Villa Regina agiliza el traspaso de los servicios de agua y cloacas a la Provincia

La ciudad se prepara para un cambio histórico, tras administrar los servicios esenciales. Podría haber novedades en los próximos días.

El traspaso del servicio de aguas y cloacas de Villa Regina a provincia se convirtió en una de las mayores preocupaciones de la actual gestión del municipio valletano. La promesa del gobernador Alberto Weretilneck era concretar el paso de la concesión antes de fin de año, pero podría haber novedades en los próximos días. 

“Cuando pase a Aguas Rionegrinas (ARSA) el servicio no va a cambiar, vamos a estar muy encima desde el municipio. El vecino no sentirá diferencia alguna, salvo para mejor”, aseguró esta semana el intendente Luis Albrieu a la radio Info Regina. El jefe comunal evitó dar mayores precisiones, pero fuentes municipales aseguran que podrían darse avances respecto a la posibilidad de un convenio con la Provincia próximamente. 

De concretarse, el acuerdo entre Weretilneck y Albrieu por la devolución del servicio al Departamento Provincial de Aguas (DPA) -organismo a cargo del poder concedente de los sistemas de aguas y cloacas- deberá ser refrendado luego por el Concejo Deliberante a través de una mayoría simple. 

El jefe comunal aseguró que el cambio de gestión de la red traerá beneficios económicos para el Ejecutivo local. Se espera un ahorro mensual de entre 100 y 150 millones de pesos.

Albrieu adelantó que el dinero será destinado a la ejecución de obras no concluidas, como la finalización de cuadras de asfalto.

Regina presta el servicio de agua y cloacas en su jurisdicción municipal desde hace años. Foto: Andrés Maripe

El trasfondo del cambio


El traspaso del servicio de agua a la Provincia formó parte del análisis mismo de la candidatura de Luis Albrieu para la intendencia de Regina. Fue una evaluación compartida con el entonces senador Alberto Weretilneck cuando en el 2023 ya ambos empezaron a confluir en una estrategia electoral de retornos gubernamentales.

Ya entonces coincidían que un paso obligado para la viabilidad del Estado reginense estaba en el desprendimiento del servicio de agua y la alternativa existente consistía en su transferencia a la órbita provincial.

El intendente Luis Albrieu había acordado con el gobernador Weretilneck el traspaso del agua previo a ganar la intendencia. Archivo

Por esos días, Albrieu ya visualizaba el alto costo de su funcionamiento para la futura gestión local y siempre remarcó que esa explotación correspondía a la Provincia, valiéndose de un dato válido, que no existía otro municipio a cargo del servicio.

Desde diciembre, ya al frente de sus correspondientes Ejecutivos, Weretilneck y Albrieu evalúan esquemas para concretar ese traspaso.

ARSA, como sociedad anónima con mayoría estatal, es la concesionaria provincial del servicio y, en principio, fue asignada por el gobernador para asumir esa concesión.

El peronista Javier Iud asumió enseguida el manejo de esa empresa estatal y, ciertamente, planteó un diseño de ordenamiento y de eficiencia que no parecía compatible con la incorporación de un servicio -claramente- deficitario.

Por eso, Iud no se mostró inicialmente entusiasmado. Eso ocurrió hasta que Weretilneck reforzó el concepto que el traspaso respondía a un compromiso asumido originalmente con el ahora intendente reginense.

El exjefe santoniense no tardó tiempo en esa concientización pero, luego, las complicaciones fueron la determinación de la figura de la cesión del servicio a ARSA, especialmente al vínculo laboral con una treintena de operarios del sistema.

Albrieu se focalizó en esa resolución y, por el momento, Weretilneck también intervino para acercar posiciones entre el intendente y la dirigencia de ATE, que es la representación de los trabajadores alcanzados.

Después de meses, el jefe comunal reginense habría logrado definir el marco de cesión con la Provincia y la concesionaria ARSA, como también, el encuadramiento laboral de los actuales agentes del servicio.

El desfase por la prestación rondó los 80 millones mensuales en la época invernal, pero se estima que se duplicará en el verano con el crecimiento de la demanda de agua. Por eso, previa transición, el municipio prevé que ARSA ya tenga plena explotación en el inicio del 2025.


El panorama para ARSA


Existen dos grandes temáticas a definirse: la situación laboral de los actuales empleados de Obras Sanitarias Municipales y el pago de las tarifas. 

Sobre el primer punto, Javier Iud, titular de ARSA, aseguró a Diario RÍO NEGRO: «En materia laboral hay un convenio distinto de trabajo al que mantienen los empleados municipales de Regina actualmente. Nosotros tenemos definidos roles y actualmente tenemos 14 categorías de empleo”, detalló.

El traspaso del municipio de Regina del servicio de agua a ARSA incluye a los trabajadores. Foto: Andrés Maripe

Las tarifas suponen otro gran cambio para los usuarios, dado que ARSA se financia por medio de una facturación mensual. “Nosotros sabemos que en caso de traspaso se adoptará el sistema de tarifas y los precios existentes en toda la provincia”, agregó. 

Actualmente, el sistema es financiado a través del cobro de tasas municipales en la boleta de energía. Luis Albrieu relató a Diario RÍO NEGRO que en caso de efecutarse el traspaso este tributo dejará de ser recaudado por el municipio. “Pasará al futuro concesionario”, afirmó. 

Otro punto clave será el costo para la empresa estatal. Según cálculos de ARSA, se deberían invertir 500 millones de pesos, solo en la parte electromecánica, para poder asumir el funcionamiento de la red. A eso se le debe sumar cuestiones de infraestructura, como oficinas, vehículos, y edificios de atención. 

Consultado sobre los fondos para costear el proyecto, el director de ARSA aseguró esperar de la “ayuda política” del gobierno de Río Negro, dado que podría significar un “desfinanciamiento” para la firma estatal. 


Un servicio netamente reginense


La ciudad posee una particularidad: desde sus inicios el municipio mantiene la concesión de los servicios de agua potable y el tratamiento de los líquidos cloacales. Casi en la totalidad de las ciudades rionegrinas es ARSA la operadora de los servicios, salvo en los barrios alejados de Bariloche. 

En 2004, se dio un primer pedido de traspaso al DPA, debido a la necesidad de “inversiones millonarias”. Sin embargo, una ordenanza ratificó la permanencia de la prestación producto de ciertas reticencias de la comunidad. «Históricamente la comunidad ha defendido la posición de mantener en la esfera municipal la prestación de los servicios de agua potable y cloacas”, afirmó en aquel momento el exintendente Carlos Peralta.

Lo cierto es que las últimas obras importantes en la red fueron realizadas durante las anteriores gestiones de Albrieu. Entre ellas, la puesta en marcha de una moderna planta de potabilización de agua, de la cual hoy “no anda nada”, según reconocen algunos funcionarios. 

Actualmente, y ante el desborde del sistema, se están ejecutando mejoras. Entre ellas, una unificación de las cuencas cloacales entre el sur de la ciudad y las bombas de la calle General Paz.


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