El embajador chileno pidió que no se frene la integración
Yamil Regules
NEUQUÉN (AN).- El embajador de Chile en Argentina, Adolfo Zaldívar Larraín, presentó ayer en esta ciudad su último libro “Integración Chile-Argentina. Desafío del Siglo XXI”. En un momento de cruces entre los países por la habilitación de los pasos fronterizos destacó que “hay que buscar una solución aunque siempre lo mejor es que haya integración”. El embajador brindó ayer una charla especial en el auditorio del Centro Ministerial de esta ciudad que contó con la presencia de autoridades provinciales, municipales y de la rectora de la Universidad Nacional del Comahue (UNC), Teresa Vega. Zaldívar Larraín remarcó en su exposición que “Argentina y Chile se necesitan mutuamente para poder crecer y si no hay integración las consecuencias van a ser muy malas para ambos países” en referencia a un futuro que “estará marcado por el océano Pacífico y la influencia de los países asiáticos”, aseguró. En ese sentido el diplomático señaló en torno a la polémica por el paso de camiones de carga a través del cruce Cardenal Samoré que “hay que actuar con el mejor criterio que podamos, hay que ver la realidad en cada caso, pero mientras más integración y conectividad haya será mejor”. Zaldívar Larraín explicó que “ante un imprevisto como esta erupción volcánica que afectó más a Argentina que a Chile hay que volver a la normalidad” y remarcó que “es normal que surjan problemas pero lo importante es que no se detenga la integración, por lo que voy a analizar la situación y cómo buscar soluciones razonables”. Mientras el máximo diplomático chileno en el país aseguró que “lo ideal es que tengamos los pasos necesarios y suficientes abiertos porque la gente quiere comercializar y cerrados no le ayudan a nadie”, señaló respecto a la ordenanza de control vehicular aprobada el martes por el Deliberante de Villa La Angostura. En su libro y en su charla Zaldívar Larraín aseguró que Argentina y Chile “tienen una gran oportunidad” para comercializar hacia oriente por los puertos del Pacífico, y advirtió que para evitar el fracaso del proceso de crecimiento de ambos países a fines del siglo XIX “es necesario que trabajemos en conjunto en el agregado de valor a los productos a exportar porque si nos quedamos sólo como productores primarios vamos a volver a fracasar”.
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