Redefiniendo fronteras

Su trabajo es único y muy personal. Con una particular forma de entender el diseño, vinculado estrechamente con la artesanía y el trabajo manual, ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un diseñador de máximo prestigio.

ideas

Nació en Alemania pero se mudó a temprana edad a Holanda, cuyo contexto determinó singularmente la estética, el concepto y la producción de su obra. Sus singulares formas torcidas surgieron a partir de un proyecto que realizó con madera carbonizada; sin la intención de recuperar su constitución original, Baas (33) decidió utilizar los esqueletos quemados para convertirlos en piezas de mobiliario funcionales. De esta manera, las patas de una silla, los postes de las lámparas, o los atípicos adornos de sus armarios, parecen como pequeñas ramas secas tomadas de un bosque inmerso en su temporada otoñal. Todos sus muebles son totalmente hechos a mano lo que le permite moldear la madera con una belleza imperfecta, una composición que no es sino característica del diseño del siglo XX. –¿Cómo describirías tu trabajo? –Quiero redefinir las fronteras de lo que se considera normal o fijo, las ideas preconcebidas sobre la belleza, los convencionalismos y las restricciones. Quiero jugar con los pensamientos básicos que han sido establecidos en nuestros cerebros por años y años. –Experimentás con métodos y materiales, ¿de dónde sale tanta libertad creativa? –No me interesan los materiales por sí mismos. El producto que quiero crear necesita cierto material para que funcione mejor. En un proyecto puede ser el plástico; en otro, la madera. Algunas veces mi trabajo parece fácil de hacer pero en realidad es difícil reproducirlo. El mensaje que comunica el objeto en sí es lo más importante. Así que el material viene como tema secundario, tiene que cumplir la función que quiero. –¿Cómo encontraste tu profesión? –Cuando tenía catorce años visité a un amigo de mi hermano mayor. Él empezaba la carrera de arquitectura y su primer proyecto fue diseñar una silla. Me pareció una ideal genial y que yo podía hacerlo. Desde ese día supe que entraría a la Academia de Diseño. –Fabricás tus muebles a mano, ¿por qué esto es importante para vos? –Porque me permite expresarme de una mejor manera. –¿Tenés alguno que sea tu preferido en estos días? –Me gusta la silla Carbon Copy de Bertjan Pot y Marcel Wanders. El carbón es un material real del siglo XXI y esta silla parece decirnos con perfección lo que se puede hacer con él. Era realmente muy buena cuando era la copia de la silla Eames, pero por diferentes razones decidieron cambiar ligeramente el diseño. Creo que Bertjan Pot es uno de los diseñadores más importantes en los últimos años. –¿Dónde te ves en algunos años? –Sólo trabajo y veo lo que va pasando, tengo un tercer ojo para ver oportunidades. Algunas veces es una desventaja, pero hasta ahora ésta ha sido una de las razones por las que me ha ido bien. Sin objetivo, sólo sigo el camino que creo correcto y en el camino voy conquistando los retos, ya veremos qué sigue. Para los que hayan leído a Lewis Carroll, descubrir los diseños de Maarten Baas es como volver a ese país de las maravillas que el escritor nos relataba. Sus piezas parecen tener vida propia, como si no quisieran pasar desapercibidas, como si pretendieran convertirse en cómplices de nuestras vidas. Fuente: /www.maartenbaas.com


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