Gisèle Pelicot: la justicia francesa impone la pena máxima al exmarido por violaciones en serie

También condenó a los otros 50 acusados a entre 3 y 15 años de prisión, unas penas inferiores a las solicitadas por la fiscalía.

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La justicia francesa impuso este jueves la pena máxima de 20 años de prisión a Dominique Pelicot por drogar durante una década a su entonces esposa Gisèle para violarla junto a decenas de desconocidos, al término de un juicio histórico.

El tribunal correccional de Aviñón, en el sur de Francia, también condenó a los otros 50 acusados a entre 3 y 15 años de prisión, unas penas inferiores a las solicitadas por la fiscalía que crearon malestar en los tres hijos de la víctima.

«Respeto» la sentencia, dijo en una breve declaración a la prensa Gisèle Pelicot, quien en tres meses se ha convertido en un icono feminista mundial por rechazar un juicio a puerta cerrada, al que tienen derecho las víctimas, para que «la vergüenza cambie de bando».

«Pienso en las víctimas no reconocidas, cuyas historias permanecen a menudo en la sombra. Quiero que sepan ustedes que compartimos el mismo combate», agregó la mujer de 72 años, deseando «un futuro en el que todos, mujeres y hombres, puedan vivir en armonía».

La expectación era importante este jueves tanto dentro como fuera del Palacio de Justicia de Aviñón. Ante periodistas de 180 medios acreditados –86 extranjeros–, los cinco magistrados del tribunal anunciaron las condenas, empezando por Dominique Pelicot.

«Señor Pelicot, respecto al conjunto de los hechos, lo declaramos culpable de violación con agravantes», declaró Roger Arata, el presidente del tribunal. De pie, el principal acusado, de 72 años, no expresó ninguna emoción.

Aunque desde el inicio del juicio el 2 de septiembre nunca negó haber drogado a escondidas entre 2011 y 2020 a Gisèle con ansiolíticos para dormirla y violarla junto a desconocidos que contactó por internet, el anunció de la fuerte pena sí le afectó.

Su abogada Béatrice Zavarro no descartó recurrir la decisión. La víspera, dijo a la AFP esperar que el tribunal tuviera en cuenta los «traumas» que su cliente sufrió durante su infancia, incluida una violación a los 9 años.

La justicia declaró culpables a los otros 50 procesados –uno de ellos en rebeldía–, pese a que una treintena de ellos habían pedido la absolución al considerar que fueron «manipulados» por el «monstruo», el «lobo», el «ogro» Dominique Pelicot.

– «¡Gracias Gisèle!»

Las penas impuestas, en la línea de los 11,1 años de media por violación en Francia en 2022, se recibieron con decepción en las afueras del tribunal, donde se congregaron miembros de colectivos feministas. La fiscalía había pedido entre 4 y 18 años de prisión.

«¡Vergüenza para la justicia!», gritaron algunos de los manifestantes, entre un importante dispositivo judicial. «Mi cliente ha quedado libre y les da las gracias», les respondió uno de los abogados de la defensa. 

De los 32 acusados que comparecieron en libertad, seis no irán directamente a prisión, pese a haber sido condenados.

«Los hijos [de Gisèle y Dominique Pelicot] están decepcionados por las bajas penas», comentó un miembro de la familia, que pidió el anonimato, indicando que ninguno quiso hablar con su padre tras la condena.

La decisión se siguió muy de cerca en Francia y también en el extranjero, donde este juicio y su víctima se convirtieron en un símbolo de las agresiones sexuales a las mujeres. Los acusados, de entre 27 y 74 años, tienen perfiles sociales diversos.

«Gisèle Pélicot ha sentado en el banquillo al machismo y a la cultura de la violación. Su valiente decisión de hacer público el juicio ha hecho que la vergüenza cambie de bando», comentó en la red social X la ministra española de Igualdad, Ana Redondo.

Fuera de lo común por su duración, el número de acusados y, sobre todo, la atrocidad de los hechos denunciados, este juicio ya ha hecho historia.

Laure Chabaud, una de las representantes de la fiscalía, deseó durante el juicio que este enviara «un mensaje de esperanza a las víctimas de la violencia sexual» y sirviera para lograr un «cambio» en la sociedad.

Las asociaciones feministas esperan también que el juicio cambie la actitud ante las violaciones, intentos de violación y agresiones sexuales, que en Francia denuncian más de 200.000 mujeres cada año.

«¡Gracias Gisèle!», gritaron este jueves los manifestantes a la salida del tribunal de esta mujer, que puso rostro en los últimos meses a las víctimas de agresiones sexuales y a la sumisión química.

 

 


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