Paul McCartney en Córdoba: el estadio Kempes y la música, de Gloria Gaynor y Rafaella Carrá al adiós de Sumo y Los Redondos

El beatle se presentará este miércoles por segunda vez en el estadio Mario Kempes de Córdoba, luego de su primera visita en 2016. Un repaso por los shows más importantes ocurridos en el estadio cordobés, el segundo más importante del país.

Este miércoles, Paul McCartney se presentará por segunda vez en Córdoba, luego de aquella primera e impresionante visita de 2016. Esta vez, será en el marco del Got Back Tour. Y al igual que hace ocho años, será en el estadio Mario Alberto Kempes. 

Construido por el gobierno militar con el objetivo de ser una de las sedes del Mundial ‘78, está emplazado en el paraje Chateau Carreras, de ahí su sobrenombre histórico, a orillas del río Suquía y a unos diez kilómetros al noroeste del centro de la ciudad.  

El estadio mundialista cordobés fue remodelado para la Copa América 2011.

Efectivamente, “el Cható” fue sede de ocho partidos del Mundial ‘78, entre ellos el 2-2 entre Alemania y Países Bajos por la segunda fase. Desde entonces, el Estadio Olímpico Córdoba, tal era su nombre original debido a la icónica pista de atletismo que rodeaba el campo de juego, fue la casa de Talleres, Belgrano, Instituto y el Racing cordobés. Se disputaron cientos de partidos del fútbol argentino e internacionales, de clubes y de seleccionados.  

En 2010, fue renombrado como Estadio Mario Alberto Kempes; y, en 2011, fue remodelado y para la Copa América de ese año. Desde entonces, con una capacidad para 57 mil espectadores, es el segundo estadio más importante de la Argentina, solo por detrás del Monumental de River. 

El estadio Kempes y la música

Pero el Kempes, antes conocido como Olímpico o Chateu Carreras o, simplemente, el “Cható”, fue también un gran lugar para la música. Quizás sea suficiente con decir que allí Los Redondos dieron, acaso sin saberlo, su último show, el cuatro de agosto de 2001. La noche en que el Indio se despedía diciendo esta “murguita se toma el palo”.  

Literalmente, la música sucedió antes que el fútbol en el estadio cordobés: inaugurado el 16 de mayo de 1978, el partido entre un combinado provincial y el seleccionado argentino que, de gira por el país, se preparaba para debutar en el Mundial fue antecedido por una musical de la banda de la IV Brigada de Infantería, que interpretó marchas militares. 

Durante los partidos del Mundial ‘78 se presentaban en la previa a cada juego las bandas militares de la Escuela de la Escuela de Aviación, la del Tercer Cuerpo de Ejército y la del Liceo General Paz, entre otras. 

A partir de la primera fecha mundialista (Perú 3 Escocia 0), esas bandas, recuerda el diario La Voz, compartieron cartel con bandas y artistas de la música popular. El sábado 3 de junio Los del Suquía fueron los primeros en cantar una canción y en los siguientes partidos actuaron Los Tucu Tucu y La Voces de Orán. La nota musical internacional fue la presentación del alemán Franz Lambert («organista de calidad interpretativa» según las crónicas de la época), quien tocó en el entretiempo de Túnez 0 Alemania 0. 

Demis Roussos, el primero de muchos

Una vez terminado el Mundial de fútbol, el 25 de junio, el estadio pasó a manos de la Municipalidad de Córdoba, que lo puso en alquiler para eventos, sobre todo musicales. El primero de ellos fue un recital de Demis Roussos. El cantante griego de origen egipcio, muy popular en aquel tiempo, sobre todo en Argentina, se presentó el 23 de septiembre de 1978, ante unas 25 mil personas, con Los Cantores del Alba como teloneros. 

En 2010, el estadio olímpico de Córdoba, también conocido como Chateau Carreras, fue renombrado oficialmente como Estadio Mario Alberto Kempes.

El segundo gran espectáculo de música en Olímpico de Córdoba lo ofreció nada menos que Gloria Gaynor, el martes 7 de noviembre de 1978, nada menos que antes de un partido amistoso entre Belgrano y el Cosmos de Estados Unidos, con Franz Beckenbauer como capitán.  

En enero de 1980, Sandro, Franco Simone y Palito Ortega dieron sus shows en el estadio en aquel verano cordobés 

El tercer espectáculo internacional fuerte en el “Cható Carreras” fue uno de las por entonces popularísima Rafaella Carra, el primer domingo de marzo de 1979 ante una concurrencia similar a la reunida por Demis Roussos. 

El «Chateau Rock»

Pero sin dudas el gran evento musical que alojó el estadio Córdoba fue uno que llevaba su nombre: el Chateau Rock, durante la segunda mitad de la década del ‘80 y sucesor del festival de La Falda, organizado en la primera mitad. 

Por el Chateau Rock pasaron (casi) todos, incluso los Sumo, quienes nunca participaron del festival de La Falda. La banda tocó en la edición ‘87 y en la de 1988, la banda despidió a Luca, quien había fallecido tres meses antes. Con sus integrantes distanciados entre sí, fue lo último para Sumo. 

De los shows internacionales en el Chateau Carreras sobresalen los de Roxette en el 1992, Peter Gabriel y Bon Jovi en 1993, Aerosmith en 1994, Ricky Martin en 1995, Sabina y Serrat en 2007. Ya como Estadio Kempes, se presentaron Madonna en 2012, Justin Bieber en 2013, Iron Maiden en 2016 y, ese mismo año, McCartney por primera vez. La segunda será este miércoles. 

El Kempes, un Museo Provincial del Deporte

El Kempes es la herencia arquitectónica más importante que le dejó a la ciudad el Mundial de Fútbol de 1978. Pero no sólo es una cancha: uno de sus grandes valores es el Museo Provincial del Deporte. Allí pueden observarse numerosos recuerdos físicos de la Copa del Mundo de 1978. Entre algunos de los más destacados están las camisetas originales que Holanda y Francia usaron durante el partido que los enfrentó.  

Para los fanáticos, también existe una colección de entradas originales de cada uno de los partidos del mundial, incluida la de un partido que no se llegó a jugar. Del evento mundialista, se recuperaron maquinarias, papelería de la época y hasta merchandising. 

Asimismo, cuentan con 250 piezas originales y material audiovisual que ya atrajo a más de 300.000 visitantes. Un auto de carrera, cinturones de boxeadores, raquetas de tenis o camisetas de las principales estrellas del fútbol internacional -la mayoría vestidas en juego- son otras de las atracciones. 


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