El futuro de las represas de los ríos Neuquén y Limay navega en la incertidumbre
Pasó casi un mes desde la tensa reunión de Figueroa y Weretilneck con Rodríguez Chirillos. Francos prometió una participación de las provincias que brilla por su ausencia.
El manejo, la operación y el mantenimiento de las represas construidas sobre los ríos Limay y Neuquén tienen futuro incierto. Hace más de un mes que el gobierno nacional debería haber conformado con las provincias del norte de la Patagonia los equipos de trabajo para la elaboración de los pliegos de la nueva privatización que dispuso el presidente Javier Milei por decreto, pero hasta ahora no está redactado ni el artículo uno de ese documento.
Hace más de 30 años, cuando las presas que construyó el Estado nacional mediante la empresa Hidronor se dieron en concesión, los trabajos conjuntos de técnicos nacionales y provinciales duró meses, con jornadas larguísimas y borradores con hasta dos versiones diarias.
El ministro de Infraestructura de Neuquén, Rubén Etcheverry, confirmó que a un mes y medio de la norma que dispuso la reprivatización de las hidroeléctricas, las provincias no recibieron ni un borrador del fárrago de normas, decretos, resoluciones y disposiciones que se necesitan para avanzar en el proceso con todas las premisas que los gobernadores le plantearon al secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo.
Un vocero del gobierno de Río Negro confirmó que “no hubo ningún avance desde la última reunión” con el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, que había intervenido después de que los gobernadores salieran con un descontento visible de un primer contacto con Rodríguez Chirillo.
“Quedaron en que las provincias iban a participar, pero todavía no nos han convocado a las reuniones”, añadió.
El gobernador neuquino comentó ayer que viajará esta semana a Buenos Aires con las obras públicas nacionales en la agenda, pero también con las hidroeléctricas.
En cambio, el gobierno neuquino sí logró acercamientos con los concesionarios de las hidroeléctricas, que desde hace más de un año mantienen la operación y el mantenimiento de las obras de ingeniería privatizadas entre 1992 y 1999.
Represas: cuáles son las que están privatizadas
•El Chocón (que incluye su regulador, Arroyito) está en manos de la italiana Enel. La concesión original venció en 2022.
•Cerros Colorados, en manos de la argentina Aconcagua, también tiene vencido el contrato desde hace dos años.
•Alicurá está concesionada a la estadounidense AES, con los mismos plazos que las anteriores.
•Piedra del Águila está manejada por Central Puerto. Su concesión venció en 2023.
•Pichi Picún Leufú es el compensador de Piedra del Águila. Está bajo control de Pampa Energía y su concesión vence en cinco años.
“Hay 6 meses para preparar los pliegos y todavía no han sido convocadas a provincias”, añadió.
En los inicios de la década del 90 el proceso fue arduo. Sin la tecnología en las comunicaciones que existen hoy, lo que iba y venía de Buenos Aires eran télex o faxes. Hubo posiciones políticas fuertes, pero también premisas técnicas que pesaron.
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