Otra noche de violencia y heridos en el Mapu

Miguel Gambera

CIPOLLETTI (AC).- Tres jóvenes terminaron heridos después de un enfrentamiento con la Policía en el barrio Anai Mapu de Cipolletti. El conflicto en ese sector volvió a adquirir gravedad en la madrugada de ayer y hasta se produjeron disparos con tumberas y escopetas. También apedrearon la Subcomisaría 81. Es el mismo barrio donde la semana pasada el director del CEM 147 denunció un grave episodio de violencia policial.

El origen del conflicto tuvo que ver con la enemistad entre dos grupos cuyos integrantes han protagonizado en los últimos meses similares enfrentamientos. Los incidentes fueron en la calle Valcheta. Cuando intervino la Policía, los jóvenes respondieron con disparos y piedras. Los efectivos intentaron contener la situación y respondieron con perdigones. No se informó oficialmente, pero los adolescentes tendrían disparos de balas de goma. Fueron revisados por un médico que certificó heridas de carácter leve.

El gobierno, a través de la Policía, del ministerio de Desarrollo Social y de la secretaria de Seguridad, afirma que se trabaja fuertemente en el barrio Anai Mapu para erradicar la violencia y para que los adolescentes dejen de portar armas de fuego. Sin embargo en el último tiempo los problemas se agravaron.

Desde que el destacamento se transformó en Subcomisaría 81, un joven fue alcanzado por una bala policial en medio de un procedimiento y perdió casi la totalidad de la visión. El miércoles, el director del secundario del barrio, Erwin Parra, denunció que efectivos entraron al colegio por la fuerza y quisieron requisar a los alumnos. Buscaban a un joven armado.

El asesinato de Franco Hernández, que ocurrió en junio, y otros hechos de extrema violencia son asuntos que los organismos del Estado todavía no consiguen resolver y el conflicto se agudiza.

Sobre el caso del colegio, a través de un comunicado de prensa, la Policía informó que el joven que ingresó armado al CEM 147 tiene 22 años, no es alumno del establecimiento y registra una condena de tres años de prisión en suspenso por robo agravado. También está imputado en otras causas por robo calificado y tentativa de robo, aseguraron. En la casa donde supuestamente vive el muchacho secuestraron una “tumbera”.