Con qué frecuencia regar las plantas en noviembre para mantenerlas saludables en primavera
Está claro que cada planta requiere un tipo de cuidado y de riego particular. Sin embargo hay algunos parámetros para tener en cuenta durante este mes.
Con la llegada de la primavera, el jardín se llena de vida y color, y es crucial saber cómo cuidar nuestras plantas para que se mantengan saludables. Uno de los aspectos fundamentales en esta estación es el riego, ya que las temperaturas comienzan a aumentar y las plantas requieren más atención. Pero, ¿con qué frecuencia es recomendable regarlas para asegurar un buen crecimiento?
En líneas generales, se sugiere regar las plantas entre dos y tres veces por semana, aunque esto puede variar según el tipo de planta, el tamaño de las macetas y las condiciones climáticas de la región. Las plantas en macetas, por ejemplo, suelen necesitar más agua que aquellas que están en el suelo, ya que el sustrato se seca con mayor rapidez.
Con qué frecuencia hay que regar las plantas en noviembre:
Es importante prestar atención al estado de las hojas y el sustrato. Si las hojas parecen marchitas o el sustrato se siente seco al tacto, es momento de regar. Sin embargo, un exceso de agua puede ser perjudicial, por lo que es esencial que las macetas cuenten con un buen sistema de drenaje para evitar que las raíces se encharquen.
Además del riego, la primavera es el momento perfecto para fertilizar las plantas. Un fertilizante equilibrado, que contenga nitrógeno, fósforo y potasio, puede ayudar a estimular un crecimiento saludable. La aplicación de fertilizante debería hacerse cada cuatro o seis semanas, siguiendo las indicaciones del producto para evitar una sobre fertilización que podría dañar las plantas.
Otro aspecto a tener en cuenta en esta estación es la poda. Eliminar las hojas secas y las flores marchitas no solo mejora la apariencia de las plantas, sino que también fomenta su crecimiento. Es recomendable realizar esta tarea a comienzos de la primavera, antes de que las plantas entren en su fase de mayor crecimiento.
Si bien establecer una rutina de riego en primavera puede resultar complicado, especialmente en zonas con lluvias frecuentes, es importante adaptar los cuidados según las necesidades de cada planta. Las especies con raíces más profundas suelen necesitar menos agua, ya que son capaces de absorber mejor los nutrientes del suelo. Por el contrario, aquellas que se encuentran en suelos fértiles con buen drenaje requerirán riegos más frecuentes.
Al regar, es fundamental asegurarse de que el agua llegue a las raíces. Aplicar agua solo en la superficie hará que esta se evapore antes de llegar a la profundidad necesaria. El mejor momento para regar las plantas es a primera hora de la mañana, ya que la luz solar facilita los procesos nutricionales, como la fotosíntesis, antes de la llegada de la noche.
Cuidar del jardín en primavera implica estar atentos a las necesidades particulares de cada planta. Con un riego adecuado, una buena poda y el uso correcto de fertilizantes, el jardín puede florecer en todo su esplendor durante esta temporada.
Cómo repeler las hormigas de tu jardín con un sencillo remedio casero: fácil y barato
Para repeler las hormigas de manera natural en el jardín, existen varios métodos eficaces que no requieren del uso de insecticidas ni productos químicos. Las hormigas suelen ser una plaga común durante los meses de calor, ya que es el momento en que recolectan alimentos para afrontar el invierno. Sin embargo, cuando se instalan en nuestros huertos, pueden dañar las plantas y comprometer futuras cosechas. A continuación, te presentamos algunas soluciones ecológicas para mantenerlas alejadas.
1- Plantas aromáticas contra las hormigas
Una excelente forma de evitar que las hormigas invadan el jardín es cultivar plantas aromáticas como el romero, la menta, la ruda, la hierbabuena o el ajenjo. Estas especies desprenden aromas que resultan insoportables para estos insectos, manteniéndolos alejados de tus cultivos. Si decidís optar por esta solución, recordá seleccionar una maceta adecuada para que estas plantas crezcan sanas y fuertes.
2- Laurel, una barrera natural
Otro método sencillo es esparcir hojas de laurel trituradas por las zonas donde suelen moverse las hormigas. También podés probar con otras hojas aromáticas como la menta, el poleo, la canela o el clavo de olor. Si tenés algunas macetas en casa, podés colocar saquitos de infusión de estas hierbas cerca de las plantas, lo que también ayudará a ahuyentar a las hormigas.
3- Cáscaras de pepino, un repelente natural
Las cáscaras de pepino o de frutas cítricas funcionan como un excelente repelente natural. Al descomponerse, liberan sustancias tóxicas para las hormigas, provocando que estas huyan. Así que, si querés proteger tu huerto, simplemente esparcí algunas cáscaras de pepino en las áreas afectadas.
4- Café molido, otro remedio eficaz
El café molido que ya has utilizado también puede ser una gran opción para mantener a las hormigas lejos del jardín. Su fuerte olor genera aversión en estos insectos, por lo que es un repelente natural muy efectivo. Solo debés rodear las plantas con una capa de café para lograr resultados.
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