Cada vez más estudios científicos revelan que uno de los mejores remedios para el cerebro es la actividad física.
Las evidencias demuestran que inmediatamente después de una sesión de actividad física, las personas obtienen mejores resultados en la memoria operativa.
Según el artículo de Dana Smith publicado por el The New York Times titulado: ¿Por qué el ejercicio físico fortalece la salud del cerebro?, las evidencias demuestran que inmediatamente después de una sesión de actividad física, las personas obtienen mejores resultados en la memoria operativa y otras funciones ejecutivas. Esto se debe en parte a que el movimiento aumenta la liberación de neurotransmisores en el cerebro, sobre todo epinefrina y norepinefrina.
“Lawfare a la rionegrina”, la definición del PJ para las causas de Techo Digno
La científica Henriette Van Praag, recuerda que a fines de la década de 1990 cuando trabajaba en el Instituto Salk de Estudios Biológicos de San Diego, descubrieron que el ejercicio estimulaba el crecimiento de nuevas células cerebrales en ratones mayores. Tal revelación llevó a un cambio radical en su vida y en el de miles de personas, ya que la misma respuesta evidenciada en roedores, replicó luego en seres humanos.
Si bien está en debate si el ejercicio puede hacer que crezcan nuevas neuronas en seres humanos adultos, se sabe que es excelente para el cerebro, ya que mejora el estado de ánimo y la cognición a través de “una plétora” de cambios celulares, señaló la especialista neerlandesa.
El circuito empieza por los músculos, cuando nos ejercitamos. De allí se liberan moléculas que viajan por la sangre hasta el cerebro. Un buen flujo sanguíneo mejora la circulación y estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro.
Una vez que estas señales llegan al cerebro, se liberan otras sustancias químicas a nivel local como la hormona llamada factor neurotrófico derivado del cerebro, o BDNF por su sigla en inglés, que es esencial para la salud neuronal y la creación, tal como si se tratara de un fertilizante, de nuevas conexiones entre neuronas -sinapsis-.
Un mayor número de vasos sanguíneos y conexiones entre neuronas puede incluso aumentar el tamaño de distintas zonas cerebrales.
La doctora Heidi Johansen-Berg, de la Universidad de Oxford, avanzó un poco en el estudio del volumen del hipocampo en un grupo de jóvenes voluntarios luego de seis semanas de ejercicio aeróbico, comparado con los que solo miraban un video.
Hallaron un aumento significativo del volumen de esta estructura en los individuos activos, es decir que la plasticidad morfométrica del hipocampo se produce mucho más rápido de lo que estaba establecido. Lo interesante es la demostración del cambio en el volumen en jóvenes de entre 20 y 30 años, o sea que la plasticidad de esta área cerebral es modulada por el ejercicio aeróbico durante toda la vida y no sólo ante una atrofia relacionada con la edad.
Este efecto es importante particularmente en los adultos mayores, porque puede compensar la pérdida de volumen cerebral que se produce con la edad.
Otoño Uriarte: un juicio que buscará romper los silencios y cerrar las heridas
Efectos positivos
La actividad física tiene muchos efectos positivos en el cerebro, entre ellos:
- Aumenta la capacidad cognitiva
2. Favorece la formación de nuevas neuronas
3. Incrementa el flujo sanguíneo en el cerebro
4. Estimula la liberación de endorfinas, las hormonas de la felicidad.
5. Ayuda a mejorar las habilidades de pensamiento en personas con demencia
6. Ayuda a mejorar los síntomas de depresión y ansiedad.
Todos estos beneficios llevan a prescribir médicamente la actividad física, siendo hoy por hoy el remedio más barato y accesible que existe.
La recomendación de la OMS indica 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana.
Es por ello que para quienes deban prestar tareas cognitivas, estresantes, preocupantes o experimenten dificultades para el descanso, ponerse las zapatillas para caminar o correr, nadar, bailar, andar en bicicleta puede ser el principio de una vida diferente. No solo para ser más eficientes, sino como budismo para la ansiedad -la actividad física es ansiolítica-, prevenir enfermedades y salir airoso ante las presiones propias de la vida cotidiana.
Una actividad física aeróbica y de fuerza localizada es particularmente recomendable para los adultos mayores ya que como se ha comprobado mejora la memoria, ayuda a preservar la autonomía y en la medida en que pueda ser cumplida en las primeras horas del día, contribuye a la sensación de “objetivo cumplido”.
El alejamiento del sedentarismo y de las pantallas por unos minutos al día, transforma al tiempo dedicado al ejercicio, en una actividad vivencial e intransferible en cualquiera de sus posibilidades (deporte, educación física, prácticas corporales con desgaste de energía) y en uno de los pocos bastiones infranqueable para las grandes corporaciones tecnológicas.
Es por ello que, antes de una presentación, de una reunión de negocios o de cualquier otra tarea que requiera estar en el punto más alto de atención, es recomendable realizar previamente ejercicio físico para maximizar las funciones cerebrales.
Afortunadamente hoy estamos en las antípodas de la división cartesiana que separaba la cosa pensante (res cogitans), del cuerpo (res extensa) y hoy hay consenso en comprender al ser humano como un todo.
A tenor del avance científico, cabe preguntarse ¿cómo se podrían utilizar tales conocimientos para mejorar la educación y la vida en sociedad?
Así, a no dudarlo, los estudiantes no solo absorberían mejor las clases de lengua o de matemáticas, sino que serían mucho más felices. Del mismo modo una sociedad que haga de la actividad física una costumbre, mejoraría sensiblemente su calidad de vida.
Como bien señala el reconocido Profesor Emilio Masabeu, “nunca es tarde para empezar, ya que la neuroplasticiad nos espera hasta el último día de nuestras vidas “ y “el placer corporal que se siente en la ducha luego de la actividad física, cambia la estructura de cuerpo en bienestar y no en stress”
Así llegamos al doblemente provechoso círculo virtuoso de: “Estoy contento y me muevo” o ”Me muevo y me pongo contento”.
Comentarios