«Los laboratorios dejaron de ganar muchísimo»

BUENOS AIRES (ABA).- El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, reconoció que existen presiones de los laboratorios farmacéuticos para poner fin al programa de prescripción de medicamentos por su nombre genérico que instrumentó la cartera a su cargo, pero advirtió que de ningún modo las pretensiones de las empresas provocarán una interrupción de la medida.

González García enfatizó que cuenta con el respaldo de la opinión pública, del Gobierno y de las federaciones médicas para garantizar la continuidad del plan y dijo que ese sustento es lo único que necesita.

Así lo hizo durante una entrevista exclusiva con «Río Negro».

-¿Existen presiones concretas de los empresarios farmacéuticos para poner fin al programa?

-Sí, por un lado hay intereses fuertes que quieren hacerse notar y por el otro hay una deformación cultural de muchos años, que se hizo por razones comerciales y que es la que estamos intentado cambiar.

-¿La medida logrará resistir las presiones y los lobbys de los laboratorios?

-Sí, porque no estoy solo en esto. Tengo el consenso político del Gobierno, de la Confederación Médica, de los Colegios Médicos y de las universidades. Y sobre todo, sé que tengo el consenso de la gente. Hemos ganado la batalla más dura de toda política, que es la de la opinión pública. La gente claramente se da cuenta de que esta medida es a favor suyo y no de los intereses empresarios que habitualmente estuvieron protegidos por otras políticas.

-¿El gobierno abrió intencionalmente un frente de batalla con las industrias farmacéuticas?

-No. Uno no quiere perjudicar a nadie, pero cuando en realidad usted está beneficiando a un grupo grande de argentinos, es obvio que alguno tiene que perder. Y hay que entender que ellos no están perdiendo, no van a pérdida; están dejando de ganar muchísimo, nada más. Lo único que estamos haciendo nosotros es estimular la competencia entre los productos que ya estaban en el mercado.

-¿El programa no atenta contra las normas de calidad de los medicamentos?

-No, ese argumento lo están usando para embarrar la cancha. Acá no hay medicamentos nuevos. La gente elige entre los productos de siempre. No hay nada nuevo. Es un cambio cultural.

-Desde el punto de vista de la industria el plan de los genéricos es dañino ¿Qué argumento les daría para justificar su vigencia?

-Que los medicamentos son uno de los productos que tienen mayor impacto en la canasta familiar -ya que son el tercer producto en frecuencia de consumo después de los alimentos y los artículos de limpieza- y que si no disminuimos su precio comercial no sólo se verán perjudicadas las industrias, sino que la gente tendrá mayores complicaciones de salud porque no podrá comprarlos.

Paliativo contra la desnutrición

-¿Qué explicación da el ministerio ante los casos de desnutrición que se presentan en el país?

-En el área de Salud nosotros vemos las consecuencias. Lamentablemente, no podemos trabajar sobre las causas. Pero aún así, estamos trabajando sobre el caso. Tenemos un plan para reforzar la provisión de leche a los sectores con menos recursos desde la segunda quincena de agosto hasta fin de año. Recibimos un crédito que sumado al aporte del Estado constituirá un fondo de 12.000.000 mensuales que serán destinados a leche, lo que constituye alrededor de 800.000.000 hasta fin de año.

Sarandría, feliz

El ministro de Salud está tan convencido de las mejoras que introdujo en el costo de vida el proyecto de prescripción de medicamentos por su nombre genérico que lo ejemplifica constantemente con casos puntuales.

«Hace poco tuve una grata sorpresa. El intendente de General Roca, Sarandría, me llamó para decirme una cosa y la verdad es que me emocionó. Me dijo que me agradecía la política, y sobre todo no por lo que sucedía con los pacientes de su región, sino puntualmente por su canasta familiar. Me dijo «mire, yo tomaba un hipotensor -una droga para bajar la presión- y otro medicamento para bajar el colesterol -bastante común en las personas mayores de 50 años-, y mi canasta familiar pasó de costar 120 pesos por mes a costar 49 gracias a este procedimiento», relató González García.