La ganadería de Río Negro es referencia en la zona patagónica
Se mantiene un buen stock de cabezas y crece la producción de genética bovina que abastece a toda la región. La provincia continúa con los programas de ayuda a los productores ovinos.
Se estima que para fin de año habrá en los campos rionegrinos unas 650.000 cabezas de ganado. Foto: Marcelo Ochoa.
Un buen stock de cabezas, grandes mejoras en la genética, el crecimiento de la faena y buenas señales de superación de la sequía que comenzó en 2022; es el panorama que muestra la ganadería bovina de la provincia de Río Negro.
Mientras que en el sector ovino está «consolidado» el mercado de lana y comenzó la exportación de carne a mercados como Kuwait y Qatar.
El balance está a cargo de Norberto Tabaré Bassi, secretario de Ganadería de Río Negro, quien explicó que «hay realidades distintas» en función de «cada lugar de la provincia».
«En el noroeste con una sequía muy marcada desde la primavera de 2022» pero, «ahora se revirtió un poco la situación», en otras «como el este de Conesa y el sur de Pichimahuida» donde los productores «tuvieron que achicar la existencia por suerte se revirtió» y «ahora la sequía se nota en el centro, en la zona de Valcheta, Ramos Mexía y Sierra Colorada».
En tanto que «en el oeste y la zona cordillerana la situación es buena» y en general «hay buenos niveles de lluvia» que permiten «la recuperación de los pastizales y augura un buen cierre de año» para la actividad.
Indicó que «a fin de año se va a notar alguna reducción en el stock» en el orden «de las 650.000 cabezas» pero «nos vamos a recuperar rápidamente».
Tabaré Bassi remarcó «el crecimiento sostenido en los últimos años, principalmente en los procesos de engorde» porque «hace 10 años atrás se engordaban unos 40.000 animales por año y se terminaban fuera de la región unas 150.000 cabezas y faenábamos unas 100.000 cabezas. El nivel de retención de animales para recría y terminación fue creciendo gradualmente y hoy son más de 180.000, un crecimiento superior al 400%».
Explicó que «se recrían, engordan, generan valor agregado, demandan forrajes y se desarrollan las áreas bajo riego, con pastura y maíz» que «pasó de 5.000 a 25.000 hectáreas en los últimos 10 años» con una «proyección de crecimiento y mayor mano de obra para la producción de forraje, de maíz, los procesos de engorde, de faena y comercialización» y en el último punto remarcó que «la demanda de la industria frigorífica es abastecida por la producción de Río Negro» que pasó de «100.000 cabezas a 170.000 y se abastece la demanda local y la industria de Neuquén y de Chubut».
Dijo que la actividad se complementa «con otras producciones» por ejemplo en el Alto Valle «con la fruticultura porque había chacras con montes frutales abandonados y ahora se ve producción frutícola mezclada con forrajes, pasturas o maíz» destinados a la producción ganadera.
El valor de la genética en la ganadería rionegrina
Para el funcionario «el crecimiento en genética es abismal, superó todas las expectativas que podíamos tener».
Recordó que «desde 2013, cuando se deja de vacunar y ya no se puede ingresar animales en pie se generó esa duda porque los proveedores eran cabañas del norte» pero «comenzó un crecimiento de las cabañas regionales, hoy hay 24 cabañas consolidadas que abastecen el 30% de los toros que necesitan los productores, con una genética desarrollada y adaptada a nuestra zona», dijo que «la genética de Río Negro también se va para afuera de la Patagonia» y «hay productores de Uruguay y Chile interesados en comprar genética rionegrina».
Contó que «se producen unos mil toros por año» y «los valores son superiores a los que se pagan en el resto del país» porque «el productor está convencido en invertir en genética y las recientes exposiciones rurales de Río Negro» lo demuestran. «Se han comercializado 380 reproductores y se han invertido unos 1.800 millones de pesos» con valores «en promedio de cinco millones por los toros puros registrados» toda una señal del buen momento.
Todas las barreras tienen que ser administradas por la provincias en conjunto con el sector privado. La provincia lo asumió y se está terminando de definir, con los productores fruticolas y ganaderos el esquema de esa barrera».
Tabaré Bassi, secretario de Ganadería de la provincia de Río Negro.
El sector ovino se mantiene “con nuestro financiamiento”
Sobre la decisión del gobierno nacional de dar de baja el fondo de financiamiento de la Ley Ovina, el funcionario rionegrino dijo que «no contar con una fuente de financiamiento es complejo, pero desde 2015 hemos desarrollado un programa ganadero ovino con financiamiento propio, superior al que aportaba la ley ovina».
Agregó que «perdimos ese complemento» pero «seguimos financiando al sector» y «fortalecimos las partidas presupuestarias».
Recordó que la actividad ovina fue «severamente afectada por el volcán Puyehue, en 2011, y se perdió el 55% del stock» que «ahora se ha sostenido en un millón de cabezas» y remarcó que «este año empezamos a faenar y exportar carne ovina a Kuwait y Qatar» que comparado con años anteriores «en el primer semestre es un 50% superior» sobre todo «en capones y ovejas».
Tabaré Bassi sostuvo que «avanzamos con las cooperativas Ganadera Indígena y Calihuí para el primer engorde comunitario de ovinos en Jacobacci, en abril de este año, pasaron unos 1.500 ovinos de pequeños productores que no lo podían hacer en sus campos» y «nosotros acompañando financieramente».
Ese programa tiene proyectado llegar a 3.000 animales, mientas que señaló que es «sostenida la comercialización de lana con las cooperativas, para la venta conjunta» y desde “hace muchos años con asesoramiento del Inta y del Ente de la Región Sur».
La provincia «prefinancia a las cooperativas para que le paguen un anticipo al productor» un esquema «con buen resultado. Hay cooperativas que ya hacen ventas anticipadas de lana».
La relación con el gobierno Nacional y las provincias patagónicas
Tabaré Bassi destacó el permanente contacto con los funcionarios nacionales del área. Señaló que «somos parte del bloque patagónico que está constituido por los representantes de los productores y de los gobiernos provinciales».
Tras un reciente reunión en Ganadería de Nación se acordó que «en la semana del 13 de noviembre se va reunir la primera mesa sectorial para la producción ganadera ovina y bovina de la Patagonia».
Servirá para «acordar ejes de trabajo a futuro, específicos para la Patagonia» y «acordar nuevas herramientas para poder atender las demandas sectoriales».
Valoró «trabajar en conjunto entre el sector público nacional y provincial, y el sector privado» y dijo que «sabemos que no van a ser mesas de resultados inmediatos, pero sí para trabajar en el mediano y largo plazo».
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