Muy personal | Eze Naumiec, viticultor y diseñador de momentos: «terminar el día con una copa de vino es celebrar la vida»
Encontrarle la belleza a cada momento de nuestras vidas: por ahí pasa el desafío de uno de los bodegueros más importantes de la Patagonia. Produce y crea desde Río Colorado.
Ezequiel Naumiec se define como viticultor, anfitrión y diseñador de momentos.
Es el creador de los viñedos y bodega Trina, en Río Colorado, un sitio que además ofrece un restaurante y hospedaje.
Es uno de los principales bodegueros de la Patagonia. Produce vinos de alta gama y atrevidos, según él mismo lo caracteriza.
¿En qué consiste tu trabajo?
Hablar de trabajo no sería justo porque cuando me preguntan de que trabajo siento que no tengo un trabajo sino una actividad que me encanta. Todos mis días son bastantes distintos y van cambiando. Voy al ritmo de las viñas. Hoy me considero viticultor y anfitrión.
¿Qué es la bodega para vos?
Fuente de inspiración, es donde bajo a tierra y me adapto a los tiempos de la naturaleza. Es mi cable a tierra, donde los tiempos son los verdaderos, la realidad misma. Ahí todo es real.
La bodega también es la paleta donde se crean los colores que tengo en la cabeza, para luego plasmar en el lienzo. Ahí suceden muchas cosas de mi vida, el calendario de tareas de la viña y de la bodega son la prioridad, yo luego me acomodo a eso.
La bodega encontró en mí el poder de unir la creatividad y la armonía de lo estético para que sea un espacio de contemplación entre la naturaleza y el diseño. Creo al ver un entorno lindo, cuidado y detallista, sin darnos cuenta, haga que nos encontremos viviendo una experiencia de armonía para los sentidos. Me gusta que el hecho de transmitir belleza, y lo intento desde el vino, una comida rica, un lugar lindo para estar y una atención que acompañe y sepa unir esto.
¿Qué es el vino para nuestra cultura?
El vino une, el vine descontractura, nos hace hablar y compartir. Nos hace sentar en la mesa. Nos hace prestar atención al que tenemos enfrente, nos hace ser empáticos.
Hoy pienso muy distinto de cuando solo hacíamos vino. Hoy, con el enoturismo siento que hubo una evolución en mi pensamiento sobre él, corrimos del lado intentar tener el mejor vino, me corrí de ese ego. Ahora quiero que nuestros vinos lleguen a ser parte de excelentes momentos. De momentos inolvidables.
El vino es el resultado de un excelente trabajo en equipo, donde cada parte de la cadena productiva es igual, ahí somos todos importantes, desde el que riega, hasta el que levanta la uva o el que mete el vino en la barrica. Todo el recorrido exige la misma responsabilidad.
Una copa de vida no se le niega a nadie…
Particularmente no tomo vino con cualquiera, elijo muy bien ese momento porque es un momento en el cual comparto mi tiempo, y eso lo tengo reservado para la gente que quiero y para aquellas personas que uno logra conexión sin ni siquiera saber cómo se llaman. Intento que cada copa de vino sea un aprendizaje en mi vida, y eso ocurre con las buenas charlas, o también con cómodos silencios. Tomar un vino solo por el hecho de beber hoy no tiene lugar en mí.
Tinto, blanco…
Fan del tinto pero empecé a entender (.no hace tanto) la magia de los blancos. De los tintos es fácil hablar, pero encontrar los tiempos para los blancos es grandioso. Un atardecer de calor, preparando el fuego para un asadito, un poco música en un cóctel, todo eso con una copa fría de vino blanco, fresco, aromático hace que el momento tenga un gran upgrade.
Intento predicar que el vino lo tomemos con mente de principiante, sin juzgar me gusta o no me gusta, solo eso. Y ver qué pasa con mis sentidos, qué es lo que me da placer y lo que no, lo que gusta o no me incomoda en cada sorbo. Todos tenemos una experiencia diferente, vivencias distintas. Por eso, la percepción de cada uno es diferente; entonces es imposible decir que es lo que hay que sentir. Me dejo llevar.
Un vino para un atardecer con amigos.
Soy fan de lo simple en la sofisticación, a orillas de un río, una copa de vino, amigos y tapeo, amo el tapeo, a diferencia de la picada, el tapeo nos pernite unir sabores. Desde una tortillita de papas, hasta una tostadita con berenguenas al escabeche, una pasta aceitumas y boquerones, un rollito de zuchini encurtido, jamón crudo y una rúcula, unas peras con queso azul, huevos rellenos, morrones pelados al fuego en oliva y ajo. La lista puede ser interminable. El tapeo se hace interesante con lo que hay… la creatividad nos pone a prueba para divertirnos con los sabores y la sensaciones.
¿Una copa de vino para terminar el día?
Terminar el día con una copa para mi es el resultado de una excelente jornada, nunca tomo vino para mejorarlo sino como cierre de un excelente día, de pequeños objetivos cumplidos o de lindos pasos logrados.
¿Te va un cóctel o trago con vino?
Lo primero que me sale decir es que no me gustan los tragos con vino, creo que la coctelería tiene excelente bebidas como para tener que usar vino, no lo creo necesario, me cuesta opinar de algo que no entiendo, quizás me flexibilice y logre que me guste. Siempre fui muy conservador hasta que un chorro de soda cayó en mi copa con un fondito de vino y me encantó. Excelente aperitivo. Entonces, quizás, pienso esto porque aún no tomé el trago que me haya gustado. Estoy abierto que quizás llegue ese momento.
El último regalo que te hiciste.
Momentos con mis amores: mis hijos, mi mujer Paula, mi familia. Cuesta encontrar esos espacios entonces me propongo mucho construir esos momentos.
Música que estás escuchando…
Me gusta escuchar cosas nuevas, me gusta el jazz, la electrónica, y un poco de rock nacional para cantar en la ruta.
El plato que mejor te sale.
Me gusta mucho la cocina, el plato que más me gusta son las cosas nuevas, no cocino cosas iguales, mi desafío es con lo que hay, ya sea en la huerta o en la heladera, que se transforme en un mundo de sensaciones. La parte que más me gusta de la cocina hoy en día es la antesala de la cocina, ir a la huerta para que ve hay y a partir de ahí surgen las ideas. Todo comienza en la huerta o hablando con los productores, el plato final es una consecuencia de eso. Me divierte mucho la comida vegetariana, es un mundo enorme, muy creativo.
Una escapada en la zona que recomiendes.
Un tour gastronómico en puerto Madryn.
Visitas a las bodegas del Valle.
Un pescadito a la plancha y una copa de vino blanco en los atardeceres de las playas Doradas.
Flotada en el Rio Colorado.
Una caminata por sierra de la ventana.
Un destino que te gustaría conocer.
En Argentina quiero conocer más el norte, lugares de vistas imponentes, su gastronomía y sus vinos, sus telares y artesanías me atrapan casi sin saber nada pero me atrae muchísimo. Y el exterior me gustaría conocer más de la cultura griega y el Mediterráneo ….ver cómo, para mí, el mundo se acomodó desde ahí…
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