Chubut: la justicia que no deja que se ponga el pecho

Antes de leer su discurso relacionado con el primer año de gestión, el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, agradeció la presencia de la Banda de Música de la Policía de la provincia y la calificó como “la mejor banda de música del país”. Acto seguido, con una amplia sonrisa y mirándola, le dijo: “Hoy se portan bien, ¿eh?«

La frase recorrió las escalinatas del ministerio de Educación, lugar elegido por el mandatario para hacer un racconto de lo que hizo durante al año y llegó hasta sus principales funcionarios, quienes tampoco pudieron evitar una sonrisa. Era más que obvio que esas cinco palabras recreaban lo que había ocurrido días atrás en Comodoro Rivadavia cuando la misma banda de música despidió a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich con el icónico tema de la “Mona” Giménez “Quién se ha tomado todo el vino”, lo que convirtió en viral en las redes a la ministra, a la banda de música, a Torres y a Comodoro Rivadavia.

Hay que recordar que cuando le consultaron sobre esta cuestión, el director de la banda Darío Quitramán dijo que el tema “no estaba siquiera en el repertorio” y que la banda lo ejecutó porque “recibieron órdenes de arriba”.

Nada para aclarar, porque puede seguir oscureciendo.

A pocas cuadras en un salón de audiencias judiciales, la exministra de Familia y exdiputada provincial Cecilia Torres Otárola declaraba sobre el juicio conocido como “Ñoquis calientes”, de la cual es la principal imputada por defraudación al Estado y abuso de poder.

Torres Otárola no se privó de nada en sus declaraciones. Habló de su exmarido, de dónde dormía, de quién le cuidaba las espaldas y reconoció que “en el verano de 2018 empiezo una relación de amor con Juan Martín Sandoval a sabiendas de que él estaba con su señora Romina Colucci, pero él (Sandoval) me dijo que la iba a dejar”.

Remembranzas de su vida privada. De la que nadie le preguntó porque además al comenzar, dijo que “no iba a responder preguntas”.

Juan Martín Sandoval era uno de los asesores de Otárola y quien la denunció por quedarse con dinero de sus asesores y otras cuestiones que derivaron en una investigación y el posterior juicio que ahora se ventila. La denuncia llegó, claro, después de que Sandoval no dejara a su esposa, terminara su relación de amor con la exministra y fuera despedido de su cargo de asesor.

Sin cuidar su lenguaje, en un tramo de su declaración del juicio oral y público, Otárola dijo: “Sandoval rompió los huevos y se colgó de mis tetas para hacer política”.

Las palabras de la exministra no tardaron en hacerse públicas. Los periodistas presentes en el juicio público recogieron tales afirmaciones que fueron reproducidas en portales, radios, medios escritos y televisivos de la provincia.

Las frases de la exfuncionaria fueron escuchadas en silencio por el tribunal que integran Marcela Pérez Bogado, Carlos Richieri y Luis Ennis quienes a las pocas horas emitieron un comunicado oficial en el que le pedían a la prensa que “la información sobre los dichos de los testigos sea acotada”.

Según la definición de la Real Academia Española “acotar” significa “reservar, prohibir o limitar”.

A los jueces les molestó que el periodismo divulgue la declaración de Torres Otárola. Pero no les molestó que, en la audiencia, la principal imputada ventile sus romances clandestinos o acuse a su examante y después denunciante de colgarse de partes de su cuerpo para hacer política.

Al igual que hizo Torres de manera sutil para referirse a lo que había ocurrido en Comodoro Rivadavia con la ministra Bullrich y “Se han tomado todo el vino”, no hizo falta ser muy despierto para saber a qué se dirigía la “advertencia” judicial.

Para los jueces está bien decir en una audiencia pública “se colgó de mis tetas” pero no está bien divulgarlo.

Por eso pidió a la prensa, acotar: “Se portan bien, ¿eh?»