Si el adolescente no accede al centro de salud, estos van a la escuela: el modelo de Bariloche imitado por Río Negro y otras provincias

Se detectó que los niños, las madres y los adultos mayores acceden al sistema de salud, pero los adolescentes solo recurrían en última instancia. Río Negro es la segunda provincia que más Asesorías de Salud Integral en Escuelas Secundarias tiene en las secundarias.

«¡Invasión sanitaria!», expresó risueña la directora de una escuela en el barrio El Frutillar, al sur de Bariloche, mientras la agente sanitaria Marcela Cárdenas ingresaba al edificio acompañada por un médico, una enfermera y una estudiante de Medicina.

Apenas unos pocos minutos después de que el equipo se instalara en una de las aulas, irrumpió un adolescente: «Necesito hacer una consulta, pero quisiera hacerla a algún varón«. De inmediato, el médico lo invitó a pasar a otra de las aulas asignadas.

Una vez por semana, o cada 15 días, un equipo de los centros de salud concurre a colegios del barrio para poner en marcha un espacio de escucha destinado a estudiantes. La idea nació en 2015 cuando se detectó que los centros de salud tenían una fuerte presencia del público materno infantil y de adultos mayores debido a enfermedades crónicas, pero la atención de adolescentes estaba ausente y se decidió ir en su búsqueda.

«Para los jóvenes es importante animarse a hablar y contar lo que les pasa», dijo Natalia Criado. Foto: Chino Leiva

«Uno los veía en la guardia ante alguna emergencia o en situaciones críticas. Intoxicados o con lesiones o tras haber sufrido un accidente. Entendimos la importancia de captarlos en la escuela», explicó el médico Felipe De Rosas, exdirector del centro de salud El Frutillar. «Se tiende a pensar que los adolescentes son invencibles -añadió Cárdenas-, pero estamos lejos de eso».

La prueba piloto de los espacios de escucha comenzó en el colegio Ceferino Namuncurá, luego se extendió al CET 28. Y poco a poco, otros centros de salud de Bariloche y la provincia replicaron la experiencia en otras escuelas. «No es un consultorio médico sino un espacio de escucha para orientar a los chicos», definió De Rosas.

El objetivo es que los adolescentes puedan consultar sobre cuestiones que quizás le generaban vergüenza. «Puede ser desde algo físico o porque necesitan otro tipo de ayuda. Ellos saben que pueden venir y consultar. A veces, consultan por métodos anticonceptivos. Otras porque les duele la cabeza. O no pueden dormir. O tienen ansiedad. Tratamos de resolverlo acá y si no se puede, se les facilita el turno», especificó Cárdenas.

Felipe De Rosas, el exdirector del centro de salud de Frutillar. Foto: Chino Leiva

Un proyecto que trascendió fronteras

El proyecto Espacio de Escucha se desprende de alguna manera del Plan Nacional Enia (Embarazo no Intencional en la Adolescencia) que surgió en 2018 con el objetivo de reducir la alta tasa de fecundidad en la adolescencia en la región noroeste y noreste del país. Luego, se fue extendiendo a otras provincias.

«Se veía que 9 de cada 10 embarazos eran no intencionales. Por eso, se intentaron establecer estrategias de salud pública para disminuir esa tasa a nivel nacional», describió Natalia Zemp, responsable de la Coodinación de Adolescencia del Ministerio de Salud de Río Negro.

Entonces, un equipo de salud empezó a concurrir a las escuelas para hacer consejerías y lo cierto es que en los últimos años, el Plan Enia disminuyó un 59% la tasa de fecundidad. Sin embargo, en abril, el gobierno nacional lo dio de baja.

Por aquel momento, Zemp era médica de adolescentes en la sala de salud del Frutillar y dentro del equipo, surgió la idea de implementar consejerías en las escuelas para responder demandas de cualquier tipo por parte de los jóvenes. «Se presentaban consultas vinculadas a la relación con pares, situaciones de consumo en la familia, violencia familiar o cuestiones de índole médica (y entonces se generaban turnos protegidos). Es como una forma de adaptación de los servicios de salud para la atención de adolescentes», precisó Zemp.

Uno de los equipos del centro de salud del barrio Frutillar. Foto: Chino Leiva

El plan piloto resultó tan positivo que, en 2022, los ministerios de Educación y Salud de la provincia firmaron un convenio marco para replicar esta estrategia entre los centros de salud y las escuelas. «Se sostiene muy a pulmón porque además, el equipo de salud atiende un montón de otras demandas. Por eso, esta experiencia no está garantizada en toda las escuelas. El recurso es finito», explicó.

Después de Neuquén, Río Negro es la provincia que más Asesorías de Salud Integral en Escuelas Secundarias (ASIE) tiene. Tenía 52 en 2023 y 55, en 2024. Este número es dinámico porque algunas escuelas se van sumando y otras se dan de baja y hoy, se suma la crisis en el sistema de salud.

Nunca estuvo en la cabeza ser generador de algo más grande. Sólo se pensó en acercar al adolescente al sistema de salud. El trabajo va dando sus frutos»,

Felipe de Rosas, médico y exdirector del centro de salud del barrio El Frutillar.

El 90% de las consultas, aseguró Zemp, se resuelven en el ámbito de estas asesorías que, no son más que un dispositivo de consulta y orientación que responde a necesidades de adolescentes vinculadas a la salud integral. No es un consultorio médico dentro de la escuela, aclaró. La participación es espontánea y la escucha es «abierta y desprejuiciada».

«No tenemos todas las herramientas -subrayó De Rosas-, pero la escucha es terapéutica. Muchas veces, los pibes no se sienten escuchados por los adultos. Por eso, están tan enojados. Que los pibes sientan que tenés un espacio ya es parte de la terapéutica«.

Salud integral y emocional

El reloj marca las 11.30 y Natalia Criado, una trabajadora social del centro de salud de Virgen Misionera, ingresa a la escuela rionegrina secundaria 2, en Melipal. Acomoda una serie de folletos sobre la mesa, mientras van llegando el resto de sus compañeras, Patricia Negro y Julieta Carballo, dos agentes sanitarias y Carla Gaetan, otra trabajadora social del Centro de Prevención de Adicciones.

«La idea es acercarnos a los adolescentes, una población que no llega por sí sola al centro de salud. Las niñeces se controlan porque los llevan sus cuidadores; en séptimo grado, hacen el último control de salud escolar y ahí los perdemos. No vuelven«, explicó Criado.

El equipo del centro de salud del barrio Virgem Misionera en la escuela rionegrina 2. Foto: Chino Leiva

En el «espacio de escucha» hacen consultas de todo tipo de salud integral, salud emocional y sexual, pueden hablar de lo que les pasa con su familia, con sus vínculos y amistades. Se trata de un espacio abierto, voluntario y confidencial.

«En caso de evaluar una situación grave, ahí sí podemos contárselo a alguien más, pero es confidencial y generamos un nexo con la salita: si requieren algún turno médico, se lo gestionamos», detalló Criado. Advirtió que los chicos no suelen concurrir por su cuenta al centro de salud ya sea por el horario en que funcionan -ya que están en la escuela- o les da vergüenza acercarse a consultar con sus padres. «Como a los 13 años pueden acercarse solos a los centros de salud, también les damos esa información para que sepan que no se les va a dar vueltas para una consulta«, agregó.

Natalia Criado, la trabajadora social del centro de salud de Virgen Misionera, se dispone a empezar la jornada en la escuela rionegrina 2 de Bariloche. Foto: Chino Leiva

En el espacio de escucha, la mayoría de las consultas están vinculadas a la salud sexual. «Por otro lado, estamos viendo que los pibes se sienten bastante solos. Por lo general, los chicos vienen una única vez por eso tratamos de resolver la consulta lo más rápido que se pueda. Cuando la consulta es más emocional, suelen venir más veces», advirtió Criado.

Desconfianza

Una de las principales dificultades del espacio de escucha fue que, en un primer momento, los chicos pasaban, mirando de reojo y con cierta desconfianza y, seguían de largo. De a poco, empezaron a llegar las consultas sobre los tratamientos de enfermedades crónicas como diabetes, obesidad o sobrepeso. También sobresale mucha problemática emocional y social, como situaciones de violencia y consumos problemáticos.

Desde el equipo de salud admiten que hay días en que surgen varias consultas; otras días, en cambio, los chicos brillan por su ausencia. Muchas veces, los preceptores resultan fundamentales para acercarlos al recordarles simplemente que disponen del espacio.

«Los chicos ya saben que cada 15 días estamos acá y cada 15 días en el colegio Amuyén. Nos ven circular por la escuela, hemos venido a dar algunos talleres, entonces van tomando confianza que, para esta edad, es re importante para animarse a hablar y contar lo que les pasa«, indicó Criado.

Cómo dar respuestas en un contexto de crisis

Zemp admitió que hoy tienen más demanda de la que se puede cubrir. «Ojalá se pudiera contratar recurso humano específicamente para esto. No se destinan recursos económicos específicos para esta tarea sino que dentro de la jornada laboral de cada agente se destina tiempo para la realización de la asesoría», puntualizó.

Carlos Somaschini, director de la escuela rionegrina secundaria 2, explicó que el consultorio funcionó durante el 2023 con «más continuidad»; en tanto, este año arrancó a mitad del ciclo lectivo. «Todo depende de las posibilidades de salud. A nosotros nos interesaría tenerlo toda la semana«, reconoció y agregó: «Tanto la salud como la educación están pasando un momento muy delicado y entonces también los profesionales, a veces, tienen que restringir su posibilidad de vinculación con otras instituciones».

En relación al funcionamiento del consultorio, admitió que hay «momentos de mucha demanda de los chicos y otros donde parece que la demanda desaparece. Lo importante es sostener estos espacios en el tiempo para que adquieran valor, aunque en un primer momento pareciera que no funcionan. Hay chicos a los que les cuesta animarse a hacer sus consultas y la idea es que lo tengan disponible para cuando lo necesiten».

Destacó que se trata de un espacio anónimo. «Cuando hay situaciones que pueden ser delicadas o de vulnerabilidad, más allá del personal de salud se hace un acompañamiento o asesoramiento con los equipos técnicos del colegio», dijo.


Próximamente se realizará el primer Encuentro Federal de Asesores convocado por la Dirección de Adolescencias y Juventudes (Diaju) del Ministerio de Salud de Nación con el obetivo de intercambiar experiencias y fortalecer las estrategias destinadas a la salud integral de las adolescencias en el contexto actual.


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