Medicina, la carrera que más se estudia y grafica el «éxodo» de egresados y docentes fuera del país
En Río Negro, la carrera se dicta en la Universidad Nacional del Comahue (Unco) en Cipolletti y en la Universidad Nacional de Río Negro en Bariloche.
Pese a ser una de las carreras más largas con salarios poco acordes, Medicina es una de las carreras más estudiadas en las principales universidades del país, según datos de la Secretaría de Educación de Nación. En Río Negro, la carrera se dicta en la Universidad Nacional del Comahue (Unco) en Cipolletti y en la Universidad Nacional de Río Negro en Bariloche.
«Medicina siempre es una de las carreras más elegidas como Enfermería o Psicología. No tenemos un examen de ingreso así que es una carrera abierta a quienes quieran formarse como médicos», detalló Silvia Ávila, decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Unco.
Por año, se inscriben entre 700 y 800 estudiantes en esa carrera y según la decana, este número se mantiene desde hace más de 10 años.
Alrededor de un 25% de los estudiantes adeuda alguna asignatura de la escuela media y tienen un plazo hasta agosto para rendirlas. «Ahí tenemos un desgranamiento porque muchos no rinden, en realidad», recalcó.
Ávila mencionó que el 5% de los estudiantes que se inscribe en Medicina son chilenos y brasileños que se radican en la región. Luego de recibirse, se quedan. «Muchos de ellos se quedan a vivir en la zona; la gran mayoría de los que se van, en cambio, son argentinos», señaló y aclaró que «con la situación actual muchos estudiantes y docentes están pidiendo certificaciones para radicarse fuera del país. Cuando el país no te da oportunidades, se produce el éxodo de los jóvenes egresados de las universidades nacionales. No está cuantificado, pero en el último tiempo, se ha acentuado». Esta migración, reconoció, «no se percibe de un día para el otro, pero se van viendo procesos que se aceleran«.
«El 80% de los profesionales del país se forman en la universidad pública. Es alto para dilapidarlo en un ratito. Este país tiene una tradición, una cultura importante en la educación pública», indicó.
Por otro lado, advirtió Ávila, tiempo atrás cuando se hacía un llamado para cubrir un cargo docente -o incluso no docente- se presentaban muchos postulantes. Hoy, ya no pasa. Ávila lo atribuyó a los salarios que «están muy deprimidos». «Nunca fueron muy altos, pero de diciembre a esta parte, se perdió aproximadamente un 50% el valor adquisitivo. Encima, en una zona como la nuestra, los costos están ajustados al petróleo, pero no todos trabajan de eso», señaló.
Déficit de profesionales en la región cordillerana
Tiempo atrás, un estudio de factibilidad alertó que, en 10 años, 1.000 médicos alcanzarían lajubilación o tendrían más de 70 años en la región cordillerana de Río Negro. De este modo, surgió la carrera de Medicina de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro cuatro años atrás.
«En el Alto Valle o la zona de Neuquén, la Unco viene trabajando desde hace mucho. Pero teníamos un déficit de profesionales en esta región. Por eso, hoy, el 90% de nuestro grupo de estudiantes es de Bariloche, Dina Huapi, Bolsón y La Angostura», puntualizó Germán Guaresti, director de la carrera de Medicina en Bariloche.
Tambien hay alumnos de la región sur de Río Negro ya que hay «un cupo protegido» para los pobladores de esta zona en función de la falta de médicos en las áreas rurales. «El objetivo es formar gente de la zona porque tienen más chances de volver a trabajar al lugar donde se crió. Desde hace tres años, todos los años viajamos y hablamos con los estudiantes de cuarto y quinto año desde Pilcaniyeu hasta Valcheta para contarles sobre la carrera», dijo.
Hoy esa carrera cuenta con 140 estudiantes, entre primer y tercer año. Por año, ingresan alrededor de 60 alumnos por año (un promedio de 48, a los que se suman los del cupo protegido).
Guaresti aseguró que, en el último tiempo, observan que cada vez son más los estudiantes de Medicina que deben trabajar. El porcentaje rondaba el 50% y se ha incrementado. «Incluso lo notamos en los años más avanzados. Los que no trabajaban están agarrando changas y hay estudiantes que tuvieron que dejar sus estudios por cuestiones del contexto económico», señaló. Esto se nota en los pedidos de cambio de los horarios de cursada. «Siempre priorizamos a los que trabajan o a quienes tienen personas a cargo», recalcó Guaresti.
Aclaró que, de todos modos, la retención de estudiantes en la carrera es mayor al 90%. El 10% restante abandona por cuestiones vinculadas al contexto económico. «En otras universidades, ese porcentaje que pasa de primero a segundo año ronda entre el 20 y 50%. Sucede que nuestro modelo es similar al de la Universidad Nacional del Sur que tiene una carrera de Medicina desde hace 20 años. Tenemos la misma metodología: tutorías frecuentes, una relación entre docentes y estudiantes que permite un seguimiento», dijo.
Guaresti se mostró preocupado por las partidas presupuestarias para las universidades. «Desde el gobierno se pone el foco en lo político. Para las universidades implica movilidad social ascendente. Hay que pensar en las universidades que se han ido creando en lugares alejados de los grandes centros urbanos. Si no hubiese existido esta carrera de Medicina, muchos estudiantes no hubiesen podido irse a vivir a otro lado. Acá tiene sus casas, trabajan», concluyó.
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