Un taller de Educación Sexual Integral en una escuela permitió detectar dos casos de abuso sexual infantil en Viedma

Desde las escuelas consideran que, a pesar de la avanzada del gobierno de Javier Milei, la ESI es fundamental. "Los chicos entienden que hay cosas que no son juegos, que no tienen que ver con el amor y que no deben sentir miedo", señalaron desde Unter.

A través de un taller de Educación Sexual Integral (ESI) dictado en una escuela primaria de Viedma, se detectaron dos casos de abuso sexual infantil perpetrados contra dos niñas por parte de adultos que mantenían una relación cercana a esas familias. Ambas denuncias se presentaron en el Ministerio Público Fiscal.

En uno de los casos, luego de que la víctima declarara a través de la cámara Gesell, se formularon cargos contra el imputado, un tío de la niña. Además, se dispuso su prisión preventiva.

Dos días después, se imputó a otro hombre que trabajaba como cuidador de un club de la capital provincial por dos delitos contra la integridad sexual de dos niñas. También se le formularon cargos y se dispuso su prisión preventiva.

La ley 26.150, sancionada el 4 de octubre de 2006, establece el derecho de todos los estudiantes a recibir contenidos de educación sexual integral en las escuelas públicas y privadas del país, desde el nivel inicial hasta el nivel superior. Promueve la enseñanza de “los aspectos biológicos, psicológicos, sociales, emocionales y éticos” de la sexualidad y asegura “la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres”.

Una vez más, el espacio de ESI en las escuelas fue crucial para conocer casos de abuso sexual. Luego de un taller, una niña sufrió una crisis de angustia y le contó a sus maestras que estaba padeciendo tocamientos por parte de un hombre.

La vicedirectora y dos docentes la escucharon y la contuvieron en un primer momento y, luego, transmitieron la situación a su madre. Horas después, este testimonio se ampliaba con la declaración de su hermana mayor que había padecido la misma situación.

“Comprobamos que la ESI funciona como un instrumento para prevenir situaciones de abuso sexual y como herramienta de detección de éstas. Es esencial el trabajo realizado en las instituciones educativas”, reconocieron desde la Oficina de Atención a la Víctima del Ministerio Público de Río Negro. Tras una denuncia, el organismo interviene de forma interdisciplinaria con equipos técnicos a fin de brindar orientación, asesoramiento y acompañamiento en el proceso judicial.

«No es un juego y no tiene que ver con el amor»

Lua Hernández, secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades de Unter, admitió que las denuncias por abuso sexual infantil son una «constante; por eso, defendemos tanto la ESI».

«Hay una avanzada y siempre hay un reclamo que pone en duda para qué sirve la ESI. Desde diciembre, se reforzó esto de la ideología de género como si no fuera una cuestión necesaria en las escuelas», planteó Hernández.

Comentó que, en una recorrida por los distintos bloques de la Legislatura de Río Negro para reclamar por la ley de esencialidad, una legisladora manifestó: «Hay cosas que se enseñan en la escuela que deberían enseñarse en la casa».

Hernández advirtió que la mayoría de los casos de abuso sexual ocurren dentro del núcleo familiar. «Es muy terrible, pero justamente es el adulto responsable con quien el chico comparte parte de su vida, quien le pide que sea un secreto entre ambos y lo define como un juego. La ESI permite poner eso en tensión: hay cosas que no son juegos, que no tienen que ver con el amor, y el niño no debe tener miedo«, señaló.

Consideró que se arrastra una tradición escolar de muchos años en la que la educación sexual «remitía a ideología». Estos debates por la ESI acabaron una vez que se sancionó la ley y pasó a ser parte de la currícula en las aulas.

«Significó un aprendizaje para los docentes porque no solo tiene que ver con la sexualidad sino con estereotipos y construcciones culturales de los roles de las mujeres y los varones. Después del 2010, cuando la ley se fue instalando y surgieron nuevas leyes de ampliación de derechos, fueron los niños y niñas que llegaron a las escuelas diciendo: ‘No quiero que me llamen de esta manera’. Esa irrupción nos llevó a pensar desde otro lugar las construcciones vinculares», señaló Hernández.

Manifestó que «cuando llega (Javier) Milei al poder, con el cierre del Ministerio de Mujeres, se planteó que estamos hablando de ideología de género».

En la misma línea, en febrero, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el uso del lenguaje inclusivo se prohibirá en todos los documentos oficiales y las dependencias del Estado. «No se va a poder utilizar la letra ‘e’, el arroba, la ‘x'», dijo en una conferencia de prensa y advirtió que se evitará «la innecesaria utilización» del género femenino en la redacción de documentos públicos. Consideró que la perspectiva de género siempre se utilizó como «un negocio de la política».

«Si bien parece una avanzada muy fuerte porque viene del poder hacia abajo, en las escuelas está instalado que la ESI es parte del diseño curricular y que se trabaja en consecuencia«, concluyó Hernández.



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