Serna minimizó la derrota en el superclásico

BUENOS AIRES (DyN) – El volante colombiano de Boca Juniors, Mauricio Serna, aseguró ayer que su equipo «no está muerto porque queda mucho campeonato», pero admitió que al caer en el superclásico ante Ríver Plate «perdimos un partido que no queríamos perder ni locos».

«Alguna vez tenía que ser, que nos tocara perder. Para mí significó la primera derrota en el superclásico, y así como disfruté mucho con los otros, me dolió éste», indicó «Chicho», quien trató de demostrar que la distancia del 3-0 fue «exagerada».

«Antenoche, viendo la repetición, confirmé la impresión que me había quedado en la cancha: tuvimos muchas situaciones de gol y la diferencia estuvo en que Ríver concretó las suyas y nosotros no concretamos las nuestras», señaló Serna.

«Sin ser el Boca arrollador de otros días, nosotros tuvimos jugadas muy claras, como las dos de Wálter Gaitán», explicó el mediocampista, quien enumeró las situaciones provocadas por Ríver: «En el primer tiempo tuvieron el gol, una más y después el otro gol».

En cuanto al remate del resultado, con el golazo del paraguayo Ricardo Rojas tras iniciar la jugada en su propio campo, Serna explicó que «fue un gran gol, bien armado, bien logrado», sin dejar de recordar las situaciones que tuvo Boca «como la de Carreño, o el cabezazo de Traverso a un metro de la línea del gol, aunque la haya conectado incómodo».

Serna de quejó de una publicación reciente con declaraciones suyas «porque nadie la firmó» y corrigió algunas declaraciones que en ella se le atribuyeron. Aclaró que «es muy distinto decir» que los atacantes Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Delgado no cumplían con su función y otra es «lo que dije yo, que había que ayudarlos» porque no podían solos.

En cuanto a las posibilidades de Boca en lo que queda del Clausura, Serna dijo que «falta mucho, sólo se jugó el 30 por ciento» aunque admitió que «será difícil alcanzarlo a Ríver, que está pasando por un buen momento y lo demostró el domingo, aunque también lo ayudó la suerte».

«Pero nada se puede decir. Nosotros pensábamos que le íbamos a ganar a Chacarita y no le ganamos y creímos que Ríver le iba a ganar a Nueva Chicago y no le ganó», señaló.

Ríver llegó a México con mentalidad ganadora

Sin una de sus mejores figuras, como es el delantero Ariel A. Ortega, y entonado por su notable triunfo frente a clásico rival Boca Juniors por el torneo Clausura, Ríver Plate arribó ayer a México, donde mañana se medirá con el local América en un decisivo partido por el Grupo 7 de la Copa Libertadores.

La delegación de Ríver llegó a México después de un fatigoso viaje vía Miami, de más de diez horas de vuelo.

Al llegar al aeropuerto local, los argentinos rehuyeron el contacto con la prensa y abordaron un omnibus que los llevó al hotel en el que montaron su campamento durante su permanencia en la capital azteca.

A última hora de ayer, el equipo argentino realizó un entrenamiento liviano en el Centro de Alto Rendimiento Pegaso.

El arquero Angel David Comizzo, quien jugó en el fútbol mexicano para Tigres, León y Morelia, adelantó que «Ríver llegó a México en busca de los tres puntos para seguir con posibilidades de clasificar».

Basado sobre su propia experiencia en el fútbol mexicano, Comizzo restó trascendencia a la combinación de altura y smog de la capital azteca, factor del que suelen quejarse los jugadores argentinos.

Ríver visitará al mexicano América, líder del Grupo 7 con nueve puntos e invicto. En el partido de ida, jugado en Buenos Aires, los aztecas se impusieron 1 a 0.

«América es un buen equipo, bien dirigido por Manuel Lapuente, ya lo demostró en Buenos Aires y en otros torneos internacional, así que será un partido muy duro», analizó Comizzo. (ANSA).