Ciudadanía italiana: anotaron mal el nombre de sus tatarabuelos y no podía tramitarla
Comenzó un proceso judicial para demostrar que se trataba de las mismas personas, anotadas de manera distinta.
Esto ocurrió en Viedma. Una tataranieta de familia italiana intentó tramitar la ciudadanía, y se dio cuenta que por generaciones, los datos de su árbol familiar estaban registrados erróneamente.
Todo comenzó cuando su tatarabuelo, que nació en Salerno, Italia, se casó, pero en el acta de matrimonio anotaron mal su edad y el nombre de su mamá.
Luego, nació su bisabuela, en donde estos datos fueron replicados y así, se repitió por generaciones, hasta que la tataranieta comenzó el trámite para la ciudadanía italiana. Se percató que se trataba de las mismas personas, anotadas de manera distinta.
En este caso la fiscalía de Rio Negro explicó que, la ciudadanía italiana y las autoridades de Italia requieren que los nombres y apellidos consignados en la documentación presentada, sean coincidentes con los datos indicados en las actas italianas y, en caso de existir diferencias, que los nombres sean indicados en todas sus formas.
Según la institución en su presentación manifestó que «en las actas de estado civil labradas en Argentina se modificaron los nombres originarios por los nombres traducidos o bien, se cambiaron algunas letras del nombre”.
La tataranieta explicó que «en la época en que su abuelo contrajo matrimonio y en los posteriores actos registrados, era común incurrir en este tipo de errores en las inscripciones del Registro Civil, sea por la dificultad de la lengua madre de los inmigrantes, o por la falta de conciencia de la sociedad sobre la importancia de una adecuada identificación con todos los datos filiatorios consignados correctamente”.
Es así, que cuando se trascribían los nombres de los extranjeros eran traducidos al castellano, por ende en la documentación nacional se podían contemplar errores. Luego, se sancionó una ley que que convalidó dicha práctica.
La fiscalía determinó que «tras analizar la totalidad de la prueba, la jueza concluyó que quedó acreditado que “en todos los casos traídos a examen se trata de las mismas personas”. Para ello, se utilizó el certificado de nacimiento del bisabuelo, nacido en el año 1890 en Eboli, Italia».
Concluyó en que al estar de manera detallada la información consignada en las actas y partidas, fue posible afirmar que del plexo probatorio agregado al expediente surge con claridad, se tratan en cada caso de una misma y única persona.
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