Alexia, la joven copilota de rally que brilló junto a su papá en Río Negro
Hasta los cinco años, vivió con su familia en un motorhome. Hoy es mamá de una nena y una bebé; y hace meses está en las pistas: ayer corrió la carrera de su vida con su padre, en Lamarque.
Alexia tiene 22 años, es de Lamarque y copilota de rally hace apenas unos meses. Corre junto a su papá Robinson Monsalves (58), piloto y mecánico de autos. Él invitó a su hija a ser navegante y la embarcó en una aventura que ayer los dejó en lo alto del podio.
A bordo de su Ford Ka viral 1.6 en la categoría N6 libre inyección, padre e hija lograron el flamante segundo puesto en el “Rally del sur», una competencia que se desarrolló en su localidad, el sábado 21 y domingo 22 de septiembre.
El arduo trabajo y destreza que demostraron no hubiera sido posible sin el estrecho vínculo y confianza entre ambos. “Fue mi primera carrera con mi papá», contó la joven quien ya había tenido una experiencia hace unos meses.
“A mí siempre me gustaron los autos, siempre fui fanática de la velocidad más que nada, porque desde que nací. Me crie en ese ámbito», contó Alexia, quien se remontó a los orígenes de una historia familiar que la enorgullece.
El certamen consistió en seis primes entre las dos jornadas. «Nos fue super bien para haber sido nuestra primera carrera. Empezamos casi últimos, fuimos escalando y llegamos hasta el segundo puesto”, balanceó la joven. Completaron todos los circuitos y en un buen tiempo.
Robinson Monsalves ya venía compitiendo, pero no con su hija. Había tenido problemas técnicos con otros vehículos y ahora pudo cambiar a una categoría superior. El estreno del «Ka» fue en familia, y en su ciudad natal. “Nada más lindo que correr en tu pueblo», agregó la joven con la alegría todavía intacta.
En 2023 ella no podía correr por su embarazo, pero luego de unos meses del nacimiento de su última hija, su papá la invitó a ser su compañera de ruta. «La emoción no me entraba en el cuerpo”, aseguró. Alexia agradeció también a su madre, indispensable porque si no se ocupaba del cuidado de las niñas, no podría participar.
Además de la pasión por las carreras y los autos, la joven es diseñadora gráfica y tiene su propio emprendimiento. «Trabajo de lo que amo”, contó la copilota, quien es mamá de dos nenas: Roma de cuatro años y Valencia de un año.
Hasta sus cinco años, Alexia vivió en un colectivo tipo motorhome con su familia, en una chacra. No podían acceder a una vivienda porque cuando ella nació era pleno 2002, crisis en Argentina. “Después mis papás a base de esfuerzo, laburantes toda la vida, pudieron comprar una casa y cuando cumplí cinco años nos pudimos mudar”, contó. Ese hecho, de haber vivido sobre ruedas, la marcó y ella lo resignificó.
Para ella el rally es un deporte en que cada vez hay más mujeres en pista. No solo de acompañantes, novias, madres, amigas, sino también de participantes. “No hay prejuicio ni estereotipos, es un ámbito súper familiar, te hacen sentir muy bien, te felicitan, te abrazan», contó su experiencia.
“Uno compite contra uno mismo, porque quiere ir mejorando carrera a carrera. Competencias con el resto no tenés, porque todos te ayudan y si necesitas algo, van a estar ahí para ayudarte, para darte una mano, para lo que sea».
Alexia Monsalves, 22 años, copilota rally, de Lamarque.
Ser copilota y un trabajo en equipo
La parte fundamental de la tarea de ser navegante para Alexia es estudiar la hoja de ruta, el mapa del recorrido, al detalle. “A 500 metros hay un vado, a 1000 metros doblás a la derecha, todo. Tenés que indicarle el camino para que el piloto pueda hacerlo bien, pueda entrar bien en las curvas”, confió.
De esa manera, evitan caer a un desagüe, chocar o pasar de largo. «Es bastante importante aprenderse bien la hoja de ruta, hacerla bien y poder comunicarte bien con el piloto, saber entenderse entre ambos”, valoró Alexia.
Ahora espera con ansias la próxima competencia en Beltrán que será en noviembre. «La última carrera del año”, contó e invitó a todas las mujeres que quieran formar parte. “Es muy hermoso, no se van a arrepentir. Para compartir en familia, para ver o correr, es espectacular», cerró.
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