siete llaves el episodio que se detectó en paralelo con la cinematográfica fuga del detenido Luis Aboy de la U11, el pasado 18 de septiembre. El escándalo de Aboy, que tuvo impacto nacional, era demasiado como para que la actual gestión de la Policía, a cargo de Raúl Laserna, sumara otro más y, peor aún, referido a una cárcel que le ha costado al Estado provincial más de 100 millones de pesos y todavía no tiene fecha de apertura (ver recuadro).

“Río Negro” pudo confirmar que el propio Laserna firmó a principios de esta semana el pase a disponibilidad del comisario Damián Quiroz, quien estaba como responsable de la unidad penal de Senillosa, y de un suboficial con rango de sargento. El primero estaba a cargo del complejo penitenciario desde fines del año pasado, cuando fue trasladado desde la U11.

En tanto que el sargento desplazado prestaba funciones en el área de mantenimiento y en el último tiempo había sido trasladado a la guardia del penal que está en el parque industrial de Senillosa.

Fuentes reservadas confiaron que la investigación comenzó producto de una denuncia de los subordinados del comisario por sus “extraños manejos”, además de las “malas formas” que tenía para dirigirse al personal.

Esta situación obligó a que la Dirección de Unidades de Detención tomara cartas en el asunto y a poco andar determinaron que a las quejas por el trato se sumaban algunos faltantes del equipamiento que está almacenado en el penal a la espera de que la cárcel se ponga en funcionamiento.

“Teléfonos fijos, CPUs, monitores y al menos una heladera de enfermería figuran entre los faltantes observados”, detalló una fuente.

Con ese informe se le advirtió de las “irregularidades” al subjefe de la policía, Raúl Liria, que de inmediato le dio intervención a la Dirección de Asuntos Internos, al igual que se hizo con la fuga de Aboy.

En este caso, “Asuntos Internos está haciendo un minucioso trabajo de inventariado de todo lo que hay en Senillosa y también de lo que se ha derivado por orden de los superiores a otras unidades”, explicó el informante, dato que ratificó el propio Liria a “Río Negro”.

El pase a disponibilidad permitirá a los subordinados del comisario brindar información sin temor a represalias y que no haya un entorpecimiento en la investigación.

Un dato que recordó el vocero consultado es que durante la gestión de Laserna, cada vez que se ha resuelto un pase a disponibilidad se ha terminado separando de la fuerza a los involucrados, ya sea mediante cesantía o exoneración.

Lo que deberá resolver la cúpula policial una vez que concluyan con la investigación es determinar si avanzarán con una acción penal, ya que el caso podría entenderse como una defraudación calificada a la administración pública.