Increíble travesía en El Bolsón: a caballo, en lancha y tractor, llegó a casa a vivir sus últimos días
Un enfermero acompañó a un paciente 70 años a su hogar, donde él quería transitar su enfermedad terminal. La calidad humana y compromiso de un trabajador de la salud pública de Río Negro emociona.
Don Pucho volvió a su hogar con la ayuda de una cadena humana. Foto: gentileza.
La historia de “Don Pucho”, un poblador de la comunidad de El Turbio, conmovió en las redes sociales. Su dificil situación de salud, no impidió que se haga su voluntad de estar en casa, rodeado de la naturaleza en la que siempre vivió.
A sus 70 años le diagnosticaron cáncer de laringe y no tiene chance de recibir un tratamiento oncológico específico que lo pueda curar. En el hospital de área El Bolsón se le realizó una traqueotomía y gastrotomía. Los médicos especialistas determinaron que en su caso no queda mucho más por hacer, ya que la enfermedad está en una fase terminal.
“Él vivió toda su vida en El Turbio y decidió volver a su casa a transitar su última etapa de vida», contaron desde el Servicio de Cuidados Paliativos del hospital público que lo atendió.
Frente a esa realidad y haciéndose eco de su deseo, un trabajador de salud decidió acompañarlo en esa difícil trayectoria hacia su entorno, rodeado de la paz en la que el hombre quería pasar sus últimos días.
Dejar al paciente en su casa conllevaba un esfuerzo porque se debía hacer un recorrido de kilómetros y todo terreno. El Turbio es un poblado alejado de la ciudad y sin posibilidades de comunicación.
Así, el enfermero, cuyo nombre no trascendió, montó la logística de tres etapas y consiguieron los vehículos necesarios: una lancha, un tractor y para el final, un caballo. En un terreno montañoso, cordillerano, había que atravesar caminos sinuosos y arroyos.
Finalmente, fue una cadena de solidaridad ya que se articuló con Parques Nacionales y vecinos para conseguir todos los medios y lograr la misión de dejar al hombre en su casa.
Además, el personal de salud se encargó de entrenar a una sobrina de Don Pucho, para que pueda cuidar de él en este tramo y resolver las distintas situaciones de salud que pudieran aparecer en su cuadro.
Se le enseñó a la mujer a alimentarlo, cambiarle la cánula, limpiar la vía áerea, a administrarle medicamentos en caso de complicaciones. Básicamente, la sobrina aprendió “cómo acompañarlo en sus últimos días de vida”; contaron desde el servicio de salud.
“Llevó su tiempo, pero logramos que Don Pucho llegue a su lugar y que pueda vivir su última etapa en su casa, acompañado de su sobrina”.
, concluyeron desde el hospital.
Diario RIO NEGRO se contactó con el Equipo de Cuidados Paliativos pero decidieron no hacer más publicaciones al respecto del caso. «Estamos muy conmovidos y movilizados con la repercusión», aseguraron, luego de publicarlo en sus redes sociales.
Equipos de Cuidados Paliativos
La palabra «Paliativos» proviene del latín “Palium” que significa manto, poner un manto de piedad a los síntomas que causa la enfermedad.
“Somos médicos formados para acompañar. Ni para curar ni para rehabilitar, para acompañar”, enfatizó Patricia Sartori, una médica especialista de Roca. Siempre con actitud de escucha. “Nos apegamos al libreto del paciente”, señaló. “Vemos nuestra finitud en la finitud del paciente”, había dicho en una entrevista con este medio.
En la Provincia hay en total cinco unidades complejas de Cuidados Paliativos: Roca, Cipolletti, Bariloche, Regina y Viedma.
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