BA 53, un nuevo ícono de la arquitectura regional
En pleno centro de la capital rionegrina surgió BA 53, un nuevo ícono de la arquitectura regional que lleva la impronta de sus creadores, Mauricio Schereschevsky y Carlos Loudet.
Un notorio relieve con vista al río, de cara hacia el norte, y al resto de los cuatros puntos cardinales emerge en el paisaje urbano desde pleno centro comercial de Viedma.
Este nuevo ícono arquitectónico llamado BA 53 -en referencia a su emplazamiento sobre la calle Buenos Aires a esa altura-, ha sido desarrollado por encargo de la Cámara de Comercio, Industria, Producción y Turismo.
Sus diseñadores, los arquitectos Mauricio Schereschevsky y Carlos Loudet, pensaron originalmente en un fácil acceso hacia los diversos ingresos diferenciados como las oficinas de la entidad, viviendas,
estacionamiento y locales comerciales.
También imaginaron que debe cumplirse a rajatabla con las normas de construcción, en la jerarquización de las oficinas ubicadas hacia el frente del edificio y las unidades habitacionales en la parte superior.
Por ello optaron por un partido del inmueble entre medianeras con patios intermedios que asegurasen una volumen proporcionado de los pisos de departamentos en el terreno disponible.
Su superficie es cercana a los 800 metros cuadrados.
En tal sentido se desechó la realización de un edificio en torre que si bien podría ofrecer cierta esbeltez desde un punto de vista frontal centralizado, obligaba en la medición de volúmenes a erigir una masa
edificada muy notoria desde las perspectivas laterales.
La propuesta apunta a la puesta en valor de este sector urbano dominado por una heterogeneidad en sus formas de emplazamiento, una línea municipal no consolidada en todo el trayecto de cinco cuadras de esa arteria, diferentes alturas con varios tipos de edificaciones y falta de mantenimiento en general.
Por ello el conjunto de BA 53 responde a un concepto unitario austero y ordenador, que caracterice cada uno de sus sectores sin estridencias.
Por caso, al frente y en planta baja fueron construidos tres locales comerciales en bloque con una recova que los vincula como una continuidad del paseo de la vereda, que de por sí se presenta como un muy estrecha para los transeúntes.
A los costados se dispusieron los accesos al edificio: el principal hacia la derecha, y el vehicular y de servicios hacia la izquierda. El primero se manifiesta en forma profunda y de doble altura jerarquizado con referencia al total del edificio, potenciado por arcos metálicos que acompañan la transición desde la calle en continuidad.
Así se accede a una “planta libre” desde donde se puede optar por los ingresos a la Cámara de Comercio o a las viviendas.
El ingreso vehicular y de servicios permite por la obra parte acceder a las entradas principales (con descenso para personas con capacidades diferentes) y al estacionamiento posterior a nivel con buen margen de maniobra.
La estructura de cemento fue organizada con planta baja, primer piso y 10 niveles de viviendas con cajas vidriadas independientes que permiten el ingreso a la entidad comercial y a las unidades habitacionales.
Las oficinas de la institución se sitúan al frente centradas, proyectándose hacia adelante y fuera de la capacidad de las viviendas.
Se diferencian por su tratamiento exterior.
Los departamentos presentan su esquema estructural a partir de un hall de ingreso vidriado con cortos recorridos hacia escaleras, ascensores y servicios. En altura, los palieres centrados unen dos unidades al frente y dos al contrafrente (de dos y tres dormitorios).
En todas las unidades se integró en continuidad el estar-comedor en un volumen vidriado que le otorga mayor categoría en la fachada con un valor proporcional en consonancia con la escala del edificio.
Repasando los detalles se puede observar que en cocinas y lavaderos se han integrado con carpinterías en los bordes exteriores.
En los departamentos de tres dormitorios se previeron la entrada principal y de servicio, mientras que cada unidad posee una distribución espacial que pone de resalto los locales de primera, logrando ventilación cruzada y control de visuales.
Textos Enrique Camino
Fotos Evangelina Martínez
y Marcelo Ochoa
El ingreso vehicular y de servicios permite por la obra parte acceder a las entradas principales (con descenso para personas con capacidades diferentes) y al estacionamiento posterior a nivel con buen margen de maniobra.
La estructura de cemento fue organizada con planta baja, primer piso y 10 niveles de viviendas con cajas vidriadas independientes que permiten el ingreso a la entidad comercial y a las unidades habitacionales.
Las oficinas de la institución se sitúan al frente centradas, proyectándose hacia adelante y fuera de la capacidad de las viviendas.
Se diferencian por su tratamiento exterior.
Los departamentos presentan su esquema estructural a partir de un hall de ingreso vidriado con cortos recorridos hacia escaleras, ascensores y servicios. En altura, los palieres centrados unen dos unidades al frente y dos al contrafrente (de dos y tres dormitorios).
En todas las unidades se integró en continuidad el estar-comedor en un volumen vidriado que le otorga mayor categoría en la fachada con un valor proporcional en consonancia con la escala del edificio.
Repasando los detalles se puede observar que en cocinas y lavaderos se han integrado con carpinterías en los bordes exteriores.
En los departamentos de tres dormitorios se previeron la entrada principal y de servicio, mientras que cada unidad posee una distribución espacial que pone de resalto los locales de primera, logrando ventilación cruzada y control de visuales.
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