Siete mil mujeres atronaron en el centro de Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE- Hay que remontarse varios años para recordar una marcha de esa magnitud en esta ciudad. Por lo menos cinco mil mujeres arrancaron de la Escuela 16, en Elflein al 400, y fueron unas siete mil al llegar al Centro Cívico. El 14 Encuentro Nacional de Mujeres cerró así, de manera espectacular, las deliberaciones en los talleres.

Cada tramo de la columna de bullangueras manifestantes era precedida por saltimbanquis, tamborileras y bombistas.

«Se va a acabar/se va a acabar/esa costumbre de golpear», fue la consigna más coreada, dedicada a los hombres violentos que con movilizaciones de este calibre pueden ir pensando en ajustarse a expresiones más civilizadas. Las víctimas del triple crimen de Cipolletti estaban en muchas de las pancartas. También las desaparecidas y asesinadas de Mar del Plata y las mujeres trabajadoras del Puerto de Rosario. Las de Neuquén, reclamaron el derecho a vivir sin violencia.

Hasta el momento de la marcha, las mujeres reunidas en el encuentro continuaron trabajando a destajo en las decenas de talleres en los que se dividieron.

La relación entre la mujeres y el trabajo, los derechos humanos, la familia, las organizaciones barriales, la salud, y todas las áreas de la sociedad, tenían uno o más talleres específicos. Luego de los debates, al final de la jornada de ayer terminaban con las conclusiones que hoy serán reunidas por las coordinadoras de cada escuela y centralizadas para la elaboación de un informe final.

La sexualidad, anticoncepción y aborto, como era previsible, ocuparon un lugar importante. Se trata de una problemática saliente para las mujeres y de hecho estuvo presente de manera importante en los últimos encuentros.

A tono con el debate nacional, el aborto genera las discusiones más profundas. Tanto en el encuentro de San Juan, de 1997, como en el último de Resistencia, Chaco, este tema causó una reacción notoria de sectores religiosos y retrógrados, con manifestaciones contrarias de gran dureza. En esta ocasión no se produjeron esas controversias y la reunión, con matices, conservó la postura general: «anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir» (ver aparte).

Por otra parte las temáticas de derechos humanos y salud también tuvieron una convocatoria extraordinaria, a tono con las crisis que se viven en todas las provincias al respecto.

Hilda Díaz vive en Viedma, y es esposa y madre de desaparecidos. Explicó el porqué del interés por discutir sobre derechos humanos: «el tema sigue siendo primordial en toda la sociedad. Todos los días hay denuncias para hacer y para condenar. El debate de derechos humanos es obligatorio».

A su turno, el Grupo de Mujeres en Lucha de General Roca fue uno de los puntales en los talleres de salud. En diálogo con este diario, sus integrantes comentaron que la temática «es muy amplia» pero «nos concentramos en la relación médico-paciente y la problemática que existe en materia de autogestión hospitalaria».

«Desde el punto de vista de la mujer, la madre y la mujer que está en salud, son terribles las consecuencias de las políticas que siempre resultan en contra de los pacientes. La reformas de la provincia redundan en menos calidad de atención y más trabajo para lo prestadores de salud» manifestaron.