Relax en la montaña

El nuevo hotel de Villa Traful, creación del estudio Diez-Ogando, fue diseñado con respeto por el entorno, materiales de la región y tecnología de alta gama.

arq.

Basado en el concepto de respeto al medioambiente, calidad de diseño y confort, el estudio Diez-Ogando fue el encargado del proyecto para el Alto Traful Lodge & Suites en un predio ubicado sobre la Ruta 65, eje sobre el que se desarrolla el turismo de Villa Traful, Bariloche, Neuquén y Villa La Angostura. “A través del análisis del sitio y en un terreno de más de 1,1 hectáreas, optamos por el lugar exacto que ofreciendo las mejores vistas del bosque y del lago Traful además respetara con un criterio de desarrollo sustentable las características naturales y ambientales del lugar”, explican los arquitectos José Luis “Polo” Diez y Claudia Ogando, quienes diseñaron este proyecto pensado en el entorno, la ecología y la sustentabilidad. El complejo cuenta con ocho dúplex, un tríplex y seis suites, resto-bar con su rincón de fuego y sala de lectura, wine bar con su amplio y panorámico deck, spa y piscina climatizada con panorámico solárium, hidromasaje y nado contracorriente. El diseño privilegia la calidez del lugar, la impactante naturaleza del terreno, sus espectaculares vistas hacia el bosque, la cordillera de los Andes y el lago Traful, incorporando hacia el interior el paisaje exterior, buscando adaptarse con preservada simplicidad a esta magnífica implantación. “Cuidando el diseño interior con muebles y elementos de la zona, tratando el paisaje, los espacios exteriores, y las especies nativas con un especial respeto, integramos y cuidamos tanto la naturaleza como el confort y la calidez deseadas para nuestros visitantes. La búsqueda del equilibrio, mediante el diseño moderno refuerza lo gradual de la transición entre la naturaleza, la montaña y el lago, y la calidez de sus interiores, habitaciones y espacios, que en vez de aislarnos de la naturaleza, nos incorporan a ella”, explican los autores. El edificio El desnivel del terreno desde la ruta hace que se llegue al estacionamiento cuesta arriba. A partir del nivel del estacionamiento se llega al acceso del apart hotel, donde se ubicaron el resto-bar, la sala de estar y rincón de fuego. Hacia la izquierda, medio nivel más arriba se ubicó la recepción. Desde el nivel de ingreso se accede a las “Suites del bosque”, desarrolladas en dos plantas, ingresando al área social, estar-comedor-kitchenette y con dormitorios en el nivel inferior. A la vez, a través de una amplia escalera que parte del nivel de la recepción se accede al tercer piso, donde se encuentran las “Suites del lago”. Éstas están desarrolladas también en dos niveles, la parte social, estar-comedor y kitchenette en el acceso, y el dormitorio arriba, con la particularidad de tener una ventana de techo donde se puede visualizar la imponente de la Cordillera de los Andes. Hacia el otro lado se accede al área de descanso donde está la piscina climatizada con hidromasaje y nado contracorriente, y un solárium al aire libre con una espectacular vista a modo de un verdadero mirador del lago Traful y la cordillera. El spa posee sauna seco, sauna húmedo, ducha escocesa y vestuarios. Un piso más arriba se encuentra la sala de masajes y yoga. El estar, con diversos matices azules, resignifica los efectos de la naturaleza a través de las visuales exteriores que pasan a ser parte del interior. Desde este lugar se baja por una escalera caracol al wine bar, al cual se puede ingresar también desde el exterior. Este espacio está ambientado con muebles artesanales hechos en lenga de la zona. Tiene una expansión hacia un deck de madera con voladizo que se proyecta sobre el bosque. La tecnología fue seleccionada para responder a las altas exigencias que implica dar confort en un clima riguroso como el de Villa Traful, con dobles muros de material aislante, carpinterías de termo panel y triple aislamiento en las cubiertas. En todo el hotel se utilizaron lámparas de leds, logrando con muy bajo consumo efectos que realzan los espacios y la arquitectura. A la vez, el complejo posee un generador de energía alternativo para abastecer la totalidad del consumo previsto. Para este proyecto se tuvo en cuenta la utilización de materiales regionales. Los pórfidos fueron traídos de Piedra del Águila, al igual que la madera de ciprés, las cañas colihues y las barandas de aluminio anodizado y vidrios laminados. Conforman una especial combinación de materiales puros en su estado virgen que se entremezclan con otros de alta tecnología. Staff: Estudio Diez Ogando: Arq. José Luis Diez Arq. Claudia Inés Ogando Arq. Andrés Larraburu Arq. Francisco Diez Asesores: Ing. Horacio Sartore, Ing. Andrés Gatica, Ing Raúl Beluardo, Julio Moreschi, Ing. Daniel Simone, Lic. Martín Islas, Ing Renato Pascotto, Agrim. Rubén Cufre y MMO Mariano García. Paisajismo: Cots & Pattsy Interiorismo: Arq. Silvia Barbosa Arq. Marianela Bican


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