Las jóvenes víctimas de los abusos

El delito ocurre mayoritariamente en espacios íntimos, privados, en soledad y sin testigos.

NEUQUÉN (AN).- Más de la mitad de los casos de abuso sexual tiene como víctimas a menores de 16 años. La mayoría ocurre en el ámbito familiar y es común que se denuncien hechos de larga data.

La antropóloga argentina y especialista en el tema, Rita Segato, analizó durante una charla en la Universidad Nacional del Comahue de Neuquén en septiembre del año pasado, los abusos sexuales como actos de dominación en una sociedad donde la sexualidad tiene una centralidad preocupante. “El acceso sexual no consentido a los cuerpos es, en nuestro mundo por la atmósfera patriarcal, la muerte moral del sujeto invadido y de todos aquellos que tienen la responsabilidad de tutela. Hay un habla en el cuerpo de las mujeres, es un bastidor en el cual es posible atravesar mensajes a la sociedad”, explicó.

En Neuquén, esos cuerpos son en su mayoría los de niñas menores de 16 años. Así lo demuestran las estadísticas de la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas, a cargo de la doctora Sandra González Taboada.

Durante 2011 se presentaron 158 denuncias, que tuvieron como víctimas en su mayoría a mujeres (139 casos).

El 60% tiene menos de 16 años y dentro de ese número más de la mitad menos de 12. Sobre el tipo de abuso denunciado se ubican primero los tocamientos, en 97 oportunidades, y en segundo lugar el acceso carnal, en 28 casos.

La fiscal indicó que en estas situaciones de abusos por lo general se da una desventaja etaria y física y la víctima suele ser elegida y preparada. El delito ocurre mayoritariamente en un espacio íntimo, privado, en soledad y sin testigos. Los abusos más frecuentes se perpetran en el ámbito familiar, siendo 76 los casos denunciados en el hogar. Un total de 25 se cometieron en la vía pública, 6 en el ámbito institucional y 44 sin lugar especificado.

Con respecto al vínculo con el victimario en la mitad de los casos existe una relación familiar o cercana. En 19 denuncias se trata del padrastro, en 17 del padre, en 11 del tío y en 10 del abuelo. En menos causas se acusa a la pareja, a la madre, al abuelastro, hermanos, cuñados y amigos.

En la otra mitad de los hechos no hay vínculo aparente.

González Taboada aseguró que en varias situaciones se denuncian abusos de larga data, incluso hechos de diez años atrás. Esto revela por un lado la dificultad que implica radicar este tipo de denuncias, y por otro las condiciones diferentes que existen hoy para realizarla.

La fiscal señaló que en los últimos años se ha dado un incremento de denuncias por abuso. En 2010 se radicaron 136 y el año pasado el número ascendió a 158. De éstas 113 se realizaron en la fiscalía y sólo 43 en el ámbito policial. “Apoyamos mucho a la víctima, porque creemos que está en inferioridad de condiciones y que tiene mucho miedo”, explicó González Taboada.

Si bien existen patrones que se repiten la fiscal reconoció que en este último tiempo, se han detectado varias situaciones de jóvenes que alcoholizadas terminan siendo víctimas de abusos por desconocidos, y en ocasiones en la vía pública. En este sentido, manifestó la necesidad de reforzar la educación sexual en las escuelas, hospitales y en la familia.