El juez del caso Aigo aguarda pruebas
Se trata de pericias científicas y oficios. Fiscalía y querella no pidieron nuevas medidas.
JUNÍN DE LOS ANDES (ASM).- El juez Andrés Luchino, quien tiene a su cargo la instrucción por el asesinato del policía José Aigo, aguarda aún la recepción de pruebas solicitadas y pendientes de incorporación a la causa. En tanto, trascendió ayer en Tribunales de esta ciudad que desde hace un mes, ni la fiscalía ni la querella han pedido nuevas medidas procesales. Fuentes consultadas por este diario dijeron que el magistrado aún espera resultados de dos pericias de policía científica, entre ellas el informe de ADN de las muestras de sangre halladas en la camioneta en la que se desplazaban el joven Marcos Fernández y los ciudadanos chilenos Jorge Antonio Salazar Oporto y Alexis Cortés Torres. Asimismo, se indicó, aún resta el cumplimiento o vista de otros oficios, para terminar de cerrar la etapa de instrucción. Sin embargo, nada de eso significa inminencia del pedido de elevación a juicio, ya que una vez que lleguen las pericias y documentos esperados por el juez, el propio Luchino deberá correr vista tanto al fiscal como a la querella y la defensa para que consideren, eventualmente, nuevos pedidos de prueba o diligencias. Recién entonces, si se clausura esa etapa, se estaría en condiciones de pedir a la Cámara Multifueros de San Martín de los Andes el juicio de Fernández. Luego será ese tribunal el que debería fijar fecha. Dependiendo de todos y cada uno de esos pasos, aún se podría estar a dos meses o más de una fecha concreta para la audiencia pública y juicio oral. Asimismo, trascendió que la Defensa particular de Fernández no ha hecho pedido formal de que su cliente sea llamado a declarar. Conviene recordar que Fernández fue indagado como imputado por presunto falso testimonio, encubrimiento agravado y supuesta participación en el crimen sucedido el pasado 7 de marzo, pero se negó a declarar. A propósito de las partes en la causa, las mismas fuentes dijeron que desde hace un mes que no se ha presentado ningún nuevo escrito, ni desde la querella ni desde la fiscalía, ni en torno de la investigación que involucra a los prófugos ni respecto de la situación de Marcos Fernández, el joven hijo del intendente de San Martín de los Andes, propietario y conductor de la camioneta demorada para un control rutinario de tránsito en la ruta a Aluminé, a unos 40 kilómetros de Junín de los Andes. Su compañera, Analía Godoy, también está procesada por falso testimonio. La instrucción mantiene desdoblada la situación de los ya imputados Fernández y Godoy, respecto de las investigaciones y la situación de los prófugos Cortés Torres y Salazar Oporto. Como se recordará, el desenlace se produjo en el paraje Pilo Lil, cuando la camioneta fue interceptada por una patrulla de la Brigada Rural, integrada por el sargento Aigo y el oficial Pedro Guerrero. Durante el control de rutina, Salazar Oporto extrajo un arma y disparó a matar contra Aigo, trabándose luego en un intenso tiroteo con el compañero de la víctima. Salazar Oporto, sindicado como miembro de organizaciones clandestinas surgidas en Chile y que reivindican la lucha armada, se dio a la fuga seguido de Cortés Torres, también investigado como miembro de otra de esas agrupaciones.
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