Los «halcones» ponen en crisis al gobierno de Sharon

JERUSALEN.- La decisión del Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, de levantar parcialmente el confinamiento a Yasser Arafat y negociar un alto el fuego sin condiciones con los palestinos, indignó a sus socios ultranacionalistas, que anunciaron que abandonarán el gobierno de coalición.

Israel devolvió ayer a Arafat su libertad de movimiento, pero sólo en los territorios autónomos sin mencionar la posibilidad de que el líder palestino viaje al extranjero.

El anuncio del gobierno israelí se produce días antes del regreso a la región del emisario norteamericano para Oriente Medio, Anthony Zinni, cuando el conflicto alcanza una magnitud sin precedentes . El ejército israelí prosiguió ayer sus operaciones, matando a 20 palestinos (ver aparte)

La libertad de movimiento de Arafat fue consideró «insuficiente e impertinente» por los palestinos. El presidente del Parlamento palestino, Ahmed Qurea atribuyó la marcha atrás de Sharon a «presiones europeas y estadounidenses».

La medida causó indignación en los de la derecha israelí. «Sharon se rindió, levantó la bandera blanca», dijo el diputado Shaul Yaalom, líder del Partido Nacional Religioso (Mafdal), a la vez que se preguntaba indignado: «¿Qué deben interpretar de esas dos decisiones los terroristas?. ¡Que el terrorismo da ganancias!».

Los ministros Avigdor Líberman, de Infraestructuras, y del de Turismo, Beny Eilón, a la cabeza del bloque ultranacionalista Unidad Nacional, con siete de los 120 escaños del Parlamento, se proponen presentar hoy su dimisión. Por ahora, la coalición de Sharon no corre peligro de caer, pues contará aún con una holgada mayoría. Sin embargo, el Partido Laborista se convertirá en el elemento clave. En tanto, entre 50 mil y 60 mil simpatizantes de la derecha nacionalista israelí se concentraron ayer en Tel Aviv para exigir a Sharon mano dura. «Hay que desmantelar la ANP y expulsar a Arafat», decían.

Unos 20 muertos en nuevas incursiones en los territorios

El ejército israelí comenzó a bombardear anoche por mar, tierra y aire los cuarteles de Fuerza 17, la guardia del presidente palestino Yasser Arafat, y los puestos de la policía marítima palestina, en la región de Deir al-Balah, Franja de Gaza, según fuentes de la seguridad palestina.

Además, una veintena de palestinos murieron anoche durante las masivas incursiones del ejército israelí en los campos de refugiados de Jabaliya, Deheishe y Al-Amari, entre otros objetivos militares. Según las informaciones obtenidas en el lugar, que se ha convertido en un infierno bajo la metralla, 14 palestinos murieron en Jabaliya, donde además hay decenas de heridos, mientras que otros dos fueron muertos en Deir El-Balah, cuando naves de combate bombardearon a la policía marítima palestina.

En el campo de refugiados de Dheishe, los soldados palestinos dinamitaron la casa de Mahmud Al-moghrabi, dirigente de la brigada de los Mártires Al-Aqsa y la explosión dañó otras treinta viviendas lindantes.

Voceros militares israelíes dijeron que las operaciones en Jabaliya se realizaron para eliminar «objetivos terroristas» y habitantes del lugar informaron que están siendo demolidas decenas de viviendas. En las afueras del campo, se ubicaron autobuses para trasladar a palestinos detenidos Anoche los enfrentamientos proseguían ya que los pobladores oponían resistencia a unos 20 carros armados.

Otros dos palestinos fueron asesinados por disparos de soldados israelíes cerca de Erez, ubicado entre la Franja de Gaza y el territorio de Israel. Dos palestinos más elevaron a 20 el número de víctimas mortales en la localidad de Netzarim, donde existe un asentamiento de colonos.