La crisis universitaria desde adentro: cómo la viven las estudiantes de Río Negro y Neuquén

Alumnas de la Universidad Nacional del Comahue y de Río Negro se preparan para la marcha federal del dos de octubre.

Clases virtuales o sin calefacción. Menos asistencia a clases y más trabajo para costear los estudios. Estudiantes de Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y de la de Río Negro (UNRN) contaron acerca del verdadero costo del recorte presupuestario y cómo se preparan para la marcha universitaria del dos de octubre. 

La inflación y la no actualización del presupuesto derivó en falta de insumosproblemas para alquilar edificios y mantenimiento del día a día, contaron las autoridades de la UNRN. Estudiantes dieron su testimonio a Diario RÍO NEGRO de cómo les afectan los recortes.

Catalina tiene 25 años y es becaria de investigación de la Universidad del Comahue. “Mi salario responde a 1100 pesos la hora de trabajo y hace que yo hoy tenga un salario de indigencia que no me permite ni pagar el alquiler”, contó.

Son muchos los y las estudiantes que además de estudiar, trabajan para sobrevivir. O aquellos que aún buscan trabajo para poder independizarse, mientras su familia les da una mano con el alquiler.

Ese es el caso de Melisa, estudiante del profesorado de Comunicación Social, quien contó que “por ahora no pude tomar ninguna hora para dar clases porque hay mucha demanda, así que por mientras me ayuda mi familia”.

Catalina y Paula, en la marcha universitaria del 23 de abril. Foto: Gentileza.

Lo mismo contó Paula, estudiante de Trabajo Social y militante. “Yo hoy alquilo y me mantienen mis papás por ahora. En este momento en el que se cursan las prácticas y las materias teóricas es difícil laburar y sostener las dos cosas”, expuso. Explicó que si bien hay un recorte en el presupuesto universitario, “se traduce a la vida cotidiana”.


La crisis universitaria desde adentro: las clases virtuales y la falta de calefacción


Catalina, la becaria de la UNCo, comentó que con las clases virtuales “las cursadas se deterioran”. “Estuvimos todo el invierno cursando con calderas sin funcionar”. Melisa coincidió y agregó “nos quejábamos del frío en los pies, mis profes se enfermaba o nos cambiaban de aula, pero al hacerlo no teníamos los recursos para cursar la materia”.

Lo mismo hizo Paula, que manifestó que “el problema de las calderas fue el reflejo de la falta de presupuesto”.

«Esas condiciones también afectan el aprendizaje y nos llevan a una virtualidad obligada”.

Catalina, becaria en la UNCO

Se trata de una situación que se repite en la Universidad Nacional de Río Negro, donde también recurrieron a la modalidad virtual. “Nos avisaron que por las políticas económicas que afectaban la universidad, a partir de esa semana la materia iba a ser virtual”, comentó Lujan, la estudiante de 20 años y de tercer año de criminología.

Especialmente la carrera de criminología es reciente y deben compartir espacios con otras escuelas. “Compartimos edificio con una escuela de arte y en otro lugar cursamos otras materias en un colegio, pero hasta julio no tuvo calefacción y debimos recurrir a la virtualidad”.


La crisis universitaria desde adentro: los costos de los pasajes, fotocopias y comedor


Otro de los motivos que causan las clases virtuales son los precios del pasaje de colectivo. Melisa contó que de Neuquén a Roca aquellos que viajan gastan 8000 pesos por día. “Eso ha afectado a diversas familias, porque además padres de mis compañeros sufrieron despedidos y complicó aún más la situación”, relató.

Lujan y estudiantes de la UNRN en la marcha del 23 de abril. Foto: Gentileza.

La estudiante de criminología dijo que hay muchos estudiantes que viven en Neuquén y viajan a Cipolletti para cursar. “Algunos compañeros se tuvieron que anotar a cursadas virtuales porque no les alcanzaba para el pasaje de colectivo. Por semana se llega a gastar 15 mil pesos, porque no hay boleto estudiantil interurbano”, relató.

Agregó que actualmente “es imposible pagar las fotocopias” y todo el contenido lo tienen digital. “Por suerte tenemos la biblioteca donde podemos sacar algunos libros que necesitemos”, señaló.

Paula, añadió que la falta del ticket del comedor se siente. “Si bien es accesible, se acaban en una hora. Eso quiere decir que hay muchos compañeros que se quedan sin acceder al comedor, que es de gran ayuda”, indicó.


La crisis universitaria desde adentro: los estudiantes que ven el recorte del salario a sus profesores


“El impacto que tienen los bajos salarios de los docentes universitarios afecta a nuestra calidad educativa”, aseguró la estudiante de Trabajo Social de la UNCo.

Desde la UNRN, Lujan agregó: “Nuestros profesores nos contaron el problema con el salario y muchos deciden dejar de dar algunas materias o la pasaron a la virtualidad. Tienen que acceder a otros trabajos y eso se empieza a notar”, señaló Paula.

«En cierta medida, el cuatrimestre se ha sostenido a base del trabajo y la responsabilidad de los profesores de acompañarnos y que no nos quedemos sin clases”.

Paula, estudiante de Trabajo Social

La crisis universitaria desde adentro: cómo se preparan para la marcha del dos de octubre


El 2 de octubre habrá una nueva marcha universitaria para reclamar por el presupuesto a nivel federal. Habrá distintos puntos de concentración a lo largo del país. Las comunidades de la Universidad del Comahue y de Río Negro se adherirán a las medidas de fuerza.

La idea es visibilizar el rechazo unánime de la comunidad educativa ante la decisión del presidente Javier Milei de vetar la Ley de Financiamiento Universitario, una legislación aprobada por ambas cámaras del Congreso que aseguraba un presupuesto adecuado para el funcionamiento de las universidades públicas.

Melisa junto a sus amigas en la marcha de antorchas en defensa de la educación publica el 22 de mayo. Foto: Andrés Maripe.

Catalina, becaria de la UNCo, contó que espera que la marcha “tenga las mismas repercusiones que la del 23 de abril”. “Cuando la universidad se coloca en una posición de unidad de acción, los reclamos y las luchas tienen mucho sentido”, comentó.

Durante la marcha del 23 de abril presentaron cinco reclamos: aumento de gasto de funcionamiento; aumento salarial, continuación de las becas estudiantiles, continuación de la financiación de ciencia y tecnología, y como quinto y último punto, reactivar las obras públicas universitarias.

“No podemos bajar la guardia, a pesar de las aparentes buenas voluntades del gobierno, porque sabemos que automáticamente si no se sostiene la lucha se vuelve para atrás”, expresó.

Paula agregó “nos juntamos con docentes y no docentes a pensar y reflexionar y la salida fue pensar actividades en el marco de la marcha para poder movilizar”.

La estudiante del profesorado de Comunicación Social, Melisa, expresó “claramente voy a asistir junto a mis compañeras y docentes. Voy a ir por la falta de mantenimiento edilicio, por el aumento de los salarios docentes y para visibilizar la importancia de la educación pública”, detalló.

Lujan, desde la Universidad Nacional de Río Negro, agregó: “de a poco estamos organizando la marcha del dos de octubre, junto con los profesores que nos van a acompañar”. Es que al ser una facultad pequeña, analizan sumarse a la marcha en Neuquén.


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