Triple crimen: dos actos a 13 años

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CIPOLLETTI (AC).- El 11 de noviembre de 1997 el asesinato de María Emilia y Paula González y Verónica Villar conmocionó a la ciudad y modificó profundamente la percepción que sobre la seguridad y la justicia tendrían a partir de ese momento muchos cipoleños. Pasaron 13 años y aún existen demasiadas preguntas sin responder, sobre todo para las familias de las víctimas, que creen que todavía no se sabe todo lo que pasó: Claudio Kielmasz, el único condenado, no pudo haber actuado solo y sabe más de lo que dice, coinciden en afirmar. Esta semana, para recordar a las tres chicas y seguir exigiendo verdad y justicia se organizaron dos actos. El martes 9, los padres de María Emilia y Paula realizarán primero una misa en la capilla del barrio San Pablo y luego, a las 20:30, un acto en la plaza San Martín frente a la gigantografía con las fotos de las jó-venes. El sábado 13, la familia de Verónica convocó a una radio abierta, desde las 17.30, también en la plaza del centro. El encuentro contará con la participación de organizaciones sociales y culturales de Cipolletti. “La causa está parada prácticamente desde el juicio. No se llegó a nada. Todo se basa en el perfil psicológico de Kielmasz que es un personaje perverso, pero nadie dice nada sobre la maraña de encubrimientos”, durante la investigación del asesinato, cuestionó Ofelia Mosconi, la madre de Verónica Villar. “Nosotros vamos a tratar de seguir denunciado, contando y recontando lo que sucedió para que no se olvide porque el silencio social también mata”, dijo sobre las actividades del sábado. Para Ulises González, el padre de María Emilia y Paula, a pesar del tiempo transcurrido todo “sigue siendo como una pesadilla” de la que las dos familias no pueden salir. “Tenemos dolor y bronca porque no sabemos la verdad. Sólo estamos esperando que alguien se arrepienta y cuente lo que pasó”, dijo casi como un ruego. Desde la Justicia lo último que se debatió sobre el caso fue el pedido que realizó Kielmasz para gozar de salidas transitorias, aunque cuatro peritos, una psicóloga, el fiscal y la querella lo desaconsejaron, durante una audiencia que se realizó el 19 de octubre. Ahora es el juez de ejecución penal Juan Pablo Chirinos el que debe resolver, aunque mañana escuchará a Kielmasz por pedido de los familiares de las víctimas. Como en la última audiencia tuvo que ser retirado de la sala, luego de que la tía de Emilia y Paula se abalanzara sobre él en una crisis de nervios, temen que el condenado utilice esta situación a su favor. Kielmasz podrá o no hacer uso de este derecho.