La emoción y el adiós de Franco
Se jugaban 41 minutos del epílogo cuando el técnico del Basilea decidió rendirle un pequeño homenaje. Con el 3-0 parcial ante Lucerna y el título asegurado realizó el último cambio de su equipo. El cartel electrónico indicaba que dejaba la cancha el ‘1’. Era Franco Constanzo, el capitán e ídolo de los hinchas de uno de los equipos más populares: el Basilea suizo. Franco se sacó el buzo y mostró la remera que tenía debajo que decía “Gracias Basel”. Enseguida llegaron sus compañeros. Todos lo abrazaron y saludaron. Caminó hacia el banco de suplentes, donde recibió más afecto y también lloró. Basilea se consagraba campeón por 14° vez en su historia y Costanzo decía adiós. ¿Vuelve al país? “No creo, tengo ofertas en Europa”, escribió por Twitter.
Comentarios