Dos años por matar en estado de «emoción violenta»

NEUQUEN (AN)- Un ex policía, retirado de la fuerza por problemas psicológicos, fue condenado a dos años de prisión en suspenso por haber asesinado «en estado de emoción violenta» a un joven con el cual tuvo una pelea. El imputado estaba preso y la sentencia lo dejó en libertad.

El fallo dividido de la Cámara Segunda recayó sobre Sergio Mellado (42), quien el 24 de enero pasado mató de un disparo a Miguel Aravena (20) frente a la plaza «Soldado Aguila» de Centenario.

De acuerdo con la sentencia, Mellado tuvo una «explosión emocional» cuando Aravena lo agredió sin motivo aparente, «circunstancia que no controló y lo llevó a la acción homicida».

El hecho ocurrió a las 13.30. Mellado estaba en su camioneta, junto con su hija y conversando con una mujer, cuando se acercó Aravena y le pegó una trompada a través de la ventanilla.

Al parecer ambos tenían diferencias anteriores, y sus personalidades jugaron un rol decisivo en la pelea: Mellado, porque sus problemas psicológicos hicieron que reaccionara con furia desmedida; Aravena, porque su estado alcohólico lo volvió inusitadamente agresivo.

Después de recibir el puñetazo, Mellado descendió de su camioneta y se trenzó en una pelea a las trompadas con Aravena. En eso se sumó un amigo de éste, de apellido González, para defenderlo, y otro de apellido Monzón que acudió en auxilio del ex policía.

En determinado momento, Mellado fue hasta su camioneta y extrajo de allí un revólver calibre 22 que, según dijo, había encontrado en una chacra y lo llevaba a la comisaría para entregarlo.

Mellado tomó por los cabellos a Aravena, le apuntó a la cabeza y gatilló dos veces. Los proyectiles no salieron. La tercera vez apuntó al abdomen y esta vez la bala salió, destrozando el bazo de Aravena.

Herido, siguió dando pelea hasta que cayó al piso. Lo llevaron de urgencia al hospital, donde falleció tres horas después por la abundante hemorragia.

Mellado se fue a su casa donde dejó el revólver. A la justicia le dijo que no recordaba nada, y que sabía lo que había sucedido porque su hija se lo contó.

El fiscal Ricardo Mendaña había pedido que lo condenaran a 8 años de prisión por homicidio simple. El mismo pedido efectuó el abogado de la familia Aravena, Daniel Muñoz. En cambio el defensor Gustavo Vitale pidió la absolución o una pena menor invocando tres motivos subsidiarios: legítima defensa, emoción violenta o exceso en la legítima defensa.

Los camaristas Emilio Castro y Jorge Sommariva coincidieron en que se trataba de un homicidio cometido en estado de emoción violenta, mientras que para José Andrada, que quedó en minoría, fue una legítima defensa y correspondía absolver al imputado.

Al fundamentar su voto, el camarista Castro dijo que «Mellado fue sorprendido por una agresión que de ningún modo pudo prever ni esperar, y fue esto lo que le produjo esa explosión de ira».

«Concurrió también para ello su personalidad, pero no obstante es imaginable que cualquiera, ante una agresión violenta y sorpresiva, reaccione de inmediato y sin pensarlo, sin reflexionar», agregó el juez.

«Alguno se asustará y tratará de fugarse, si puede; otros reaccionarán con ira, devolviendo la agresión con creces (también si pueden)», agregó.