El 2025 y la telaraña política
El peronismo pone mucho en juego en la elección de medio término y los alineados a Javier Milei tienen el desafío de lograr un marco de entendimiento para evitar la diversificación de los votos.
Martín Doñate, Silvina García Larraburu y Alberto Weretilneck fueron electos senadores en 2019. Archivo
Las elecciones nacionales de medio término ponen en juego mucho y aunque faltan once meses, en Río Negro ya se evidencian las ansiedades y el tejido enmarañado de estrategias.
Hay un contexto nacional que afecta a todo el mapa: la desmotivación de la población y el descreimiento de la política agitado desde las más altas esferas del poder. La polarización entre quienes apoyan al gobierno de Javier Milei y los que están en las antípodas, de la mano del kirchnerismo, gana terreno y será la línea de conducción del debate.
El peronismo rionegrino tiene la presión de que se renuevan las dos bancas de senadores que mantiene desde 2007 con sus distintas denominaciones, ahora representados por Martín Doñate y Silvina García Larraburu, que llegaron con el sello Frente de Todos. La tercera banca, por la minoría, hoy está en manos de JSRN que en 2019 hizo pie en el Congreso con la figura del gobernador Alberto Weretilneck que llegó después de que la Corte Suprema frene su intención de ir por la re-reelección.
El peronismo viene de perder dos bancas de diputados (en 2021 y 2023) y entienden que su riesgo es grande, por eso la pelea por la ubicación es fundamental. En pocas palabras: el que encabece la lista tiene posibilidades, el segundo es una gran incógnita.
En el espacio creen que confluir todos encolumnados con Cristina Fernández de Kirchner es un primer paso. Doñate -que planteó proyectar esta elección como escala para el 2027- y García Larraburu, tendrían aspiraciones de seguir y delinean sus propios esquemas. Algunos tampoco olvidan la promesa anticipada de la conducción del PJ de una gran interna del campo popular para definir candidatos.
La Libertad Avanza irrumpió el año pasado a nivel nacional y en Río Negro la diputada Lorena Villaverde este año se consolidó como la referente de la fuerza. Con el trámite del sello en curso, que según el sector llegaría a tiempo para las próximas elecciones, la diputada tiene intenciones de saltar al Senado y allí se abre otro dilema en la sucesión de su banca: el que seguía en la lista es el roquense Miguel Muñoz, del partido Fe, con quien rompió relaciones. También está la opción de hacer valer la cuestión de género e inclinar la balanza para que la cipoleña Natalia Chemor, una dirigente cercana a Aníbal Tortoriello, que iba tercera en la lista, sea la reemplazan. Hay antecedentes de los dos lados de la biblioteca en el Congreso. La decisión es política.
Una certeza es que los seguidores de Milei tienen por delante solo ganancia en el 2025 porque hoy no ponen en juego ninguna banca de las cinco que se renuevan y la sumatoria de representantes en ambas cámaras, traccionados por el presidente, sería un hecho. La tarea está en armar una alianza estratégica entre todos los partidos afines como el PRO de Juan Martín; Primero Río Negro de Ariel Rivero; y el diputado Tortoriello, que termina su mandato. Todos con aspiraciones de un lugar expectante. Si van separados, se diversificará el voto mileista.
En JSRN evalúan a su favor que la boleta única de papel que se estrenará en 2025 de algún modo “beneficia” a los partidos chicos y no hay tramo presidencial; pero la nacionalización de la disputa los deja en una zona intermedia complicada. Allí analizan que el gobernador Alberto Weretilneck deberá hacer la campaña para mantener su pie en las dos cámaras del Congreso.
Ahora deben definir nombres. Pedro Pesatti está anotado aunque la idea de dejar vía libre a Facundo López para la continuidad en la Legislatura genera dudas. Otro análisis interno es saber si el vice tendrá la permeabilidad de otros dirigentes para dejar de lado convicciones (antimileista) en pos del pragmatismo que se requiere para seguir con la “buena convivencia” con el gobierno nacional.
El punto de largada está lejos todavía y los primeros desenredos de la telaraña de los partidos se empezarán trazar posiblemente a partir de febrero.
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