Otoño Uriarte: así se defendieron los cuatro acusados durante el juicio en Cipolletti, qué se dijo
Los acusados, a través de sus abogados, apuntaron a las falencias judiciales y falta de pruebas en sus alegatos finales. Mirá el detalle de cada defensor.
En el juicio por el crimen de Otoño Uriarte, ocurrido hace 18 años, las defensas de Néstor Cau, Maximiliano Lagos, Germán Antilaf y José Hiram Jafri expusieron sus alegatos de apertura, apuntando a la falta de pruebas directas y solicitando la absolución de sus defendidos. Los acusaron de «privación ilegítima de la libertad»»» con los agravantes de duración prolongada, participación de más de tres personas, la minoría de edad de la víctima, abuso sexual y el resultado de muerte.
Qué dijo la defensa de Néstor Cau, uno de los imputados por el crimen de Otoño Uriarte
Marcelo Caraballo, abogado de Néstor Cau, inició señalando que este juicio debe centrarse en esclarecer los hechos y no en «llenar un casillero vacío con un culpable cualquiera». Reiteró la necesidad de objetividad, enfatizando la falta de pruebas que conecten a Cau con el crimen. Según Caraballo, no se ha demostrado:
- Que Cau tuviera algún motivo o plan contra Otoño.
- Que estuviera con ella en el momento de su desaparición.
- Que hubiera usado un vehículo para trasladarla.
- Las circunstancias exactas de la muerte de la víctima.
El abogado coincidió con la querella en que se omitieron líneas investigativas cruciales, como la posible implicación de estructuras policiales en el encubrimiento o la falta de perspectiva de género en la causa. Concluyó destacando que Cau, al igual que la familia Uriarte, merece conocer la verdad tras 18 años de incertidumbre.
Crimen de Otoño Uriarte: cómo fue la defensa de José Jafri
Por su parte, Rubén Antiguala, defensor de José Jafri, calificó la acusación como «infundada y devastadora», señalando que Jafri ha sido víctima de un proceso que vulneró su dignidad y el derecho a un juicio justo. Afirmó que no existe evidencia concluyente que lo vincule al crimen, mencionando:
- La invalidez de una prueba odorológica formalmente presentada.
- Inconsistencias en el manejo de las pruebas de ADN.
- Declaraciones y pruebas que, según Antiguala, no superan un análisis riguroso.
El defensor también subrayó que Jafri ha sido utilizado como un «chivo expiatorio», insistiendo en que las teorías de la Fiscalía carecen de respaldo material y lógico. Finalmente, llamó al tribunal a absolver a su cliente y devolverle la dignidad que, según dijo, le fue arrebatada durante 18 años de sufrimiento.
Así defendieron a Germán Antilaf: los alegatos de apertura en el juicio por Otoño Uriarte
El abogado Carlos Vila inició su alegato cuestionando la falta de una acusación clara contra su defendido, Germán Antilaf. Según Vila, la imputación no detalla de manera precisa qué habría hecho Antilaf ni qué pruebas concretas lo vinculan al caso.
Sostuvo que la causa está basada en especulaciones más que en hechos comprobables, describiendo la investigación como un “capricho judicial” que ha intentado forzar una hipótesis sin fundamentos sólidos.
- Habló de la similitud con el triple crimen de Cipolletti.
- Al igual que la defensa de Jafri, Vila dijo que Antilaf es «un chivo expiatorio».
- Acusó al poder judicial de «querer torcer la realidad para sostener una teoría fiscal».
Vila criticó la calidad de las pruebas presentadas, mencionando ejemplos de irregularidades como la pericia odorológica, en la que, afirmó, ni siquiera se identificaron los frascos utilizados para los análisis. Citó también un fallo de sobreseimiento previo que consideró la extensión del proceso como una violación a las garantías de un juicio en un plazo razonable.
El defensor hizo un paralelismo entre este caso y otros emblemáticos en la región, como el triple crimen de Cipolletti, para señalar lo que considera errores sistemáticos en la búsqueda de la verdad. Vila concluyó que Antilaf es un chivo expiatorio en una causa carente de pruebas y dirigida por una “tozudez judicial”.
Qué rol tuvo Maximiliano Lagos en el caso Otoño Uriarte: así lo describió su abogado
Por su parte, Edgard Lucero, defensor de Maximiliano Lagos, calificó la investigación del caso como un ejemplo de «mala praxis judicial». Citó un artículo del Diario RÍO NEGRO que titulaba la causa como tal en 2021 y destacó cómo el proceso ha estado marcado por inconsistencias desde sus inicios.
Lucero repasó cronológicamente la participación de Lagos en el caso, subrayando que inicialmente fue interrogado como testigo y colaboró con la investigación, declarando sobre su relación amistosa con Otoño Uriarte.
- Lucero insistió en que las pruebas son insuficientes para vincular a Lagos con el crimen.
- Alegó la «buena relación» que tenía su defendido con Otoño Uriarte, hasta habló de regalos que iba a realizarle la víctima a su bebé.
- Dijo ser uno de los únicos letrados que está desde el comienzo y que vivió «todos los momentos» del proceso
Sin embargo, años después, pasó a ser acusado sin que se le presentaran pruebas claras que lo vincularan al crimen. Lucero destacó que la imputación inicial combinaba cargos de homicidio y encubrimiento del mismo hecho, algo que describió como una “aberración jurídica”.
El abogado también denunció irregularidades en la reubicación de la causa de una jurisdicción a otra, la falta de resultados en peritajes y el manejo de pruebas clave, como el análisis de llamadas telefónicas, prendas y restos biológicos, que no comprometieron a Lagos. Además, mencionó un comentario hecho por un funcionario judicial que admitió la existencia de una «causa paralela», involucrando a integrantes del Superior Tribunal de Justicia y jefes policiales.
Lucero cerró su exposición cuestionando la acusación de la Fiscalía y planteando dudas sobre los hechos específicos que se le imputan a Lagos, dejando en claro que, en su opinión, las pruebas presentadas son insuficientes para sostener una condena.
El caso sigue en debate, y el foco está puesto en si la Fiscalía podrá probar, con evidencia sólida, las hipótesis presentadas contra los imputados.
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