Acusan a dos presos de las extorsiones
La Procuración envió a Cipolletti a un experto en comunicaciones
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CIPOLLETTI (AC).- El fiscal José Rodríguez Chazarreta anticipó que mañana promoverá acción penal contra los dos internos de la cárcel de Roca que están siendo investigados por las denuncias de extorsión telefónica. La investigación se concentró ahora en Cipolletti porque la Procuración envió a un experto para que analice los celulares secuestrados. La Policía duda de la existencia de un software para hackear dispositivos de comunicación.
Ayer, el fiscal Chazarreta confirmó que en las últimas horas la investigación cambió de rumbo y se despejaron algunas dudas acerca de la utilización de un programa creado para violar los sistemas de seguridad que tienen los celulares. La comisión policial que está trabajando en Cipolletti logró acceder a una serie de escuchas telefónicas y pudo determinar que la información que consiguieron los estafadores fue suministrada por el servicio de atención al cliente de la empresa Movistar. El comisario de la Regional Quinta Daniel Jara desestimó la existencia de tal software. Al principio se sospechó de un programa informático que permitía hackear la privacidad de los celulares. Incluso también se suponía que los delincuentes habían conseguido una clave para acceder a la base de datos de la compañía celular. Sin embargo, nada de esto sucedió.
Ayer, y gracias a la colaboración de un especialista que fue enviado por la procuradora Liliana Piccinini, se accedió a una escucha y determinaron que los presuntos extorsionadores operan desde el penal de Roca. Los internos trabajan con una docena de celulares y reciben la colaboración de amigos y familiares que se ocupan de recoger el dinero que entregan las víctimas.
La modalidad es la siguiente: los sospechosos llaman al servicio de atención al cliente y argumentan que se encuentran en una situación complicada (dicen que están perdidos en el campo o en medio de un accidente). Después explican que necesitan conseguir el número de un familiar (que en realidad es la víctima) y otros dos o tres números de entre los últimos marcados desde ese dispositivo. Con esos datos empiezan a llamar a la gente y a inventar otra serie de situaciones para seguir consiguiendo información.
Hace una semana se realizó un allanamiento una casa en la zona de Tres Luces en Cipolletti y se secuestró un auto, una computadora y 12 celulares. Fuentes judiciales confirmaron que se investigan cuatro casos: dos ocurrieron en Cipolletti y los otros dos, en Roca. En uno de esos casos, la víctima llegó a entregar 10.000 pesos.
“El viernes tendremos las pruebas para promover acción penal”, confirmó el fiscal Chazarreta.
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