Muy personal | Guido Viegas, un carpintero que descubrió en Bariloche la tornería artística
Reciclar es el verbo que más conjuga. Dónde aprendió su oficio. Su amor por Bariloche y la Patagonia toda. Su familia.
En nuestra zona cordillera hay muy buenos maestros carpinteros.
Entre ellos se destaca uno por varias particulares que invitamos a descubrir.
Hablamos de Guido Viegas, radicado en Bariloche.
ORIGENES
Nació en 1974 en el barrio de San Telmo pero nunca se sintió porteño. Trabajó desde chico en múltiples rubros: editó videos de fiestas, fue cadete de supermercado, hizo dibujo técnico de matrices en una fábrica de perfiles de aluminio, fue administrativo en el subte e instructor de escalada deportiva. Su espíritu libre le impidió permanecer mucho tiempo en una misma empresa. Encontró en la madera su pasión.
Empezó con una carpintería en el Abasto y en enero de 2017 se instaló en Bariloche con su esposa.
LO QUE DESCUBRÍ EN BARILOCHE
“Acá empecé a trabajar con lenga, ciprés y coihue. Me gusta poder empezar desde el tablón en bruto y, a través de distintos procesos, obtener el producto final”, cuenta Guido.
“Debajo de la casa donde me crié, en la calle Perú casi Independencia, había una carpintería. La madera estuvo siempre presente en mi vida. Me gusta cómo es al tacto, me gusta trabajarla, darle forma. No me pasa con otros materiales. Mi viejo era herrero y también aprendí bastante con él. Hoy también hago muebles en hierro y madera”.
MIS PASIONES
Tallar y tornear están entre las actividades que más disfruto. Hago esculturas a través de la talla partiendo de raíces y maderas lavadas por el lago. En Bariloche también descubrí el placer por la tornería artística.
Uno de los proyectos que más disfruté fue hacer los muebles de mi casa ni bien nos mudamos a Bariloche. Con madera de cedro hice un rack con un sistema de encastre con cuñas. Y con otros tablones que viajaron en la mudanza hice una vajillero de estilo campestre.
LO QUE MÁS ME GUSTA DE BARILOCHE
Caminar por el bosque en completo silencio. Ahora que llega el calor no disfruto de estar al sol o meterme a los lagos, pero sí de andar bajo los árboles y toparme con pájaros carpinteros.
ESTUDIOS
Hace unos años hice un curso de talla en el Museo Sívori. Y antes había hecho otro de restauración en el Museo Sarmiento, en el barrio de Belgrano. Esa es otra de las aristas que me gustaría desarrollar como parte de mi oficio.
RECICLAR, RECICLAR, RECICLAR
En mi familia dicen que tengo “alma de ciruja”, me gusta revisar contenedores y encontrar piezas de madera que puedan tomar una nueva forma en el taller. Tuve una marca que se llamó justamente Reciclarpintería, que me permitía jugar con maderas recicladas. Y ese concepto siempre aparece en algunos trabajos.
JUGUETES PARA LOS CHICOS
Durante la pandemia, tuve que buscar una alternativa a la fabricación de muebles y creé Pupununa, una marca de juguetes hechos de forma artesanal y con materiales nobles. Disfruté mucho de hacerlos y desarrollé varios kits: de herramientas, de costura, de mate, de jardinería y uno de campamento inspirado en la Patagonia.
Fotos: Paz García Pastormerlo
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