Cómo fue la cadena de eventos que condujeron a la mortal avalancha en Bariloche
En un primer momento, una placa mediana fue desencadenada por uno de los tres esquiadores. Luego, la esquiadora escocesa que murió en el accidente "habría gatillado el total de la corona".
Los tres esquiadores descendieron simultáneamente la pendiente del cerro López, produciendo la avalancha que afectó a todo el grupo a la vez el miércoles pasado por la tarde. El incidente generó la muerte de una turista escocesa; mientras que dos personas resultaron lesionadas. Así lo concluyó el informe del Centro de Información de Avalanchas.
El recorrido de la avalancha en el cerro López que arrastró a tres esquiadores fue de aproximadamente 1000 metros. Según los informes técnicos, el corte de la avalancha se produjo en dos tiempos. En primer lugar, una placa mediana fue desencadenada por uno de los tres esquiadores. Luego, la esquiadora escocesa que murió en el accidente «habría gatillado el total de la corona», es decir que habría generado el movimiento que hizo desprender el resto de la nieve.
«Durante el recorrido de la avalancha, es muy probable que se hayan desprendido placas secundarias que contribuyeron al volumen de nieve del depósito», especifica el informe del Club Andino Bariloche.
Se estima que los esquiadores se reagruparon en el filo del cerro López antes de iniciar el descenso. Uno de ellos practicaba snowboard y fue el primero que descendió, sin consecuencias, deteniéndose en algún punto cercano a la mitad del recorrido. Se infiere que se trataba de Cristian Euraskin.
«Luego, o quizá simultáneamente, la esquiadora – la turista escocesa Andrea Marshall – comenzó su descenso y se detuvo en un lugar no muy alejado del filo. En ese momento, el otro esquiador – Augusto Gruttadauria – descendió, pasando muy cerca de la esquiadora y provocó el desprendimiento de una placa mediana que lo arrastró unos 50 metros y enterró hasta las rodillas«, continúa el informe.
La mujer habría tenido la intención de ayudar al esquiador enterrado, «gatillando esta vez el desprendimiento de una placa mucho más grande, que la arrastró durante todo el recorrido«. Esa misma avalancha arrastró también al primer esquiador, que se encontraba esperando, y que pudo presenciar este último desencadenamiento. También enterró al esquiador que partió en último lugar, en el mismo sector donde ya se hallaba parcialmente enterrado por la avalancha anterior.
«Tanto el esquiador 1 –Euraskin – como la esquiadora 2 –Marshall – fueron arrastrados hasta el depósito final a 1500 metros; mientras el esquiador 3 –Gruttadauria – quedó sepultado a una altura de 1950 metros, lugar cercano a la zona de inicio», planteó el informe.
Desde el Club Andino aseguraron que «los esquiadores vinculados a la avalancha se encontraban dispuestos a esquiar una pendiente con características totalmente adversas para las condiciones de peligro de avalanchas del día informadas por CIAv (Centro de Información de Avalanchas)». Recordaron que un guía de la Asociación de Guías de Montaña se encontró a los tres esquiadores en la zona del Refugio Roca Negra, antes de iniciar el ascenso, y les recomendó enfáticamente no recorrer la zona por encima del refugio debido a las condiciones peligrosas de avalancha. Los esquiadores hicieron caso omiso.
Cómo se produjo la avalancha
La avalancha se inició en una pendiente de aproximadamente 40 grados de orientación este-sureste, a aproximadamente 2000 metros de altitud, cercana al filo del Cerro López, al sur de la zona conocida como la Hoyita, en las montañas al sur del lago Nahuel Huapi, en Bariloche.
La pendiente, según especifica el informe, se encuentra en una zona alpina que desciende primero como una pala y luego se divide en dos canaletas principales que finalizan a aproximadamente 1.500 metros de altitud, cercana al camino de acceso al refugio López.
También pudieron precisar que la corona de la avalancha fue de aproximadamente 550 metros de ancho; el promedio de profundidad de la corona se estima en los 70 centímetros, con puntos máximos de 100 centímetros.
El informe es concluyente: «En caso de elegir pendientes comprometidas o dudosas, la principal herramienta de reducción de riesgo es minimizar la exposición. Principalmente descender de a uno por vez con el fin de que una potencial avalancha solo afecte a una persona y a la vez el resto pueda colaborar en un eventual rescate y/o aviso de emergencia».
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