Video | Masacre de pingüinos en Punta Tombo: el experto de Nat Geo aportó una prueba decisiva
Es un juicio histórico sin precedentes en Argentina. Un empresario de Chubut está acusado de “daños agravados en concurso real en tres hechos, malos tratos y acto de crueldad a los animales”.
El juicio por la masacre de pingüinos en Punta Tombo, Chubut, un caso de daño ambiental sin precedentes que llega por primera vez a esta instancia en Argentina, comenzó en los tribunales de Rawson. Se trata de la muerte de centenares de ejemplares ocurrida entre noviembre y diciembre del 2021 cuando una máquina retroexcavadora arrasó con los nidos en ese área protegida.
Está imputado el productor ganadero Ricardo La Regina (37), por el delito de «daños agravados en concurso real en tres hechos, malos tratos y acto de crueldad a los animales».
Uno de los testimonios más relevantes de la jornada fue el del geógrafo y cartógrafo de National Geographic Society, Sam Guilford, quien realizó un análisis de imágenes satelitales de Punta Tombo y Punta Clara, la zona donde ocurrieron los hechos entre agosto y diciembre del 2021.
Las imágenes satelitales
Mediante una traductora, Guilford explicó al tribunal que adquirió las imágenes tomadas por un satélite de la compañía Planet Lab y pudo establecer que entre agosto, septiembre y diciembre se construyó un camino en el área natural protegida.
Las fechas son clave: en esa época, los pingüinos regresan a Punta Tombo y Punta Clara, las mayores colonias de la especie Magallanes de Sudamérica, para nidificar y reproducirse. Son parejas monógamas que cada año ocupan los mismos nidos. Como declararon otros especialistas en el juicio, si algo o alguien los rompe, no vuelven.
Desastre medioambiental
La construcción de ese camino con una retroexcavadora causó un desastre medioambiental: destruyó nidos, rompió huevos, mató pichones y ejemplares adultos. Además La Regina colocó un alambre electrificado que separó a los pingüinos del mar y dificultó la tarea de alimentarse a sí mismo y a sus crías.
El comienzo del juicio fue muy controvertido. Como lo había adelantado, el imputado La Regina pidió una suspensión de juicio a prueba a través de su abogado defensor, Federico Ruffa. Ofreció para reparar el daño 560 hectáreas para ampliar las reservas de Punta Tombo y Punta Clara.
El empresario es heredero del campo que rodea la pingüinera, y su abuelo fue el que donó las tierras para la reserva natural en la década del 70 del siglo pasado.
La fiscalía y las querellas se opusieron, y el Tribunal por unanimidad rechazó el pedido del imputado, por lo que comenzó formalmente el juicio.
«Sufrió una pena natural»
El abogado defensor dijo que existe «una gran cantidad de falsedades que se han dicho sobre los hechos y mi cliente».
También dijo que de ninguna manera se puede condenar a La Regina a prisión efectiva. Habló de que ya «sufrió una pena natural» por el tiempo que lleva sometido a proceso.
Aseguró el defensor que «no existe constancia de un solo pingüino muerto ni de un solo huevo roto» porque los trabajos de trazado del camino fueron realizados cuando no estaban los animales en ese sector.
Por eso resulta tan relevante para la fiscalía el aporte del experto de Nat Geo.
El debate se extenderá alrededor de dos semanas y declararán unos 60 testigos, algunos de manera presencial y otros por teleconferencia. También se exhibirán videos y documentos.
En video: primer parte de la audiencia de este lunes
La fiscal Florencia Gómez pidió que los jueces María Laura Martini, Carlos Richeri y Eve Ponce visiten el lugar del hecho antes de dictar el fallo. Está previsto que se constituyan en Punta Clara, que junto con Punta Tombo forman parte de la biosfera Patagonia Azul, los primeros días de noviembre.
Son querellantes la Asociación de Abogados Argentina, Greenpeace y la Fundación Patagonia Natural.
Los otros testigos
Otros testigos de ayer fueron Luis Alberto La Regina, uno de los propietarios de campo donde su ubica Punta Tombo -y familiar del imputado-, y Norma Beatriz González de La Regina. Ambos aseguraron no tener ningún tipo de vinculación en la actualidad con el imputado, declararon sobre lo ocurrido en la estancia La Perla, sobre la historia del lugar y en particular de la reserva de pingüinos Punta Tombo. Son denunciantes en este caso.
También declararon el exfuncionario de turismo, Néstor Raúl García, y los reporteros gráficos Daniel Feldman y Maximiliano Jonas, quienes explicaron el relevamiento tanto en terreno como a través de drones, que realizaron en Punta Tombo, apenas días después de conocida la noticia sobre el desmonte y apertura de caminos en una zona de nidificación.
Cómo fueron los hechos, según la acusación
Según la acusación, los hechos en los que se encontró involucrado Ricardo La Regina ocurrieron entre el 10 de agosto y el 4 de diciembre del año 2021 en la estancia La Perla. Fue en ese establecimiento con costa de mar cercano a la reserva de Punta Tombo-Punta Clara, pero incluido en un Área Natural Protegida y área de importancia natural para la preservación de las naves con reconocimiento, además de la Unesco.
La investigación indica que La Regina trazó un camino utilizando máquina pesada en una colonia de pingüinos cuando las aves estaban empollando en época de nidificación y reproducción de la especie. El camino fue ejecutado paralelo al mar con el objetivo de delimitar la sucesión de un campo. Es una zona de alta densidad de reproducción de los pingüinos de Magallanes.
Un lugar único
Allí se reúnen para procrear 200.000 parejas de pingüinos de Magallanes. Son aves monógamas, que anidan cada año en el mismo y único lugar. Mientras un integrante de la pareja cuida los huevos o las crías, el otro va hacia el mar a buscar alimento y regresa.
En algunos sectores se removieron hasta 40 centímetros de la capa superficial del suelo, «es decir que la cavidad de los nidos que allí se encontraban fueron arrasadas por completo junto a su contenido», dijo la fiscal a diario RÍO NEGRO.
«En el área de desmonte -continuó la fiscal- toda la tierra y vegetación removida se acumuló en un terraplén de unos 30 metros de largo por unos tres metros de alto, equivalente a 30 camionadas de tierra».
El alambrado electrificado
Además, La Regina está acusado de colocar un alambrado de 6 hilos conectado a un boyero electrificado, a una altura que impedía el paso de los pingüinos. Las aves regresaban del mar en busca de sus nidos, chocaban con esa barrera y no podían alimentar a las crías.
Fueron arrasados alrededor de 200 nidos y el número de ejemplares muertos es difícil de determinar, porque quedaron sepultados bajo las toneladas de tierra. Según estimaciones, por cada nido deben calcularse tres pingüinos.
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