La finalización de la obra del hospital de Bariloche ya está en cuenta regresiva
El gobernador Alberto Weretilneck le puso plazo: dijo que la empresa entregará el nuevo edificio en no más de 40 días. El proyecto demandó 13 años. La mudanza empezará por el servicio de Guardia.
La conclusión de las obras de ampliación del hospital Ramón Carrillo de Bariloche y la entrega de las llaves, que espera desde hace años el sistema provincial de salud, ya tienen fecha. El gobernador Alberto Weretilneck aseguró que “en 35 ó 40 dias” estará terminado el edificio, que tiene una superficie de 11.000 metros cuadrados, en cinco plantas, destinadas a multiplicar los servicios actuales de guardia, quirófanos e internación.
El director del hospital, Víctor Parodi, confirmó que la obra sigue en marcha y que está en sus detalles finales, pero aclaró que su puesta en uso no será inmediata, porque todavía no está confirmada la llegada del equipamiento, que requiere también una cuantiosa inversión.
La obra comenzó a ejecutarse en 2011, en un primer momento con financiamiento del BID, que luego se cayó. Estuvo paralizada largo tiempo, luego fue asumida por el gobierno, que también terminó por retacear el financiamiento, hasta que hace un par de años el gobierno provincial tomó a su cargo la terminación. Hubo una nueva licitación y la empresa ganadora fue Roque Mocciola.
Parodi definió la obra como “nuestra ruta 23”, en alusión al proyecto de pavimentación que también insumió larguísimos plazos de ejecución y a la que todavía le faltan algunos kilómetros para su completamiento.
El director recordó que hubo hubo muchos plazos incumplidos y que recién considerará cerrado el proceso cuando reciban el inmueble, que tendrá ingreso por la calle Frey. Aunque en estos días, por primera vez, recorrer los pasillos de la enorme mole le dan la sensación de edificio listo para entrar en servicio. Resaltó que ya está lista la pintura, los paneles divisorios y también buena parte de la señalización interna.
Parodi dijo que el primer paso será probar el funcionamiento de los sistemas de gas, luz y calefacción. Luego habrá un “traslado en etapas”. Ya está decidido que el primero en mudarse será el servicio de Guardia, que triplicará los boxes disponibles en la actualidad.
El director dijo que la mayor superficie destinada al área de Guardia permitirá, por ejemplo, “dividir bien la parte pediátrica”, que hoy no es posible.
Aclaró que en principio se manejarán con el equipamiento actual. Las compras que hagan falta demandarán una inversión extra y licitaciones cuyo cronograma desconoce. Tampoco hay precisiones sobre la dotación de personal que hará falta y si el ministerio tiene previsto incorporaciones. Hoy el hospital barilochense cuenta con seis médicos de Guardia y en principio trabajará con el mismo equipo, aunque el nuevo espacio permitirá distribuir mejor los turnos.
Quirófanos, al final
Luego de la Guardia, dijo Parodi, la prioridad será relocalizar Ginecología y Obstetricia. Hoy el hospital tiene tres quirófanos y la ampliación prevé duplicar esa disponibilidad. Parodi dijo que el equipamiento de esas salas “es lo más costoso”, por eso su habilitación quedará para el final, y hoy no se puede hablar de plazos.
Señaló que ya se armaron presupuestos y se realizaron sondeos de precios, pero quedaron rápidamente desactualizados, con aumentos de un año a otro que han sido “de dos y hasta cinco veces más”.
Refirió que los espacios que queden desocupados en el edificio viejo “en algunos casos se van a reconvertir y otros se anularán”. Dijo por ejemplo que ginecología funciona en un ala que tiene 80 años, mucho deterioro y techos en mal estado.
Parodi dijo que esa planificación todavía no está definida. “Fueron muchos años de espera y primero queremos tener la llave, porque hoy el edificio todavía es de la empresa”, señaló.
Según el diseño original, el hospital ampliado permitirá también agregar 60 camas de internación a las 150 que tiene en la actualidad.
Entre las idas y venidas, el ritmo de trabajo se aceleró sobre el cierre del gobierno de Arabela Carreras, que se esperanzó en algún momento con inaugurarlo antes de dejar el cargo. Pero pasó ya más de un año y todavía la obra continúa. En los últimos meses hubo varias interrupciones por medidas de fuerza de la Uocra, pero el proyecto está en su tramo final y el gobernador ya prepara el estreno.
La conclusión de las obras de ampliación del hospital Ramón Carrillo de Bariloche y la entrega de las llaves, que espera desde hace años el sistema provincial de salud, ya tienen fecha. El gobernador Alberto Weretilneck aseguró que “en 35 ó 40 dias” estará terminado el edificio, que tiene una superficie de 11.000 metros cuadrados, en cinco plantas, destinadas a multiplicar los servicios actuales de guardia, quirófanos e internación.
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