‘No soy responsable’ dijo Soza, mientras espera indagatoria
El ex policía federal llegó ayer a Neuquén, donde será indagado el lunes por las denuncias de crímenes de lesa humanidad en su contra. Fue extraditado desde España.
Leonardo Petricio
CENTENARIO (AN-ACE).- “No soy responsable”, dijo ayer Jorge Albero Soza a “Río Negro” momentos antes de comparecer ante el juzgado federal que en feria está a cargo de Silvina Domínguez. El ex subcomisario de la policía federal será indagado el lunes por delitos de lesa humanidad, con denuncias en su contra de detención ilegal y torturas.
Soza llegó al aeropuerto neuquino pasadas las 9:40 enfundado en campera oscura, bufanda y ropa de abrigo; llegó escoltado por dos guardias y fue entregado al personal penitenciario.
El vuelo, en aerolínea comercial, se había retrasado ayer precisamente por la helada sobre la pista en Buenos Aires, que impedía la salida. Soza fue detenido en España y extraditado a nuestro país el jueves, a solicitud del juzgado neuquino, ya que está acusado por los secuestros y torturas sufridas por 19 víctimas en 1976. Se trata de sobrevivientes de la dictadura, y de desaparecidos.
En tono afable, Soza respondió brevemente en la vía pública mientras era trasladado hacia el juzgado.
– ¿Va a declarar?
– “No lo sé todavía, el viaje fue muy largo y de muchas horas”, respondió
– ¿Se siente responsable de los delitos que le imputan?
– “No, no, no ,no, de niguna manera, no”, respondió casi en las puertas de ingreso del juzgado.
– ¿Se considera inocente?
– “Sí, sí , soy inocente”, aseguró prácticamente en voz tenue casi desde adentro del juzgado federal.Una vez que presentó ante la juez Domínguez la documentación de la extradición, Soza nombró al defensor oficial para que lo represente y se acordó un impasse hasta el lunes, cuando se iniciará la indagatoria. Luego, fue alojado en la U5, de Roca.
Soza se había declarado inocente antes en una entrevista exclusiva con Cadena 3 de la Televisión Española, que habló con él en los momentos previos a que se fuera a entregar a la comisaría de Ontiyent -donde residía- y lo acompañó hasta las puertas de la oficina policial española en la previa de su detención.
“Yo no lo hice y me pusieron 18 muertos, los muertos no son míos. Son del Ejército”, alegó Soza en la entrevista televisiva al tiempo que aclaró que cuando era segundo al mando en la delegación neuquina de la policía Federal, “el jefe se reunía con los militares, cerraba el despacho y yo quedaba afuera”, dijo en refencia a Jorge “el perro” González, ya fallecido. “Tengo las manos limpias, yo nunca le puse las esposas a nadie”, describió.
En su contra, pesan cargos que lo acusan de detenciones ilegales y torturas en la delegación de la policía federal.
Se le imputa “asociación ilícita” y habría prueba documental en su contra, además de los testimonios que en la causa describen cómo allí padecieron tormentos. El “perro” González era uno de los que se turnaba con Raúl Guglielminetti -según los testimonios en la causa- en los interrogatorios bajo tormentos. Habría también testimonios en la causa que lo ubican no sólo en la delegación cuando ésta funcionaba como centro de torturas, sino también en el centro clandestino “La Escuelita”, que empezó a operar como tal en junio de 1976.
El ex policía federal en el momento de su arribo a la capital neuquina.
Leonardo Petricio
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