“Que no se duerma mi pueblo”: el caso Otoño Uriarte y las sensaciones que circulan en Fernández Oro

Los grafitis la recuerdan a cada paso, desde 2006, en los 18 años que el caso lleva impune, pero ¿qué opinan los vecinos y vecinas hoy, en la previa del esperado juicio?

En Fernández Oro el tránsito circula apresurado, bajo el sol agobiante. Parece que la vida siguió después del 2006, con más habitantes y un crecimiento sostenido, pero cuando se pregunta por Otoño Uriarte, las emociones afloran, sin letargo que las diluya.

En la previa del esperado juicio que comienza este martes 26, las sensaciones se viven puertas adentro, en silencio, como las de quien guarda un recuerdo traumático que eligió dejar de mencionar en las conversaciones. “¿Qué tal, buen día, en qué te ayudo?”, es la bienvenida en cualquier negocio, pero el tono cambia y la mirada también cuando se nombra a esta joven, reaparecen la amargura y la tristeza en los ojos.

Esta rotonda y a sus laterales, las calles Kennedy y Cipolletti fueron el último sector de la ciudad donde Otoño fue vista con vida. Foto: Florencia Salto.

Miguel es uno de ellos, a cargo de una verdulería céntrica. Algunos años mayor que Otoño, la conoció por vínculos en común y no pudo disimular que aún le afecta pensar en lo que le sucedió, acompañado por la desconfianza de que los imputados Maximiliano Lagos, Germán Antilaf, Néstor Cau y José Jafri sean los verdaderos responsables de su muerte o al menos los únicos. 

María Ester siente algo parecido, detrás del mostrador de una despensa a escasos metros de la rotonda que vio pasar a Otoño por última vez, en la noche del 23 de Octubre. Madre de adolescentes que compartían con la joven los recreos en el CEM 14, dijo que “no podían creerlo, quedamos muy mal. Se paralizó el colegio, los chicos se sumaron a buscar también en su momento”. A la expectativa de lo que se resuelva en las nuevas audiencias, con la inevitable posibilidad de cruzarse en la calle con algún acusado, cada tanto, afirmó que lo importante es que se sepa la verdad, qué es lo que realmente pasó, porque les quedaron muchas dudas. En tantos años de incertidumbre, la única certeza es que en cada recordatorio verán la marcha pasar y las velas encenderse, para honrar la memoria de Otoño.

Tras 18 años comienza el juicio por Otoño Uriarte. Foto: Florencia Salto.

Como las movilizaciones y las vigilias, las actividades fueron encabezadas por muchos vecinos y vecinas que aún hoy transitan por las calles orenses, amigos, familiares y docentes, un entorno que hoy convive con la marca de lo ocurrido. Organizaciones sociales y de la comunidad católica, también apoyaron la movilización para visibilizar y que no caiga en el olvido. Otros llegaron a la ciudad con el tiempo y se encontraron con “la historia” que no les tocó de cerca, pero que los interpela cuando sus hijas crecen y quieren usar la libertad que merecen, de andar sin miedo.

Wara es una joven mamá que pasaba por la vereda del municipio y que dialogó con RÍO NEGRO, delante de una de las tantas pintadas que el edificio tiene en honor a Otoño. “Me enteré que cada año hacen una marcha, pero creo que se ha naturalizado ya”, sensación en la que coincidió Julio, un cipoleño radicado en Oro hace más de 30 años. Aún así, Wara reafirmó que “lo necesario es que se investigue a fondo, en mi caso tengo una hija de 16 años, además de dos nenas, y me da inseguridad que salgan, no me siento tranquila, no me animo”, recalcó. 

Pedido de Justicia por Otoño Uriarte. Foto: Florencia Salto.

En el CEM 14, en una de las radios locales como es Oro Latino, y en el Municipio, el tema genera posturas dispares. Los oyentes de la emisora siguen las novedades a través del programa informativo y suman sus opiniones en algunos casos, como comentó el conductor “Falú” Guzmán, mientras que desde el colegio de Nivel Medio donde Otoño cursó, sus directivos explicaron que el recuerdo convive con el de varios casos trágicos previos y posteriores a su desaparición, lo que queda a la vista en cada mural exhibido en sus paredes y en las intervenciones que aún se leen en el exterior del edificio. Eso marcó y sigue marcando a cada nueva tanda de estudiantes que ingresa, año a año, pero las problemáticas no han cesado, por eso en muchas ocasiones, “seguimos reclamando justicia aunque a veces lo urgente pasa por encima de lo importante”, plantearon las autoridades. 

Finalmente desde la gestión del intendente Gustavo Amati, aseguraron que “obviamente la postura del municipio es la de pedir que se resuelva el caso, que haya justicia, por eso se le puso el nombre de Otoño al Polideportivo y a una plazoleta, pero somos muy respetuosos de la opinión de la familia respecto a los organismos estatales y no queremos tensionar esa relación”, argumentaron. Por ese motivo no participaron de la entrevista en video, como sí hicieron las demás voces en esta búsqueda. 

Mural por Otoño Uriarte. Foto: Florencia Salto.

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