Boleta Única de Papel: carrera contrarreloj para implementarla

Tras la aprobación de la ley, comienzan a correr los plazos para que la justicia electoral y el ministerio del interior organicen el diseño y la logística. La politóloga Carolina Tchintian y la senadora rionegrina Mónica Silva explican detalles del nuevo sistema de votación a nivel nacional.

Tras el festejo del oficialismo y parte de la oposición por la aprobación del sistema de votación con Boleta Única de Papel (BUP) a nivel nacional, empieza una carrera a contrarreloj tanto para la Justicia Electoral como en el ministerio de Interior, para adecuar toda la logística y diseño del instrumento que se utilizará en las elecciones legislativas de 2025. Aunque parece un plazo extenso, son varios los desafíos que se deberán resolver para llegar a esta instancia con la tarea hecha.

No será una tarea sencilla porque además de los problemas técnicos, también implica un cambio de mentalidad y organización de los comicios. Hasta ahora, la tarea de diseñar, imprimir, distribuir y custodiar las boletas que se usan en el día de la elección corría por cuenta de los partidos. Ahora, esta tarea quedará en manos de distintas instancias del Estado, lo que implica una responsabilidad adicional que deberá asumir.

Además, se deberá capacitar tanto a las autoridades de mesa como a los fiscales y a los propios electores sobre el funcionamiento del nuevo sistema. Por otra parte, en varios distritos convivirán, al menos por un tiempo, distintos sistemas de votación, ya que no todas las provincias adherirán a esta modificación en la forma de emitir el voto.

Debates consultó a una de las mayores especialistas en este tema, Carolina Tchintian, doctora en ciencias políticas, magíster en políticas públicas e investigadora principal del Cipecc (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) sobre los desafíos por venir. La especialista señaló que sin dudas la aprobación de la iniciativa es un hito que implicará “una importante mejora en los procesos electorales y en la calidad de la democracia”, ya que el sistema no solo garantiza a los ciudadanos un acceso a la oferta electoral completa sino que asegura una mayor equidad entre los partidos políticos con diferente capacidad logística y brinda una mejor experiencia a los votantes. “Esto no significa que las elecciones anteriores no fueran limpias o justas, porque lo han sido y los casos o la incidencia de fraude han sido menores, pero este sistema aumenta la eficacia, la equidad y la transparencia de todo el proceso”, asegura Tchintian. Por este motivo, desde Cippec se ha impulsado desde hace 15 años esta modalidad de votación.

Carolina Tchintian, politóloga, investigadora del Cippec.

La especialista destacó que, más allá del diseño final, “que puede variar tanto como sistemas democráticos hay en el mundo”, la principal fortaleza de la boleta única de papel es “que el Estado asume la responsabilidad de diseñar, imprimir, distribuir y garantizar que las boletas estén presentes y disponibles en cada uno de los centros de votación durante toda la jornada electoral”. Las boletas serán entregadas el mismo día por el presidente de mes a cada votante ya no podrán circular desde días anteriores ni los electores venir con la papeleta preparada desde su casa para emitir su sufragio. Esto elimina algunas maniobras electorales como el denominado “voto cadena” usado como mecanismo clientelar o el robo o destrucción de boletas de agrupaciones rivales en el cuarto oscuro, que obligaba a los partidos a tener una aceitado esquema de fiscalización. “Los partidos ya no dependen de su capacidad logística para imprimir, distribuir y controlar sus boletas en las mesas, hay un acceso uniforme a la oferta y en cierto modo se nivela la cancha entre partidos con mayor o menor capacidad de movilización y fiscalización” explica la politóloga.

La experiencia del voto


Un aspecto que destaca la académica, más allá de los beneficios de transparencia y equidad electora, es el de la experiencia del voto. La boleta única ya se ha implementado en varias provincias, como Córdoba, Mendoza, Salta y Santa Fe, y los resultados han sido evaluados como positivos.

“En definitiva, cada instrumento de votación une las preferencias de los ciudadanos con la política, al ejercer el voto ponemos nuestra voluntad como ciudadanos para que eso se transforme en políticas públicas y en un proyecto de país. Por eso no es menor que la experiencia sea buena o placentera para el votante. Y tenemos evidencia de que el sistema de boleta única de papel es muy bien aceptado por los electores, es fácil de usar y un buen instrumento para expresar sus preferencias”.

Relató que las encuestas realizadas en Santa Fe, tras tres votaciones con este sistema, arrojaron que un 61% de los votantes consideró que votar con boleta única le resultó más sencillo que con la partidaria y el 92% calificó al sistema como “bueno o muy bueno”. Sólo un 5,5% se mostró partidario de volver al viejo sistema.

El modelo tentativo de nueva boleta electoral.

La especialista señaló que la decisión de Diputados de respetar la modificación realizada en el Senado, que optó por el “modelo mendocino” y sacó la opción de votar lista completa, no altera demasiado el esquema. “No tengo una posición tomada sobre uno u otro sistema. Quizás mantener el casillero para votar a una lista completa hubiera sido una especie de transición, para hacer más suave el paso de un sistema de votación a otro. Quizás esto beneficie un poco más a los partidos provinciales. Pero cualquiera sea el sistema, me parece positivo el cambio”, explicó.

La necesidad de capacitar a los nuevos responsables


Finalmente, señaló que es una muy buena noticia que se haya logrado el consenso partidario para aprobar la iniciativa en un año no electoral, ya que dará tiempo a la Justicia Electoral y al ministerio del Interior para realizar los cambios necesarios.

“Es muy beneficioso que se haya logrado este nivel de acuerdo político. Los cambios de reglas electorales requieren mayoría especiales y ello implica consenso entre distintos partidos. Ahora el desafío será el diseño final de la boleta, que sea de forma participativa e informada, implicando a los partidos, que de todos modos tendrán roles fiscalizadores. Será clave también la capacitación a los presidentes de mesa, que serán quienes tengan ahora la mayor responsabilidad en el proceso de votación, al entregar y controlar la validez de las boletas. Y finalmente, una campaña de información en el electorado, para asegurarse que no exista desinformación y desconfianza en este nuevo instrumento”, concluyó Tchintian.

Mónica Silva: “Agiliza la elección, facilita el escrutinio y es un ahorro”


La senadora Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro (JSRN) tuvo un rol protagónico en el debate de la ley de Boleta Única de Papel , ya que su intervención definió que finalmente se eliminara del modelo el tilde de “lista completa”, que en cierto modo hubiera mantenido el “efecto arrastre” que en el esquema tradicional de boleta partidaria tienen los candidatos y partidos nacionales.

El tema fue objeto de duras discusiones, tanto en los debates de comisión como en el recinto, ya que hasta último momento algunas fuerzas, como el PRO, pretendían restablecer esta opción en la última revisión que realizó Diputados. En diálogo con Debates, la senadora destacó la constante búsqueda de consensos amplios para la iniciativa.

“El proyecto original había sido aprobado por Diputados hace un tiempo y estaba en Senadores desde julio de 2022, donde había quedado dormido hasta que el oficialismo decide reimpulsarlo, para que no pierda estado parlamentario. Cuando revisamos el texto a principios de año, nos pareció un tanto desprolijo, había mucha cosas por corregir. Por ejemplo señalaba que las boletas que no se usaran en el comicio debían ponerse dentro de la urna con las otras, válidas. Y así muchas oras. Sobre todo, encontramos que el modelo utilizado, el de Córdoba, era muy inconveniente para aplicarlo a nivel nacional. Así que básicamente propuse dos modificaciones: que hubiera tres boletas diferentes, una por cada categoría de elección (diputados, senadores, presidente y vice) y que la boleta no tuviera el tilde de boleta completa, porque eso verdaderamente facilita las cosas a los partidos nacionales pero perjudica a los provinciales como JSRN”, explicó.

Finalmente, esta fue la postura que predominó tanto en el Senado como en la revisión de Diputados .

Silva destacó que el modelo adoptado es más similar al utilizado por Mendoza, que tiene a su juicio varias ventajas. “Es una buena boleta porque tiene un diseño ágil y sencillo, es fácil de colocar en la urna, tiene 70 cm. de largo por 16 de alto , se pliega en cinco partes y no necesita sobre. El presidente se la entrega al elector, este va a un biombo donde marca sus preferencias (ya no se necesita cuarto oscuro) y luego se la devuelve plegada al Presidente de Mesa o la introduce en la urna” señaló Silva.

Agregó que “sin dudas es un avance sobre el sistema anterior, agiliza la votación, el sistema de escrutinio y elimina una serie de prácticas nocivas como el robo o la rotura de boletas, el tema de la aparición de boletas no oficializadas, o las que ya venían desde la casa con sus propias boletas”. Agregó que l nuevo sistema “le da más protagonismo a la ciudadanía, yo elijo y soy quien pone los tildes sobre los candidatos que quiero”, agregó. Aunque el sistema aún no se aplica en Río Negro, confió en que el modelo sea replicado por todas las provincias, incluida Río Negro, porque “ es un ahorro importante y realmente facilita la elección”.


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