Tras los cambios en Energía, Nación vuelve a la carga con la quita de subsidios
Desde la renovada cartera de Energía de la Nación se anunció que apuntan a eliminar el actual sistema de segmentación de las tarifas. A diferencia de la Canasta Básica Energética que planteaba el exsecretario, ahora se avanzaría hacia un único subsidio bajo la forma de tarifa social.
La única certeza que hay en torno a qué sucederá en Argentina con los subsidios a la energía eléctrica y el gas natural es que las facturas que llegarán a cada casa deberán ser pagadas. Y es que, con el cambio de funcionarios en la Secretaría de Energía de la Nación ocurrido el mes pasado, ahora el gobierno anunció que no continuará con el plan de Canasta Básica Energética, sino que apostará a un sistema de subsidios para los sectores más vulnerables, similar a la vieja tarifa social.
Los subsidios a la energía son el talón de Aquiles de los gobiernos argentinos, ya que por un lado representan una sangría de fondos, de miles de millones de dólares al año. Pero a la vez, al abaratar el valor que pagan los usuarios, generan un aumento de consumo, que no solo redunda en más subsidios, sino también en una mayor importación de energía en los meses de pico de demanda como son el pleno invierno y el verano.
Hasta el momento, el ahora exsecretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, había lanzado a medias un sistema denominado Canasta Básica Energética (CBE), que se basaba por un lado en crear una canasta ideal para cada región del país -atendiendo a sus condiciones climáticas- y cruzaba con los ingresos reales de cada familia el nivel de cobertura que la misma podría tener con subsidios sobre esa canasta modelo.
En teoría era un sistema progresivo, que focalizaba las ayudas en las familias que más lo necesitaban y sin fomentar el uso desmedido de la energía al aportar la ayuda solo sobre un consumo ideal. Pero en la práctica el sistema no llegó a ponerse en funcionamiento, ya que entre otras cosas no tuvo en cuenta en su génesis que el servicio de energía eléctrica es un enjambre de cientos de distribuidoras, muchas incluso cooperativas, que impiden así un rápido acceso y cruce de la información de usuarios y consumo.
Pese a esto, el gobierno emitió la Resolución 465/24 que puso en marcha ese sistema, creando el denominado Período de Transición que en principio rige hasta fin de este mes, pero que contempla su extensión por otros seis meses, hasta fines de mayo.
Usando este período es que el gobierno, ahora con María Tettamanti como secretaria de Energía, vuelve sobre la marcha del plan, para reformularlo en algo más parecido a la Tarifa Social que se aplicó durante el gobierno de Mauricio Macri.
Este sistema beneficia solo a las familias que tienen ingresos por debajo del nivel de dos Canastas Básicas Totales, pero con la novedad -según trascendió- de que no sería un descuento porcentual en las tarifas como es ahora, sino que se evalúa que sea un aporte económico que llegue a cada familia, independientemente de cuánto consuman.
Traducido esto en términos más claros, el sistema que se busca aplicar borra a la actual segmentación que tiene tres niveles, ya que dejaría solo dos: uno sin subsidios y otro con un aporte limitado. Pero además, hoy el sistema de segmentación tiene subsidios en realidad en sus tres escalones, ya que en ningún caso se paga el valor total del insumo (la energía eléctrica o el gas como producto).
Además, el parámetro de dos Canastas Básicas Totales es el mismo que hoy se toma para definir el segmento N2, el de menores recursos, con lo cual en la práctica, el cambio al que se avanza es eliminar el segmento N3 -el intermedio o de clase media- y llevar además el valor que pagan los usuarios de los actuales N1 y N3 al valor completo de la energía, sin ningún subsidio.
Con este plan, desde el gobierno se buscaría achicar en unos 3.000 millones de dólares los desembolsos en subsidios a la energía para el 2025, un lineamiento que está fijado en el Presupuesto. Y que representaría un ajuste fuerte, en especial para la clase media.
Esto se debe a que hoy todas las categorías de la segmentación tienen subsidios, todas, dado que ninguna paga el costo total del producto de base. Sobre ese descuento, que por ejemplo en el caso de la energía eléctrica es del 7%, los usuarios de la categoría más baja pagan solo el 26% (si no exceden el tope de consumo) y los de la categoría o clase media pagan el 41%.
Con el cambio propuesto, solo seguirían teniendo ayuda los usuarios del segmento más bajo. Un cambio fuerte ya que hoy los tres grupos tienen casi la misma cantidad de usuarios, con lo cual la cobertura fuerte de subsidios llega a casi 7 de cada 10 hogares.
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