Las dos playas más hermosas del sur: la transparente Caribe de la Patagonia y la tranquila Bahía Creek
En esta nota, el secreto de su belleza de las playas de la Patagonia y la necesidad de involucrarse para seguir disfrutándola.
En un recodo de la costa, la blancura de las conchillas potencia los verdes del mar y los azules del cielo, armando una playa a medida, que con marea baja se desdibuja, pero con la ‘plea’ se llena. Desde ser el secreto a voces de los vecinos, hasta una fama que creció sin límites Punta Perdices es el imán para todos los que eligen veranear en Las Grutas. No muy lejos de allí, Bahía Creek es uno de los sitios más recomendados, con una incipiente villa y cada vez más residentes y visitantes.
“El Caribe de La Patagonia” (como quedó bautizada popularmente por ese despliegue de tonos que la emparentan visualmente con otros destinos del exterior, pero nada tiene de Caribe porque es bien patagónica) hoy sigue siendo uno de los puntos más consultados en los buscadores. Está a 65 km de las Grutas por ruta 3 del balneario rionegrino, en el Puerto San Antonio Este.
Para llegar a ella hay que ingresar a la aldea pesquera, pero en lugar de bifurcarse tomar el camino que conduce al Mirador Norte. Luego, se atravesará el parador Serena y, tras otro tramo, se podrá ver el acceso.
Un pequeño paraíso
La llegada de muchos turistas si bien es positiva, tiene otras aristas, porque la masividad implica la necesidad de alentar pautas de control y de cuidado, para que la naturaleza que atrae no termine afectada por esa carga de ingresos que, hasta hace unos años, no registraba el sector.
Ocurre que, aunque la disyuntiva en materia de crecimiento sea la misma que enfrenta cualquier área natural, en Perdices esa necesidad se evidencia mucho más, porque es una playa muy pequeña.
Existen prohibiciones, como en toda la costa, por ejemplo, evitar que los vehículos ingresen hasta el borde del agua, pulverizando el manto de conchillas. Pero, sin una conciencia real de parte de los viajeros, se volverá difícil sostener los controles en plena temporada de verano.
Ser cuidadoso con la basura y no arrojar desechos es otro de los puntos. Por eso más que nunca involucrarse en el resguardo de este mágico rincón será una tarea de todos. Lo importante, más allá de resaltar el boom que experimenta y recordar la necesidad de cuidarla, es destacar la belleza de Punta Perdices, que sigue siendo el imán que enamora.
Bahía Creek es uno de los sitios más recomendados
Ubicado en uno de los extremos del Golfo San Matías, Bahía Creek ofrece la tradicional costa de acantilados patagónicos, grandes playas con poco declive y una de las zonas de médanos más grandes de Sudamérica.
Está a 135 kilómetros de Viedma y se puede llegar a través de la ruta Provincial N° 1, que tiene 60 kilómetros asfaltados hasta La Lobería y otros 70 de ripio y arena; y una segunda opción son los poco más de 100 kilómetros que la separan de la capital provincial por la ruta Provincial N° 51, todos de ripio, por la zona de la Cuchilla.
Tiene una pequeña población estable, pero el número aumenta considerablemente durante los fines de semana y, en especial, en la temporada de verano porque son permanente las construcciones de viviendas para uso recreativo y está en proceso un nuevo loteo.
La villa todavía no cuenta con servicios públicos, el agua se obtiene de perforaciones -algunas comunes- y para proveerse de energía los residentes optan por paneles solares o pequeños equipos electrógenos.
En el lugar hay una proveeduría y también funciona un hostel, con buena aceptación entre los jóvenes, que ofrece habitaciones doble y cuádruple y un domo, todos con baños y cocinas compartidos, y un comedor con platos típicos de la zona. Además, funciona un cámping.
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