Golpe de calor: las mascotas también sufren
El jadeo intenso es el primer síntoma en perros y gatos.
NEUQUÉN (AN).- En verano no sólo las personas se ven afectadas por el calor, los animales domésticos también son víctimas de las altas temperaturas.
Tanto en perros como en gatos los golpes de calor son sumamente peligrosos y pueden derivar en insuficiencias a nivel sistémico así como en la muerte del animal.
“Los perros lo sufren -al calor- muy parecido a los humanos, por ahí un poco más por que no transpiran”, sostiene Hernán Escudero, integrante de la comisión directiva del Colegio de Médicos Veterinarios de Neuquén. Los perros no tienen las glándulas sudoríparas bien desarrolladas, entonces la forma que tienen para “transpirar” es el jadeo.
Cuando el termómetro supera los 38º C, que es la temperatura corporal normal de un perro, ya se está en riesgo de que el animal sufra un golpe de calor. Si a eso se le suma un alto porcentaje de humedad, es aún más peligroso para cualquier mascota.
Los síntomas de un golpe de calor son el jadeo intenso, los ojos vidriosos, el aumento del consumo de agua, la temperatura corporal extremamente alta, la falta de apetito así como los desmayos, la pérdida de conocimiento y las convulsiones. Ante cualquiera de estos síntomas, Escudero recomienda la inmediata consulta al veterinario ya que a simple vista no se puede saber cuál es la intensidad del problema que está sufriendo el animal.
“Si superó los 40 grados de temperatura puede traerle problemas al nivel de las proteínas de las células de todo el cuerpo” y causarle insuficiencias renales, hepáticas, neurológicas, reumáticas o cardíacas, sostuvo el médico veterinario.
Otro aspecto a tener en cuenta es que los perros de pelaje negro atraen más los rayos solares y por ende son más propensos que los de pelajes claros a sufrir un golpe de calor.
Y a la hora de decidir cortarle el pelo a un canino, también es conveniente consultar a un veterinario. “El pelo es el sistema de defensa, así que hay algunas razas a las que les puede hacer mal”, advirtió Escudero.
Los más vulnerables
Los perros obesos, así como los cachorros y los perros gerontes tienen más riesgos de sufrir un golpe de calor, ya que tienen menos capacidad para regular la temperatura.
También están dentro del grupo de riesgo los “baquicéfalos”, los de nariz chata (como los bóxer o los pequineses) ya que la fisonomía de la cara no les permite producir un buen jadeo y por ende, no les deja regular óptimamente su temperatura corporal.
En el caso de los gatos, los golpes de calor son igual o más peligrosos que con los perros. Los felinos se descompensan más fácilmente y, a su vez, son más difíciles de recuperar y reanimar. El principal síntoma de que un gato está sufriendo un golpe de calor es que jadee o tenga la boca abierta.
Como los perros no transpiran, usan el jadeo para tratar de equilibrar la temperatura corporal. Los de pelaje oscuro sufren más el calor.
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