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La IA como herramienta de mediación para resolver conflictos

Aunque no reemplaza al mediador humano, con un marco legal adecuado y un uso ético de la tecnología, es una asistencia eficiente, accesible e innovadora en estos procesos.

En los últimos años, el avance e innovación de la tecnología ha irrumpido con fuerza, propiciando como nexo de las relaciones entre los seres humanos. Hoy en día, la inteligencia artificial (IA) se posiciona como una herramienta mediadora de aquellos conflictos de intereses contrapuestos, como una forma de gestionar y resolverlos .

Si bien la mediación ha sido históricamente un proceso llevado a cabo por profesionales del derecho y expertos en resolución de disputas, la IA abre un nuevo paradigma jugando un rol clave, asistiendo a las partes involucradas con la finalidad de arribar a un acuerdo, de manera rápida, eficiente y justa. Las soluciones tradicionales pueden quedar atrás en términos de tiempo y eficiencia, siendo desgastantes para las partes intervinientes. Evitando someter la contienda a un proceso judicial, que suele ser costoso, tedioso, especialmente con la creciente complejidad de los conflictos modernos vinculados con la tecnologías, comercio electrónico, o disputas laborales.

La mediación se puede definir como aquel proceso extrajudicial, voluntario y confidencial, por el cual se somete la resolución de un conflicto a un tercero imparcial, que auspicia de nexo, facilitando la comunicación entre las partes, a fin de que estas lleguen a un acuerdo. La función fundamental del mediador es crear un ambiente de confianza a fin de facilitar el entendimiento entre las partes intervinientes.

Aquí es donde la inteligencia artificial puede marcar la diferencia, dado el potencial de asistir al mediador y a las partes involucradas en varias fases del proceso, desde la evaluación del conflicto hasta la propuesta de soluciones. Los sistemas de IA pueden analizar grandes volúmenes de datos relacionados con el conflicto, tales como antecedentes legales, patrones de comportamiento y estadísticas de casos similares. Brinda una asistencia en la negociación para ofrecer propuestas automáticas de resolución basadas en algoritmos predictivos. Estas recomendaciones no solo se basan en los precedentes legales, también tienen en cuenta las preferencias y objetivos de las partes involucradas. De esta manera, la IA puede ayudar a reducir las barreras emocionales o cognitivas, promoviendo una mayor apertura hacia soluciones creativas, como así proporcionar herramientas útiles en la redacción y formalización de acuerdos. A través de sistemas automáticos, se puede generar acuerdos que respeten los principios y condiciones acordadas por las partes, garantizando la precisión y consistencia en los términos legales.

Desafíos de la implementación de IA en mediación


La utilización de esta herramienta también presenta grandes desafíos para su implementación. Aunque los algoritmos están diseñados para ser neutrales, la IA puede estar influenciada por los sesgos presentes en los datos con los que fue entrenada.

Es fundamental garantizar que la IA no reproduzca prejuicios o discriminaciones que puedan afectar el principio de imparcialidad del proceso.

Es por ello la necesidad de la supervisión humana no puede reemplazar el rol del mediador, especialmente en situaciones complejas donde se requiere empatía y juicio moral.

El mediador sigue siendo esencial para interpretar las dinámicas humanas y las emociones involucradas. Otra de la falencia es la problemática que versa sobre la privacidad y seguridad de los asuntos que se tratan, el uso de la IA para la recopilación de datos debe estar respaldado por estrictas normas que garanticen la confidencialidad de la información de las partes y eviten el acceso no autorizado.

Actualmente la implementación de la IA en la mediación se ve respaldada por herramientas y marcos legales que promueven su uso eficiente y ético. Un ejemplo de ello es la plataforma de resolución de disputas en línea (ODR) promovida por la Comisión Europea, permitiendo que los consumidores resuelvan disputas sin necesidad de acudir a tribunales, a través de un proceso de mediación y conciliación online, utilizando IA para gestionar los conflictos de manera ágil y accesible.

Recientemente, el Ministerio de justicia de la Nación organizo de manera online en el segundo encuentro de la Red Federal de Centros de Mediación. Allí se analizaron y expusieron cuestiones teóricas y prácticas sobre la IA aplicada a los métodos participativos de resolución de conflictos. Uno de sus moderadores, experto en la materia, Dr. Alberto Elisavetsky, aseguró que “la IA no reemplaza al mediador, al contrario, lo complementa con una mirada neutral y objetiva sin emociones que reduce la confrontación.”

En la misma sintonía el Director Nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de Conflictos, el Dr. Juan Luce sostuvo: “En comparación a un juicio, la mediación es mucho más rápida para solucionar un conflicto y la inteligencia artificial aporta celeridad a favor de todas las partes tanto en audiencias presenciales como virtuales”.

A modo de conclusión, la IA está demostrando su potencial como una herramienta innovadora en los procesos de mediación. Con un marco legal adecuado y un uso ético de la tecnología, la IA es una herramienta eficiente y accesible para la resolución. Si bien no sustituye al mediador humano, puede desempeñar un papel esencial en la resolución de conflictos.

* Abogado, miembro del Instituto de Derecho e I.A del Colegio de Abogados y Procuradores de Neuquén dirigido por la Dra. Vanesa Ruiz.


En los últimos años, el avance e innovación de la tecnología ha irrumpido con fuerza, propiciando como nexo de las relaciones entre los seres humanos. Hoy en día, la inteligencia artificial (IA) se posiciona como una herramienta mediadora de aquellos conflictos de intereses contrapuestos, como una forma de gestionar y resolverlos .

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