El Ipross rompió las relaciones con las clínicas

Evangelina Martinez

VIEDMA (AV).- El Instituto Provincial del Seguro de Salud (Ipross) dejó la diplomacia de lado y optó por rechazar el corte de las clínicas mediante una carta documento, a la vez que dispuso evaluar una posible restricción en las contrataciones. En Roca, las clínicas dijeron que la semana próxima evaluarán nuevas medidas de fuerza. (Ver aparte)

La obra social transfirió ayer 2.072.000 pesos e intimó a Feclir a que en 48 horas ratifique o rectifique un acuerdo firmado el 3 de junio. En ese documento se estableció que diferencias de prestaciones por 1,9 millones de pesos (extra-cápitas) quedarían zanjadas en 30 días. En el rubro cápita se acordó que el monto consolidado de deuda es de 14.858.000 pesos incluyendo el período enero 2009-febrero 2010.

En ese marco, el Ipross y los médicos Héctor Tasat, Salvador Scafidi, Roberto Bernardini y Carlos Gigena, suscribieron un punto en el que se abrió otro período de negociaciones similar para alcanzar una solución a la aplicación de intereses sobre deudas. El reclamo desde el sector privado son 2.456.556.

En cuanto al rubro “extra cápita” del lapso diciembre 2008-febrero 2010 inclusive, cuyo valor calculado por Feclir es de 4.296.941 pesos, se coincidió en la necesidad de esperar la misma cantidad de días para verificar la documentación, según la Junta de Administración.

Respecto de la exigencia de las cápitas de setiembre del año pasado, el instituto dijo haber cumplido “cabalmente” con el acuerdo en cuanto a que se les acreditaron 300.000 pesos en efectivo, un millón en cheques diferidos y que además con tiempo suficiente se remitió al Ministerio de Hacienda el expediente conformado a fin de cancelar una deuda de 5,6 millones de pesos dentro de un remesa de 22 millones de pesos que el Tesoro provincial decidió aportar en carácter de subsidio como compensación de sumas salariales “en negro” que el Estado le abona a sus empleados.

Durante la última reunión de la Junta de Administración se decidió descontarle los dos días de corte de servicios anunciados por Feclir, y que se comenzaron a analizar represalias con la posibilidad de canalizar las prestaciones sanatoriales por otras vías alternativas, a lo que se sumarían multas.

“Estamos sorprendidos por la conducta y nos parece un acto de irresponsabilidad. Esto no tiene asidero porque el diálogo lo cortaron ellos, cuando la forma de pago quedó establecida en un acta, no están vencidos los plazos, y sabían de las condiciones” de cancelación de deudas, afirmaron el presidente Alcides Pinazo, y los vocales gremiales Cristina Marcellini y Carlos Guardiola. Aprovecharon para desestimar las acusaciones de discriminación.