Seis deportistas rionegrinos en los Juegos Latinoamericanos de Trasplantados: «Uno vive gracias al otro»
Gabriela Borraro, de Bariloche, Sergio Ziaurris, de Villa Regina, Miqueas Pérez, de Cipolletti, Alejandro Germanos y Javier Monti, de General Roca y Daniel Cuenca, de Río Colorado, compiten en San Juan.
Los seis atletas rionegrinos que participan en los Juegos Latinoamericanos de Trasplantados en San Juan. Foto: gentileza
Seis deportistas de Río Negro participan de la 14 edición de los Juegos Argentinos y Latinoamericanos de Trasplantados que se desarrolla en San Juan. Se trata de Gabriela Borraro (Bariloche), Sergio Ziaurris (Villa Regina), Miqueas Pérez (Cipolletti), Alejandro Germanos y Javier Monti (General Roca) y Daniel Cuenca (Río Colorado) que compiten en disciplinas como atletismo, natación, tenis, bádminton y ciclismo.
“Uno vive gracias al otro. Se aprende que uno está porque hay otro” es casi el lema de Gabriela, de 58 años que fue la primera persona con cáncer neuroendocrino que accedió a un trasplante hepático.
En 2012, le detectaron la patología que ya estaba avanzada y los médicos le llegaron a dar semanas, a lo sumo meses, de vida. Sin embargo, los especialistas notaban que la recuperación de Gabriela era buena y en 2014, pidieron una excepción al Incucai para que autorizara un trasplante de hígado ya que, hasta el momento, solo realizaban en casos de cirrosis y hepatitis B. Se concretó el 3 de enero del 2015.
Durante los seis días que permaneció internada, Gabriela intentó averiguar quién había sido su donante. Supo que se trataba de una mujer de 46 años, de Santa Fe. Siempre sintió ganas de agradecerle a sus padres «por semejante acto de amor».
Hoy, Gabriela lidera la Fundación Nahuel Rosa, una organización que acompaña a mujeres sobrevivientes de cáncer de mama a través del remo. “Todo lo que viví me despertó la necesidad de armar un proyecto como Nahuel Rosa. Uno aprende a dar por todo lo que recibió. Es una oportunidad de vida. Y este evento nos permite difundir la necesidad de la donación de órganos y dar testimonio de que, gracias a los donantes, podemos alcanzar una vida plena. Es una forma de honrar a quienes nos dieron esta oportunidad. Sus órganos no van al cielo, quedan aquí y salvan vidas”, expresó esta mujer que hoy compite en atletismo y bádminton.
Del evento en San Juan participan alrededor de 250 trasplantados no solo de Argentina sino de Uruguay, Chile y Brasil. Surgió a partir de la creación de la Asociación de Deportistas Trasplantados de Argentina y se realiza cada dos años, a fin de que no coincidan con los Juegos Mundiales para Deportistas Trasplantados.
«Es una forma de encontrarse y dar testimonio de que gracias a nuestros donantes tenemos la vida que tenemos y la llevamos plenamente, honrándolos. Cada uno lo hace a partir de lo que sabe, que es el deporte. Es una muestra de calidad de vida y vida normal», señaló Gabriela.
Los Juegos no solo representan una celebración de la vida para los trasplantados, sino también permite destacar la importancia de la donación de órganos. Nacieron en Mar del Plata en 2005 con la idea de una competencia más federal y sumar a todas las provincias del país.
En esta edición de los juegos, los deportistas compiten en atletismo de campo y pista, natación, maratón de cinco kilómetros, tenis, bádminton, petanca (bochas), basquet, voley, newocom, tejo y ciclismo.
A Sergio le diagnosticaron leucemia mieloide aguda en General Roca en 2009, de casualidad a partir de un cuadro de apendicitis.
En el hospital Ramos Mejía de Buenos Aires le indicaron que tenía el 90% de los huesos tomados por la leucemia. En tres meses de quimioterapia, la enfermedad cedió al 100% y quedó en condiciones de ser trasplantado para evitar el regreso de la leucemia. Así fue como atravesó un trasplante de médula ósea en el hospital de La Plata, en Buenos Aires, y su hermano resultó ser su donante.
Hoy, en San Juan compite en lanzamiento de jabalina, disco, pelota de softbol, tenis de mesa y bádminton. Al igual que Gabriela, consideró que los Juegos son un espacio para agradecer y dar fuerza a quienes atraviesan procesos similares. “Es una manera de rendir respeto y agradecimiento a mi familia, amigos, enfermeros y médicos que acompañan. También es un mensaje de ánimo para quienes esperan un trasplante o ya lo recibieron. Sabemos que es un camino difícil, pero vale la pena luchar”, destacó.
Cada provincia llevó como representantes a sus deportistas trasplantados, pero en algunos casos, también presentó donantes, como el caso de una pareja en la que el esposo le donó un riñón a la mujer. Cada disciplina se divide por categorías.
«Se trata de honrar a nuestros donantes, dando testimonios de una vida plena, pero además difundir la necesidad de la donación, sabiendo que hay 10 mil personas a la espera de un órgano«, concluyó Gabriela.
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