Estacas herbáceas
Para propagar una amplia gama de plantas. Datos útiles.
TEODORICO HILDEBRANDT eljardin@rionegro.com.ar
Las estacas herbáceas se obtienen al comenzar la primavera o de brotes tiernos luego de una poda. Tienen sus pros y sus contras. A favor se puede mencionar que, por ser tejidos muy jóvenes, forman raíces con mayor facilidad… pero eso a su vez les juega en contra, porque también se pudren más fácilmente. Esto las diferencia de las estacas de madera semimadura, que se cortan a fin de la primavera o comienzos del verano (o sea ahora). OBTENCIÓN Como la primavera ya ha pasado (¡soy un genio!), se debe recurrir a los brotes tiernos que se desarrollen luego de una poda. Un método para obtener este material, es desmochar las ramas principales para cosechar brotes laterales, los que se cortan con todas las hojas preferiblemente en las primeras horas del día, que es cuando están más turgentes. Es muy importante envolverlas inmediatamente en una tela húmeda y llevarlas a un sitio fresco, para minimizar cualquier deshidratación y evitar la incidencia del sol, que sería fatal, pero no se recomienda sumergirlas en agua. El corte basal se hace inmediatamente debajo de un nudo y la estaca en sí entre 7 a 15 centímetros, con dos o tres entrenudos, conservando siempre las hojas superiores y suprimiendo las de la porción inferior que irá en el sustrato, así como todas las yemas florales. Se deben enraizar en condiciones de muy alta humedad, lo que se puede lograr cubriéndolas herméticamente con una botella plástica o nailon trasparente y a media sombra o con luz difusa. La temperatura ideal del sustrato es de entre 24 a 26°C y de 21°C en el follaje, por lo que obviamente se debe hacer el enraizamiento en verano, pues en otra época habría que contar con una manta térmica del tipo usado en los terrarios para calentar erizos o reptiles y que se pueden adquirir por internet. CONSERVAR LAS HOJAS Tanto en este tipo de estacas como en las de madera semimadura, lo importante es mantener siempre la mayor superficie foliar, la que se reduce únicamente para que quepan en el almácigo o maceta de enraizamiento y evitar que toquen las paredes traslúcidas, porque eso puede provocar putrefacciones. Es un error creer que una planta así encerrada “se ahoga o asfixia”. En realidad tiene la capacidad de producir su propia “atmósfera” por medio de la fotosíntesis, absorbiendo y fijando como nutrientes el anhidrido carbónico que produce especialmente de noche y exhalando oxígeno de día, en presencia de luz. Con abundante humedad interior y luz pero no sol directo, las hojas realizan fotosíntesis alimentando la estaca y minimizando la pérdida de sustancias nutritivas, lo que permite que se mantengan hasta la formación del callo (masa de células no diferenciadas que cubren una herida), el que dará origen a las primeras raíces, las que se pueden producir entre los 30 a 45 días. Recuerde que luego vendrá la etapa de rustificación, para equilibrar el clima de invernadero con el ambiente externo. Esto es tan importante como el enraizamiento en sí y debe realizarse paulatinamente y con mucha observación y paciencia.
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